Cómo recuperar la flora intestinal de mi gato – Equilibrio intestinal
La microbiota o flora intestinal de un gato es la agrupación de diferentes bacterias encargadas de procesar alimentos y además servir de memoria inmunológica para la disolución de infecciones y otras enfermedades que puedan ingresar al interior de un felino.
Este sistema es uno de los más importantes para el correcto funcionamiento del cuerpo animal y puede verse afectado de diversas formas, debido a enfermedades o cuidados indebidos que lleven al gato a sufrir de una disbiosis. En el siguiente artículo te contamos las diversas formar de ayudar a reestablecer la flora intestinal de un gato.
¿Cómo saber si mi gato tiene Disbiosis?
Cuando un gatito presenta problemas en su flora intestinal o disbiosis, este puede padecer diferentes síntomas que denoten un desbalance. Este importante sistema es requerido para el funcionamiento correcto de muchos sistemas en el cuerpo felino. No únicamente se observa su acción dentro de la digestión, pues estos microorganismos logran también jugar un papel entre los sistemas nervioso e inmunológico.
Lo que hace que el balance del conjunto de bacterias sea imperativo. Cuando se presenta algún problema en la flora, esta puede resentirse haciendo que un gato tenga dolores estomacales, gases y estreñimiento. En casos más fuertes estos síntomas pueden venir acompañados de otros como el vómito, la diarrea y la inmunosupresión.
Se puede suponer que un gato está sufriendo de disbiosis si se le observa decaído, con falta de apetito y además presenta los síntomas anteriormente descritos. La formar de asegurarse de que este realmente padezca de una flora intestinal dañada es llevándolo a una revisión con un veterinario de confianza.
¿De qué forma se daña la flora intestinal mi gato?
El sistema digestivo de los gatos suele ser muy delicado, los hábitos y cuidados indebidos, la adquisición de enfermedades, hasta ciertos tipos de alimentos pueden terminar dañando su flora intestinal, por esas razones es necesario informarse sobre los cuidados que se deben tener para evitar daños futuros.
Por edad
Naturalmente entre más viejo se hace un gato todos sus sistemas se vuelven menos hábiles y sus necesidades cambian . El primer contacto bacteriano causante de la proliferación bacteriana se da cuando un gato recién nacido sale de su madre y tiene contacto con las bacterias de esta. A lo largo de su vida este irá consumiendo alimentos e integrando nuevas variedades bacterianas a su organismo.
Estos microorganismos se encargan de poblar los rincones y paredes de el tracto digestivo, creando respuestas a las diferentes sustancias que se abren paso en el interior felino. A la vez que avanza en edad un gato, este se encuentra en el camino distintas enfermedades y situaciones que quedan guardadas dentro de él.
Lo cuál a medida que pasa el tiempo le irá cobrando factura dentro de los funcionamientos internos del cuerpo. En este caso, de su flora intestinal. La edad de un felino repercute en la distribución de la microbiota y hace que esta cambie, disminuyendo considerablemente su efectividad si se le compara con años pasados. Este acontecimiento es natural, de hecho en los humanos sucede de manera similar. La vejez vuelve los cuerpos más débiles y menos preparados ante los agentes de gran peso que puedan llegar desde el exterior.
Estrés
El nerviosismo, ansiedad y estrés en un gato, aunque suene sorprendente. Sí, repercuten en todo su organismo y puede causar diferentes trastornos dentro de él. De hecho, los gatos son animales bastante nerviosos, esto en gran parte se debe a que su sistema sensorial es muy sensible. Los grandes estados de estrés pueden facilitar la muerte de la flora creando alteraciones en lugares como las mucosas que se hayan al rededor de toda la barrera intestinal o directamente afectando a los nervios conectados con el cerebro.
Tratamientos médicos
Los tratamientos médicos muchas veces son causantes de los desajustes que puede presentar un gato con una flora intestinal. Esto se debe a que por culpa del padecimiento de algún tipo de infección u hongo, se le receta a la mascota un tratamiento antibiótico que además de tratar el problema en cuestión, trabaja matando gran cantidad de microorganismos benignos y necesarios dentro del cuerpo felino.
Mayormente los fármacos causantes de la muerte bacteriana masiva son los antibióticos, pues su composición se basa en exterminación de bacterias de modo general. Por esas razones se recomienda que luego de cumplir un tratamiento de antibióticos a los gatos se les proporcionen alimentos y medicamentos capaces de regenerar de forma natural la flora bacteriana.
Por la dieta
La dieta de un gato también puede ser causante del daño a la flora. Muchas veces esto es debido a que se le proporciona una dieta inadecuada, desde cambios abruptos en su alimentación hasta sustancias diarias que no aporten la cantidad de microorganismo que necesita su sistema para mantenerse fuerte y capaz.
Los gatos son de naturaleza carnívora, por tanto una dieta que no esté provista de las proteínas animales requeridas, no cumplirá con los componente necesarios para mantener una flora intestinal saludable. Al igual, que si se pretende hacer un cambio en la alimentación del felino, este no puede proporcionarse de manera abrupta.
La respuesta normal de un gato que reciba un cambio brusco en sus alimentos, generalmente será de rechazo. El sistema interno no está preparado para recibir un cambio de patrones sin aviso. Los organismos encargados de la digestión de los alimentos pueden verse sorprendidos por la alteración de sustancias y malograrse en el proceso.
Exceso de higiene
Los excesos en los cuidados higiénicos que se le prestan a un gato pueden a veces presentarse más como problemas que soluciones. Esto se debe al requerimiento de las bacterias de ambiente que un gato necesita. La microbiota felina no es únicamente formada por los organismos hallados en la comida que estos consumen. El ambiente, todo el entorno en general se compone de diversas bacterias que logran entrar a su sistema.
Baños constantes, prohibiciones de salir al aire libre, exceso de limpieza en todo su entorno. Estas acciones deben ser llevadas de manera equitativa, para que representen un beneficio en la vida gatuna. Un gato al que no se le permite exponerse a ciertos ambientes es un gato sin memoria inmunológica, lo que lo vuelve un blanco fácil a infecciones y bacterias de rangos más fuertes.
¿Cómo reponer la flora intestinal de mi gato?
Una vez la flora intestinal de un gato se encuentra dañada es necesario ponerme manos a la obra en la regeneración de las bacterias que componen todo el sistema. Existen diferentes métodos que ayudan a la realización de esa acción. Desde fármacos recetados por veterinarios o de venta libre especializados para la reconstrucción de la misma, como diferentes alimentos altos en contenido que brinde las bacterias requeridas para repoblar nuevamente el sistema digestivo.
De forma natural
La forma natural de recomponer una flora intestinal dañada es brindando una dieta adecuada con alimentos ricos en contenidos naturales que ayuden a la proliferación de bacterias, además de la permisión de actividades al aire libre que permitan que un gato se empape de las sustancias que se encuentran en su ambiente.
Los alimentos naturales que brindan una buena cantidad de microorganismos saludables para el sistema digestivo felino van desde las carnes rojas crudas hasta alimentos con alto contenido en fibra que sirva para la alimentación de la flora que ya se encuentra en el intestino.
Con enterogermina
La enterogermina es un probiótico de la bacteria Bacillus Clausii que por medio del esparcimiento de millones de esporas de este tipo de microorganismo busca recomponer de manera precisa la flora intestinal. Este producto es dirigido principalmente a humanos.
El uso de probióticos humanos en gatos no es recomendable, debido a que ambas especies no comparten el mismo tipo de bacterias en su microbiota, por lo tanto es preferible consultar a un especialista respecto a uso de medicamentos no prescritos para animales.
Usar prebióticos
Los prebióticos son sustancias que se encargan de nutrir la flora intestinal de un ser vivo, estos pueden encontrarse como fármacos o en algunos alimentos. Los alimentos considerados como prebióticos deben contener beta-glucanos, las cuales son un tipo de fibra soluble.
Estos alimentos al entrar al tracto digestivo deben encargarse de empujar las bacterias indeseadas y expulsarlas por medio de las heces. Además también sirven como nutrientes para la proliferación de las bacterias saludables. Algunos de los vegetales recomendados para la alimentación felina:
- Calabazas.
- Zanahorias.
- Brócoli.
- Guisantes.
Con probióticos
Los probióticos son directamente los organismos vivos que forman parte de la microbiota intestinal, estos pueden ser adquiridos por medio de alimentos o con la ayuda de ciertos fármacos que contienen las esporas de las bacterias que no son patógenas.
En el mercado se encuentran distintos tipos de probióticos, más se recomienda que el uso de estos siempre haya sido primeramente recetado por un doctor. Estos fármacos son tratamientos que deben llevarse por cierta cantidad de tiempo para ser asimilados por el sistema felino y realmente causar un efecto favorecedor.
Con simbióticos
Los simbióticos por otro lado son la mezcla de organismos colonizadores del intestino y suplementos para fortalecerlos, es decir probióticos y prebióticos unidos. Estas muestras procuran entregar un fármaco completo que ayude a la regeneración completa de la flora.
Cambiando rutina
Se dan los casos en los que la flora intestinal se ve comprometida debido a una mala gestión en la dieta del felino. El debido cambio en los componentes de la comida, puede efectuar una respuesta beneficiosa para el mejoramiento del estado microbiano del intestino.
El cambio de la dieta debe ser suministrado de manera pausada y creciente. Esto se debe a que una variación sorpresiva de los alimentos puede generar aún más daño en esta zona. Se recomiendan alimentos ricos en fibra, más también en proteína animal, vitaminas y minerales. Los alimentos que se le suministran a un felino deben siempre cumplir con las necesidades calóricas y nutricionales que este tenga.
¿Puedo dar un probiótico humano a mi gatos?
Que un dueño le suministre fármacos especializados para humanos a su mascota sin una dirección médica no es recomendable. Esto puede degenerar en sobredosis o malas absorciones del medicamento y complicar más la salud del animal.
Aunque sí es posible suministrar medicamentos como el liolactil u otros que contengan bacterias como la Lactobacillus o la bifidobacterium, es necesario el asesoramiento de un veterinario. Un especialista está capacitado para prescribir este tipo de sustancias teniendo un conocimiento exacto del padecimiento que sufre el animal, además de su peso y su requerimiento exacto.
¿Cuáles son las repercusiones de una flora dañada?
Existen diferentes enfermedades que pueden aflorar debido al daño constante de la flora intestinal gatuna, estas pueden comprometer distintas áreas del gato, yendo desde infecciones adquiridas en el ambiente, como problemas dentro de los sistemas nervioso y metabólico hasta el punto de ser irreversibles en la vida de un felino.
Enfermedades autoinmunes
Una microbiota que se halle decadente desde la juventud de un gato hasta su adultez traerá consigo problemas en el sistema inmunológico felino. Esto se debe a que la mayoría de las bacterias que se desenvuelven el intestino entregan al sistema inmune una cantidad de información genética que ayuda a la detención de bacterias patógenas agresoras.
Sin la obtención de una flora intestinal variada y rica en especies de bacterias benignas, un gato se encuentra descubierto ante las agresiones de agentes desconocidos fulminantes.
Autismo
Aunque ciertamente, la microbiota está directamente ligada al correcto funcionamiento del sistema nervioso, existe una gran controversia respecto a si un feto se encuentra rodeado de un tipo específico de bacteria fetal que nutra la capacidad del sistema inmunitario.
El autismo es una condición con la que se nace, no puede ser transmitida como un virus, ni tampoco desarrollada en el crecimiento. Se dice que el primer encuentro de un cachorro con las bacterias es por medio del conducto uterino de su madre, luego de esto con el proceso de acicalamiento de ella y los demás microorganismos que se encuentren en el ambiente.
Esta disyuntiva nos lleva a que aunque la genética también está ligada a las posibilidades de que un ser sea autista, las condiciones ambientales también. las infecciones, la contaminación del aire y ciertos tipos de medicamentos pueden llevar a un ser a padecer de un trastorno autista. Como la investigación respecto a este tema aún no llega a una conclusión puede quedar abierta la opción de que una microbiota inestable desde el embarazo sea participe en la formación de un gato con trastorno autista.
Parkinson
Debido a la gran conexión entre los sistemas digestivo y nervioso, algunas investigaciones encuentran ligado el desarrollo del Parkinson con el padecimiento de algunas infecciones en el intestino o sobrecrecimiento de las variedad bacteriana en la flora.
Obesidad y diabetes
Es posible el desarrollo de desordenes en el metabolismo si se cuenta con una flora bacteriana deficiente o dañada. La obesidad o por el contrario la desnutrición son enfermedades ligadas al funcionamiento metabólico. Igualmente la diabetes, las deficiencias en la absorción de alimentos aumentan las probabilidades de que estos a la larga efectúen daños en el cuerpo de un felino.
Alzheimer
Otra de las confirmaciones sobre enfermedades ligadas al estado de la microbiota bacteriana es el Alzheimer. Esta enfermedad no cuenta con una cura, más como muchas otras alteraciones del sistema nervioso y propiamente del cerebro. En conjunto con estas logran hallarse diferentes muestras de que la flora intestinal está ligada íntimamente con las mutaciones o variaciones que presenta el sistema nervioso.
Cáncer
La microbiota juega un papel muy interesante contra la enfermedad del cáncer, distintos estudios han logrado revelar las propiedades antitumorales que maneja una flora intestinal sana y variada. Por lo tanto, sí es posible la inclinación a padecer cáncer si no se cuenta con una flora intestinal optima para enfrentarlo.
Muchas enfermedades pueden ser prevenidas o atrasadas gracias al correcto funcionamiento de la flora intestinal, por eso es tan importante cuidar que un gato goce de las atenciones necesarias en ella, para así evitar muchas complicaciones que se dan cuando esta se encuentra comprometida.