¿Cómo saber si mi perro tiene una hernia umbilical? – Detección temprana

Básicamente la hernia umbilical es una protuberancia o abultamiento ya sea la pared abdominal, la grasa abdominal o una porción de órganos abdominales a través de la zona que rodea el ombligo, el cual se localiza justo debajo de la caja torácica.

¿Por qué se dan las hernias umbilicales en animales como los perros?

En realidad, se desconoce la incidencia y la causa exacta de las hernias umbilicales, aun así, recientemente se ha descubierto que ciertas líneas familiares tienen una mayor incidencia de hernias umbilicales, lo que apunta a una antecedencia de carácter genético, al menos en parte, a esta condición.

Problemas de nacimiento

Antes de nacer, los vasos sanguíneos umbilicales pasan a través del anillo umbilical, la cual se puede percibir como una abertura en los músculos abdominales, este proceso ocurre con el fin de suministrar alimento al feto en desarrollo.

Por tanto, se dice que la hernia umbilical se origina por el cierre inacabado del anillo umbilical tras el parto. Por lo general, se presenta como una inflamación blanda bajo la piel y a menudo sobresale cuando el cachorro está de pie, ladrando, llorando o haciendo algún esfuerzo. Hay hernias que son reversibles, lo que implica que la protuberancia puede empujarse hacia el interior del abdomen, pero otras no lo son, lo que supone una obstrucción o adhesión, al menos parcial, del contenido de la hernia.

Sobrepeso

El sobrepeso incrementa el grado de riesgo de desarrollar hernias de la pared abdominal. Al tener sobrepeso, aumenta la tensión y la presión sobre los músculos abdominales haciéndolos más débiles y propensos a desarrollar una hernia. A lo largo del tiempo, este peso extra contribuye a un incremento del tamaño de la hernia.

¿Cómo puedo detectar si mi perro tiene una hernia? – Síntomas

La sintomatología depende en gran medida de la gravedad de la hernia, ya que en los desgarros no tan significativos o en los perros que la hernia se produce en el nacimiento, suelen no experimentar ni manifestar signos clínicos. Mientras que otro si desarrollan síntomas y signos graves u agudos, que según los órganos afectados podría resultar mortal.

El cuidador de la mascota a veces advierte síntomas poco específicos, como una ligera dificultad respiratoria, sobre todo cuando se estresa o hace ejercicio, junto con periodos de leve malestar gastrointestinal. En los casos graves o agudos, suele presentarse dificultad respiratoria, ritmo cardíaco anormal, sonidos cardíacos y pulmonares atenuados u otros signos de shock sistémico. Es posible que el abdomen se sienta vacío tras la palpación.

Del mismo modo, uno de los signos más perceptibles es el de una masa blanda con forma de burbuja, o el malestar general que suelen registrarse en los perros con afecciones, como la pérdida de apetito, vómitos, babeos, calambres, fiebre, adormecimiento de las piernas y letargo.

¿Qué debo hacer si mi perro tiene una hernia?

En numerosas ocasiones, se aconsejan métodos alternativos a la cirugía, como la pérdida de peso, la ingesta de medicamentos y la adopción de cambios en la dieta y el estilo de vida, antes de considerar la posibilidad de la intervención quirúrgica. Una vez agotado todas estas opciones y la hernia sigue sin cerrarse se recomienda la reparación quirúrgica de la misma, donde se proceda a disecar y eliminar el tejido fibroso que se ha formado alrededor de la hernia.

Estos son los otros tipos de hernia que deberían preocuparte

Las hernias en los perros constituyen desgarros o flaquezas en los músculos abdominales que posibilitan el paso de órganos internos o tejido graso a otras partes del cuerpo. Se distinguen cuatro tipos principales de hernias que perjudican a los caninos, que incluyen las hernias umbilical, diafragmática, inguinal y de disco.

En función del tipo, la manifestación de los síntomas puede ser un poco leves o poner en peligro la vida del animal si la afección no se trata, sin embargo, las hernias resultan ser muy tratables con atención veterinaria.

Hernias Inguinales

Las hernias inguinales en general pueden llegar a ser una afección grave donde supone un agrandamiento del canal inguinal (abertura en la pared muscular), mediante el cual se corre el riesgo de que el contenido abdominal se desborde por el canal o se abra en la ingle del perro.

Si bien no es su única causa, las hernias inguinales se deben a antecedentes genéticos y resultan más comunes en diversas razas como la raza pequinesa, pointer inglés, cocker o pinscher, por nombrar algunas.

Hernias Diafragmáticas

El diafragma está formado por el tabique muscular que separa el abdomen y el tórax. Por lo que un desgarro o rotura de este fino músculo se conoce como hernia diafragmática. Una forma de hernia diafragmática, la hernia diafragmática peritoneal-pericárdica, es congénita, es decir, se encuentra presente desde el nacimiento y se debe a un desarrollo defectuoso del diafragma en el feto.

Esta condición se detecta con especial frecuencia en los cachorros y debe considerarse por separado del tipo traumático de hernia diafragmática.

Al producirse un desgarro en el diafragma, el contenido abdominal, como el estómago, el hígado y los intestinos, corre el riesgo de entrar en la cavidad torácica. Este hecho comprime los pulmones e impide que se inflen completamente, lo que provoca la falta de aire. Mientras que los tejidos abdominales son capaces de irritar el músculo cardíaco, lo que ocasiona ritmos cardíacos anormales.

Hernias de disco

Las vértebras que integran la columna espinal en la espalda están protegidas por discos. Estos discos son redondos, como pequeñas almohadas, con una capa exterior resistente que rodea el núcleo, los cuales se encuentran entre cada una de las vértebras de la columna vertebral, los discos hacen las veces de amortiguadores de los huesos de la columna vertebral.

En términos generales, una hernia discal es un fragmento del núcleo del disco que es empujado fuera del anillo hacia el canal espinal a causa de un desgarro o rotura en el mismo, como consecuencia de este desplazamiento, el disco presiona los nervios espinales, produciendo a su vez dolor, y éste puede resultar severo. Referente a la zona en la que se padece el dolor depende de la parte de la columna vertebral que esté perjudicada.

¿Qué técnica quirúrgica se utiliza para operar a los perros?

En primera instancia la cirugía de reparación de hernia es necesaria solo si la hernia causa dolor y molestias a largo plazo, o dado el caso de que el dolor empeore.

De acuerdo a la técnica que se utiliza, la más conocida es la hernioplastia, el cual es un procedimiento quirúrgico que permite intervenir varios tipos de hernias tanto en los humanos como en los animales donde se cose un parche de malla sobre la región debilitada del tejido con el propósito de re-ubicar los órganos en su posición original. Puede realizarse mediante el método abierto tradicional o utilizando una técnica llamada laparoscópica.

¿Qué costo tiene operar una hernia umbilical a un perro?

No existe un costo en concreto pues depende en gran medida de los presupuestos otorgados en las clínicas de atención donde se llevará a cabo la cirugía.

¿Qué cuidados debe tenerse con un perro después de una operación de hernia?

El resultado de la corrección quirúrgica es excelente puesto que son muy pocos los cachorros que vuelven a tener una hernia e incluso hay pocas complicaciones con la recuperación. Una vez reparada la hernia, la probabilidad de que se repita en el mismo lugar es sólo del uno por ciento.

Luego de la cirugía deberá tener ciertos cuidados como mantener a su perro quieto, sin saltar, correr o jugar de una forma brusca como mínimo durante 10 días mientras se le curan las incisiones de la piel, con esto se reduce el riesgo de que se produzca una dehiscencia o rotura de las suturas. Para evitar que su perro se muerda la zona de la incisión, se opta por colocar un collar isabelino.