¿Qué cuidados tener con la salud vaginal de una perra? – Sexualidad canina

Al nosotros ser tutores de una perra, principalmente desde cachorra, debemos ser conscientes de todos los cuidados especiales que conlleva. Entre ellos, debemos procurar conocer cuánto dura el embarazo en perras, ya que esta puede ser una necesidad más adelante.

Y para que no haya problemas con el mismo, tendremos que saber qué cuidados tener con la salud vaginal de una perra. De esa forma, podremos cuidar de su sexualidad canina a la hora de concebir, gestar y dar a luz de manera saludable, sin riesgos.

¿Cómo luce una vagina canina saludable?

Para empezar, conozcamos cómo es la anatomía reproductora de una perra. Después sabremos cómo debe lucir una vagina canina saludable. Partiendo desde adentro hacia afuera, la estructura anatómica del aparato reproductor cuenta con las siguientes partes:

• Ovarios: Se encuentran dentro de la bolsa ovárica, producen óvulos y segregan hormonas tales como los estrógenos. Son un par que cumple la principal función en la gestación.
• Oviducto: Es la parte que uno a los ovarios con el cuerno uterino, cuya función principal es la de transportar los óvulos.
• Útero: En él se alojan los fetos para que se desarrollen. Es un órgano tubular que se divide en 2 cuernos.
• Cérvix: Divide al útero de la vagina, el cual se abre únicamente durante el celo y el parto. Actúa como barrera protectora del útero.
• Vestíbulo vaginal: Comprende el espacio entre la vagina y la vulva, donde también desemboca el orificio para la micción o uretra.
• Clítoris: Al igual que en las mujeres, este órgano está destinado a la estimulación sexual. Está ubicado en el suelo del vestíbulo vaginal.
• Vulva: Es la parte exterior del aparato reproductor. Consta de 2 pliegues gruesos de tejido que se conectan entre sí, por su parte inferior y superior.

La vulva es la parte del aparato reproductor que deberíamos poder ver a simple vista. Solamente tendremos que separar las patas traseras de la perra para ello.

Hay que tener en cuenta que dependiendo de la fase del ciclo estral o del celo en la que se encuentre la perra, el aspecto de la vulva cambiará.

En el período proestro, cuando se forma el folículo ovario, la vulva se inflama, se enrojece y expulsa sangre de forma leve. A pesar de esta apariencia, es normal que sea así.

Y sin considerar el estro, una vagina canina saludable se ve como una vulva rosada, sin secreciones y visible fácilmente. De igual forma, no presenta bultos, alopecia ni inflamación.

¿De qué manera puedo identificar si mi perra tiene un problema vaginal?

Para empezar, no es fácil ver su vulva. Esto se puede deber a que los tejidos circundantes están inflamados. Así mismo, es normal que las perras se laman la vulva, pero si lo hacen de forma continua puede deberse a alguna molestia.

Por otro lado, si la perra no está en celo no debería de haber secreciones en la vagina. Si este no es el caso, se puede deber a la presencia de traumatismos, trastornos de circulación o afecciones urinarias. Debemos estar atentos a este síntoma.

De la misma manera, únicamente se presentan secreciones verdosas o negruzcas en la vulva después del parto. La aparición de descargas acuosas, verdosas o blancas es señal de enfermedad.

Además, si la vagina se inflama y no es debido al ciclo estral, este es un signo de enfermedad muy claro, que puede deberse a distintas causas. Debemos fijarnos en la coloración de la vagina, esta tiene que ser rosada e igual a la piel circundante. De lo contrario, presenta una enfermedad cutánea.

Por último, cualquier bulto dentro o fuera de la vagina es un motivo para acudir al veterinario para realizarle un examen a nuestra perra.

¿Qué enfermedades vaginales pueden afectar a mi perra?

La vagina de una perra es susceptible a sufrir de infecciones vaginales, lesiones o problemas en el tracto urinario. Inclusive pueden presentar problemas psicológicos causando una estereotipia.

De igual forma, pueden sufrir de piometras y trastornos hormonales que les causen secreciones anormales. También puede presentar vaginitis, una inflamación de la vulva que va acompañada de otros síntomas.

Incluso, cuando se acicalan, las perras pueden provocarse erupciones cutáneas por su saliva. Esto ocurre principalmente cuando sufren de parásitos, bacterias y cualquier agente infeccioso que se puedan transmitir por la boca.

Otras enfermedades que puede diagnosticar el veterinario son hiperplasia vaginal, quistes, tumores, abscesos y muchas más. Las revisiones periódicas permitirán conocer la afección antes de que esta tenga efectos muy adversos.

¿Es necesario tener una rutina de limpieza específica para la vagina de mi perra?

La realidad es que no, con una limpieza normal una perra puede gozar de salud vaginal sin problemas. Lo que ayuda a prevenir las enfermedades vaginales serán las revisiones y exámenes físicos periódicos con un veterinario.

En muchos casos, las perras presentan signos de estar en estro, por lo que debemos conocer muy bien cuanto se da el caso. Así podremos tomar una decisión acertada si acudir a consulta o no.