Hernia inguinal en los perros: Causas, síntomas y tratamiento
La hernia inguinal como su propio nombre lo dice se refiere a aquella localizada en la ingle, luce como una protrusión de grasa, estas se producen debido a una debilidad de la cavidad, se podría decir que logra que se salga su contenido. El defecto de esta hernia se encuentra en el anillo inguinal. Esta provoca una hendidura en los músculos abdominales.
Generalmente puede ser algo que tienen desde cachorros o que se llama heredado de sus padres, pero ocasionalmente son desarrolladas debido algún acontecimiento como una caída, la gestación o incluso la obesidad. El riesgo de ello es que pueden ocasionar obstrucciones intestinales.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la hernia inguinal en perros?
Hay diversas causas de este padecimiento como ya mencionamos algunas son congénitas, pero pueden darse en un animal adulto debido a traumas, aumento de peso/obesidad, o hasta el embarazo en perras, en sí es bastante más común en perras que en perros.
Como también hay razas de perros más sensibles como es la pequinés, Cocker Spaniel, maltés, Border Collie, Pomerania, y el Pinscher Miniatura. Un alteramiento en la nutrición del can también es parte de las causas de este padecimiento.
¿Qué síntomas suelen tener los perros que sufren de hernia inguinal?
En muchas ocasiones la hernia está muy pequeña, lo cual hace que no sea visible para nuestros ojos pero lo más habitual es que notes un abultamiento en el abdomen del can. Dependerá de la ubicación y tamaño de la misma, pero los más frecuentes son:
- Dolor
- Vómitos
- Micción frecuente.
- Estreñimiento en el perro.
- Anorexia.
- Inflamación en la zona.
- Fiebre, esto sucede cuando se afectan los vasos sanguíneos, y el dolor se vuelve severo. Debe tratarse a tiempo, porque podría ser mortal.
- Cambios en el comportamiento.
- Letargo.
- Insuficiencia hepática o renal.
¿De qué forma se realiza el diagnóstico de la hernia inguinal?
Por lo general, las hernias se notan por un abultamiento en la ingle, la palpitación y probablemente la vista de esta protuberancia de esto general da indicios para diagnosticar la hernia, junto con los síntomas que anterior has leído sería suficiente para empezar a sospechar sobre la presencia de una hernia.
En caso de tener dudas siempre se puede optar por usar la ecografía, o radiografías, además de un análisis de sangre para saber el estado de salud de tu perro. Es necesario que sepas que la consistencia de la hernia puede ser un poco dura, hay unas que podrás moverlas y hay otras que no. Podemos identificarlas como ‘encarceladas’ la que se puede mover, y ‘carceladas’ las que no se pueden mover.
Es sumamente necesario que al palpar este tipo de abultamiento en tu mascota, este siente mucho dolor, vayas inmediatamente al veterinario, ya que podría estar en peligro su vida.
¿Cómo se realiza el tratamiento en los perros contra la hernia inguinal?
Siempre se recomienda empezar un tratamiento el cual se trata de repararla mediante la cirugía. En general estas cirugías resultan positivas. En las perras las hernias son más de riesgo, ya que el útero puede quedar en el interior de la hernia, los casos más comunes en hembras no esterilizadas. En hembras la única elección de tratamiento es la cirugía.
Esta cirugía, se basa en la realización de una incisión lo cual logrará que consiste en realizar una incisión abdominal en la cual la cual el cirujano recolocará los órganos y luego procederá a suturar la pared abdominal. En algunos casos, donde la hernia ha causado daños es necesario recurrir a un injerto.
En machos, si la hernia las hernias suelen ser pequeñas por lo cual significa que puede reducirse por si sola, entonces el veterinario requerirá de un seguimiento antes de proceder a una cirugía.
¿Qué complicaciones se pueden presentar en un mal o nulo tratamiento de la hernia inguinal?
No es raro que encuentres en internet o que te digan de remedios caseros para este tipo de hernias, desde cubrirlas, vendarlas, masajes, hasta con monedas pero realmente estos tratamientos no son reales, y pueden llegar a ocasionar más daños.
Los peligros de estas hernias viene dados por la obstrucción a causa de una porción de intestinos, además de complicaciones a causa de estrangulación, ya que esto ocurre cuando la sangre no circula, y esto provoca daños graves, que podrían ocasionar la muerte de tu perro.
Las hernias que son encarceladas, tienen menos riesgo de ocasionar este peligro ya mencionado, por lo que es recomendable tratar de palpar con delicadeza el abultamiento y así verás qué clase de hernia es. Otro factor que puede alterar la hernia a un estado más crónico es la obesidad.
¿Existe alguna forma de prevenir la hernia inguinal en los perros?
A decir verdad este tipo de hernias suelen ser hereditarias por lo que son a causa de malformaciones genéticas, el decir que hay una forma de prevenirlas, realmente está mal porque no, la hay en sí, pero sí hay formas de detección temprana como lo sería llevar un control con el veterinario mínimo cada seis meses, así evitarás que sí existe una hernia inguinal llegue al ápice del peligro.
Factores como la obesidad puede hacer que es tipo abultamientos empeore por lo que recomendamos que alimentes a tu mascota de una manera correcta, sin caer en los excesos y que le mantengas una rutina de ejercicios ideal para su edad, y contextura, pasearlo mínimo tres veces al día evitará la ansiedad por comer demasiado.
Seguido de esto, también debes de tener cuidado con lo que hace tu perro, esto es bastante difícil ¡lo sabemos! a veces nuestros peludos amigos son muy enérgicos por lo que seguirles el paso es complicado, por lo que no debes sentirte culpable por algún incidente que le pase a tu perro, pero en lo posible debes intentar que tu perro no sufra ningún traumatismo.
Por otra parte como se mencionó unos cuantos párrafos atrás, es ideal que si tienes una perra hembra la castres o esterilices ya que le permitirá tener menos riesgo de padecer de esta hernia inguinal, o en todo caso, de que sí la tiene, esta se le empeore.