¿Por qué mi perro se come sus heces y qué hacer para evitarlo?

Se denomina coprofagia cuando los perros comen heces de manera voluntaria. Pueden ser las de ellos o de otros animales. Para nosotros no deja de ser una conducta desagradable y nada aportante. De hecho, si encuentran la oportunidad, muchos canes se lanzarían en el estiércol de los caballos, vacas, conejos, entre otras ofertas parecidas.

Ahora, vamos a responder todas las dudas que tengas sobre esto. Verás por qué tu canino tiene este comportamiento y las formas en las que puedes evitar que pase.

¿Por qué a mi perro le gusta comer sus heces?

Aunque parezca impensable, nuestro cachorro puede tomar por costumbre consumir excremento. Este es un padecimiento llamado coprofagia. Es normal que nos preguntemos ¿Por qué razón lo hacen? La verdad es que esto puede tener origen en problemas en su organismo o también ser producido por una alteración en el comportamiento del can.

Causas médicas patológicas

Si el mal hábito se debe a causas patológicas u orgánicas, algunas de las razones en las que se puede pensar son las siguientes.

• Déficits alimentarios: Si el perro consume alimentos pobres y en mal estado o no aportan valores nutricionales aptos, perderá vitaminas y otras sustancias vitales. Por eso, si consume popo podría estar intentando llenar la falta nutricional de su alimentación.
• Deficiencia en el páncreas exocrino: Este es un órgano muy involucrado en el proceso digestivo. Es responsable de la fabricación de enzimas que son vitales en la digestión. Cuando no se logra formar la producción de esas sustancias no encontrará lleno el aporte nutricional que necesita. Así que no importará cuanto lo alimentes.
• Parásitos: Estos evitan la asimilación de valores necesarios de los alimentos.
• Ganas de comer constantes: Se llama polifagia a la sensación de hambre irreprimible. Se produce por los efectos de algunas medicaciones o trastornos como la diabetes.

Origen conductual

Otras de las cosas que logran generar este tipo de comportamientos raros en el animal pueden ser causados por cuestiones como:

• Carencia de atención: Si le hacen falta cuidados, el perro podría actuar de esa forma para conseguir llamar tu interés. Y les funciona, ya que cuando se comportan así, prestas más caso y tiempo a tu mascota.
• Ansiedad: Es posible que trate de deshacer el estrés de esta forma.
• Le gusta como sabe: Al existir fallos en la nutrición del can, el deleite por la caca le resulta muy grato a su paladar.
• Familiarizarse con el entorno: Para eso ellos utilizan la boca y el olfato.
• Tapar una mala conducta: En este caso se hace referencia a cuando no saben aún defecar por fuera. Entonces, con el objetivo no ser castigados, tratarán de borrar las pruebas comiéndose las heces.

Riesgos que corre un perro cuando se come sus propias heces

Para tu tranquilidad, el hecho de que consuma excremento no lo matará ni hará daño al canino. No obstante, se trata de algo muy asqueroso, nada higiénico y que causa un aliento desagradable. Además, si come la caca de otros, corre el riesgo de tener parásitos.

¿De qué manera puedo evitar que mi perro siga comiéndose sus heces?

Como al can parece resultarle grato ingerir su propio excremento, tienes varias soluciones para evitar que coma sus heces. Intenta aplicar las opciones que te daremos con el fin de que identifiques si han sido exitosas.

Toma en cuenta la edad de tu mascota, si es joven, algo anciano o tiene historial de complicaciones gastrointestinales. Lo decimos porque no se recomienda ninguna automedicación sin la previa consulta de un profesional.

Identifica la causa

La recomendación siempre será preguntarle al veterinario/a para que realice un examen de salud y poder definir cuál es la raíz de su comportamiento.

Niégale el acceso a las heces

Por otro lado, limpia y retira su popo una vez que el perro termine de hacer sus necesidades. La finalidad de todo eso es no darle tiempo de comérselas y que continúe con el hábito.

Edúcalo

Sácalo de paseo siempre que puedas y si aún esta pequeño y defeca donde debe, felicítalo, retíralo y bota todo rápido. Si lo has encontrado tratando de comerse las heces, estás en el deber de corregirlo. Lo mejor es darle una orden para que abandone la acción y lo olvide después.