¿Cuándo dejar de dar premios a mi perro durante su entrenamiento?

Entrenar a un perro es necesario para la convivencia en el hogar y lograr que este cumpla su rol como mascota doméstica, siendo un proceso de aprendizaje que debe iniciar desde que el perro es cachorro, ya que durante las primeras etapas de su vida estos aprenden fácilmente cualquier orden. Si bien aún sigue siendo posible entrenar a un perro adulto, este es un proceso un poco más complicado y largo debido a que ya este tiene una personalidad desarrollada.

La mejor manera de entrenar a un perrito cachorro o adulto, es a través del refuerzo positivo y las recompensas en forma de golosinas. Sin embargo, entre la comunidad canina existe la creencia que las recompensas crean un mal hábito en los peludos, puesto que con ellas sólo realizan el comportamiento deseado al ser sobornados y no porque hayan aprendido un nuevo hábito. Con eso en mente, te explicaremos cuándo dejar de dar premios a un perro durante su entrenamiento.

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¿Cuáles son las fases del enteramiento canino que siempre se deben de cumplir?

El entrenamiento siempre debe cumplir ciertas fases para asegurarse que el peludo pueda aprender de forma efectiva, tomándote todo el tiempo posible para completar una fase puesto que los periodos de aprendizaje de cada perro pueden variar de acuerdo a su raza, el entorno donde se encuentre y su personalidad. Cumpliendo con estas fases correctamente, podrás asegurarte que tu perro desarrolle conductas positivas y aprenda a resolver problemas por sí mismo.

Al igual que los humanos o cualquier otro animal, ningún perro nace conociendo comportamientos correctos y hábitos de convivencia. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que la clave principal para completar cada fase de entrenamiento canino es la paciencia, la repetición y el refuerzo positivo para que el perro no se sienta cohibido durante el periodo de adiestramiento.

A continuación te enseñaremos cuáles son las fases del entrenamiento canino que siempre se deben cumplir, así como la manera correcta de completarlas.

Recompensa constante

La primera etapa el entrenamiento canino es la fase de la recompensa constante, donde cada vez que el perro complete el comando que desees lo recompensas con una golosina, mientras que cuando falle en cumplir las órdenes sólo debes alentarlo con refuerzo positivo. De esta manera el perro podrá sentirse motivado a cumplir con tus comandos, puesto que podrá relacionar dichos hábitos con una recompensa positiva como una de sus golosinas favoritas.

Con la repetición constante durante esta primera etapa del entrenamiento canino, el perro podrá aprender fácilmente los comandos sin que tengas que utilizar gestos corporales como al inicio del adiestramiento, lo cual indica que el peludo ha hecho progresos con el programa de recompensas.

Aunque esta primera fase sea esencial para entrenar y adiestrar a un perro cachorro, aún debes tomar precauciones. Es decir, tienes que medir la cantidad de golosinas con que lo vayas a recompensar por repetición, para evitar que el perro pueda subir de peso de forma apresurada con respecto a su desarrollo físico, generando que este sufra de obesidad.

Recompensa variable o intermitente

Cuando el perro haya completado la primera fase del entrenamiento y pueda acatar órdenes con sólo escuchar el comando verbal, puedes pasar a la siguiente etapa del adiestramiento que consiste en la recompensa variable o intermitente. Dicha fase se basa en ajustar el programa de recompensas para ir reduciendo exponencialmente la cantidad de golosinas que le das al perro, para que se acostumbre a seguir tus órdenes sin la necesidad de un beneficio alimenticio.

Puedes iniciar esta etapa de acuerdo al criterio que consideres más sensato para tu mascota, dándole la recompensa cada segunda, tercera o cuarta repetición. Esta es una de las mejores maneras de entrenar a tu perro gratis, puesto que con ello el peludo seguirá tus comandos a la expectativa de la golosina, hasta que llegue el punto donde la olvide por completo y simplemente te haga caso por costumbre.

¿De qué manera puedes identificar si tu perro está listo para la recompensa variable?

Completar la fase de la recompensa constante y pasar a la recompensa variable es más difícil de lo que parece, ya que si pasas a la siguiente etapa demasiado pronto tendrás que empezar desde cero y perderás todo el progreso realizado con el perro. Por lo tanto, debes estar completamente seguro que tu perro está listo para iniciar la fase de la recompensa variable, a través de probar su obediencia en distintos ambientes y en presencia de todo tipo de distracciones externas.

Para asegurarte que el perro se encuentra preparado para la nueva etapa del entrenamiento, debes enriquecer la primera fase de la mejor manera que puedas. Por ejemplo, puedes variar el tipo de golosina con que lo vayas a premiar, acompañarlo de caricias, elogios, juguetes o dejándolo salir al patio para que pueda explorar. Todo con el objetivo que el perro sea feliz y se encuentre motivado a seguir con el entrenamiento.

¿Es realmente necesario eliminar por completo los premios para tu perro?

El proceso de entrenamiento de un perro nunca termina por completo, puesto que estos son capaces de adquirir nuevos hábitos incluso después de adultos. Por ende, no es recomendado eliminar por completo los premios para tu perro, ya que esta también es una manera de demostrarlo al peludo que lo quieres. Puedes mantener el sistema de las recompensas variables para educar a un cachorro con ejercicios y juegos, puesto que así podrás tener una mejor relación con tu mascota mientras garantizas su buen comportamiento en todo momento.

¿Deberías incluir los premios en la vida diaria de tu mascota?

Tomando en cuenta que la vida de un perro es un proceso de aprendizaje constante, es recomendado incluir los premios en la vida diaria de tu mascota para actividades determinadas. Dichos premios quedan a tu criterio y en la situación donde lo veas adecuado, como cuando el perro quiere jugar contigo, socializar con otros perros del área o pasear en el exterior sin la correa puesta por un momento para olfatear.