¿Es posible castrar a una gata en celo o es peligroso para mi mascota?

Uno de los momentos más incómodos y molestos en el cuidado de una gatita, es cuando se encuentra en el periodo de celo. En dicha etapa, el comportamiento de la gata cambia por completo, adoptando hábitos inusuales y conductas destructivas. Además de tornarse agresiva con otros, tu mascota puede escapar de casa para intentar copular en la calle. Debido a ello, es necesario aplicar medidas de prevención.

Lo ideal es ser paciente con el comportamiento de la minina, puesto que este periodo de alteración hormonal es temporal. Aunque, también debes asegurarte que no pueda salir de casa ni entrar en contacto con miembros del sexo opuesto. La otra opción disponible es un poco más drástica, que viene siendo el proceso de esterilización. Aquí te contaremos si es posible castrar a una gata en celo o es peligroso en tu mascota. Y cuando es el mejor momento para esterilizar a tu gata.

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¿Qué puede pasar si mando a esterilizar a una gata en celo?

Tanto en teoría como en práctica, es posible esterilizar a una gata en celo. De hecho, es un procedimiento recomendado para aquellas animales que sufren del síndrome del celo continúo. Esta intervención quirúrgica puede salvar sus vidas, controlar la crisis de michos abandonados y prevenir la propagación de enfermedades. En el caso de felinas callejeras, también se recomienda que sean castradas al momento de su captura, sin importar que estén en dicho ciclo.

Antes de llevar a tu mascota al veterinario, debes informarte sobre las diferencias entre castrar o esterilizar. Cada uno de estos procesos tiene sus ventajas y desventajas, en especial cuando se trata de una gata en celo. En cualquier caso, esta es una operación que debe ser hecha con sumo cuidado, para no poner en riesgo la vida de la felina. Si la intervención quirúrgica es exitosa, los ciclos hormonales de la gata se podrán estabilizar.

¿Cuál es el mejor momento para esterilizar una gata?

Existen opiniones contrarias con respecto al tema, aunque, todos suelen concordar con que este procedimiento debe realizarse a temprana edad. Por lo general, el momento ideal para esterilizar a una minina es en su etapa de cachorra, antes de experimentar el primer celo. Es decir, alrededor de los 4 a 6 meses de edad. No obstante, cuando la gata llega a los 2 meses ya puede ser operada.

Si tu mascota no recibe dicho tratamiento antes de pasar por su primer periodo de celo, los resultados no serán tan efectivos. De hecho, una gata esterilizada puede estar en celo. En particular, cuando el procedimiento no se ejecuta de una forma adecuada, y quedan fragmentos del ovario en el organismo. De igual modo, esta es beneficiosa porque ayuda a reducir la posibilidad de desarrollar tumores de mama.

¿Por qué hay veterinarios que no esterilizan gatas en celo?

Por lo general, en la mayoría de las clínicas veterinarias que puedes encontrar, no recomiendan la esterilización de una felina en celo. Hay una simple explicación para ello, y es que el riesgo es mucho mayor en este ciclo hormonal. Por lo tanto, la posibilidad de complicaciones durante la operación aumenta de manera considerable. En tal caso, no vale la pena poner en peligro la vida de una minina.

Al estar en el periodo de celo, los tejidos internos de la gata se encuentran inflamados, debido al aumento de los estrógenos. Por ello, aunque sea posible realizar la operación, esta se vuelve un proceso muy complicado de llevar a cabo.

Teniendo en cuenta que el ciclo de celo no tiene una larga duración, es mejor esperar a que termine. Una vez finalizado, será seguro esterilizar a la gatita. Para poder seguir este método con éxito, tienes que hacer todo lo posible por mantener a tu mascota dentro de casa, evitando contacto con otros.

¿Cómo cuidar una gata en celo que esta esterilizada?

Una vez tu mascota haya pasado por la operación con éxito, tendrás que prestarle atención especial en su recuperación. La idea de ello, es ayudarla a que sane más rápido y no haya complicaciones tras salir de la clínica veterinaria. Este es un periodo que suele durar alrededor de 2 semanas, donde la gatita necesitará guardar reposo y cambiar sus hábitos diarios.

Las alteraciones de rutina por reposo son difíciles para una felina, por lo que necesitan mantenerse monitoreadas. A continuación, te explicaremos cómo cuidar una gata en celo que está esterilizada.

Permanecer cerca de la gata después de su cirugía

Aunque tu mascota se encontrará debilitada tras la operación, debes mantenerte a su lado en dichos momentos. Primero que nada, para asegurarte que no tenga acceso a la zona de la herida donde están los puntos de sutura. Luego de la cirugía, es normal que la felina sienta irritación en dicha área de su cuerpo, por lo que intentará rascar o arañar. Esto puede llevar a que la minina contraiga infecciones.

No solo tendrás que prevenir que la gata toque su herida, sino que también tienes que higienizar dicha zona. Para este proceso, debes aplicar los fármacos indicados por el veterinario.

Tomar los antiinflamatorios recomendados por el veterinario

En los primeros días, tras la cirugía, la zona de la herida donde fue realizada la operación estará inflamada. Al igual que con la limpieza, asegúrate de que tu mascota ingiera las medicinas recetadas por el veterinario. En estos casos, es un poco más complicado, debido a la repulsión que tienen los gatos hacía las pastillas.

Los medicamentos para la inflamación pueden ser administrados de distintas maneras. Dentro de la comida, triturados en ella o aplicados con agua. Prueba con cualquiera de estas opciones, hasta encontrar la que mejor se ajuste a tu gatita.

Implementar una buena dieta

Luego de pasar por el proceso de esterilización, las gatas son propensas a subir de peso. Para evitar estos problemas de salud, hay que hacer cambios en su dieta. Puedes implementar un nuevo tipo de pienso. Aunque, también es importante que las porciones sean controladas y la minina se mantenga hidratada.