Cómo quitarle las manías a un perro – Guía de identificación y eliminación

Todos los perros tienen su propia personalidad y por ende unas características que los distinguen de los demás. Mientras ellos van creciendo, van adquiriendo nuevas experiencias y perspectivas de la vida; a la par de agarrar ciertas costumbres de algunos canes cercanos a él, sean sus progenitores, hermanos o incluso que sean amigos o solo se hayan visto en el parque.

De tal forma, el comportamiento que toman va quedando marcado y se intensifica en gran medida de acuerdo a la gracia que le encuentre la mascota y cada vez que vaya creciendo más. Para muchos de los dueños de caninos es feo ver que adopten esas manías que consideramos fuera de su comportamiento habitual, pero que para ellos son totalmente bien vistos y normal; aquí te explicaremos el origen de esto y lo que se debe hacer para corregirlo o evitarlo.

¿Cuáles son las manías más comunes en los perros?

Un perro puede tener algunas manías que se repiten en la mayoría de estos animales, así que a continuación te preparamos una lista de con unas de ellas que son muy reiteradas y podrá incluso tu perro tenerla.

• Que te espere tras la puerta, a parte de ser una muestra de afecto, también se vuelve costumbre.
• El hecho de tumbarse cerca de tus pies o sobre tus piernas.
• Dar vueltas sobre sí para buscar su cola.
• Rascarse constantemente pese a no tener pulgas.
• Al morder un juguete mueve su cabeza hacia los lados velozmente.
• Suele rascar la zona en que vaya a dormir (el piso o su cama).
• Prefiere sacar su comida del tazón para comer en el suelo.
• Girar en círculos en un área determinada donde hará sus necesidades.
• Enterrar huesos en distintos lugares del jardín.
• Puede comerse sus heces.
• Ser agresivo o estar a la defensiva ante la presencia de extraños.
• Destrozar elementos de sus dueños (muebles, colchones, ropa, zapatos…).
• Depositar su excremento y orina en distintos lugares dentro de la casa.

¿Por qué se producen este tipo de costumbres desastrosas?

La razón por el cambio de conducta de un perro se desconoce en sí, ya que puede ser generada por distintos factores. Uno de ellos y el más común es el parentesco o afinidad que tienen estas mascotas con sus dueños, es decir, que logran imitar los gestos y costumbres que su propietario tiene; un ejemplo de ello puede ser si tú eres una persona nerviosa o agresiva, posiblemente el can también lo sea.

Las emociones e instintos juegan un papel importante aquí, ya que a través de ellos el comportamiento de un perro puede cambiar drásticamente. En este sentido, la agitación de sus latidos en momentos de riesgo, con la presencia de su persona favorita, lo consentido que se tenga, etc.; harán que tu mascota actúe como tal.

Otro factor muy significativo aquí es el miedo, el cual está presente en muchos perros; por lo que se relaciona a situaciones o experiencias que ya ha vivido el can y esa ha sido su reacción, de modo que lo seguirá haciendo de por vida o hasta que lo eduquemos correctamente. En otros casos pueden ser derivados por problemas neurológicos o por algunos trastornos mentales.

¿Qué podemos hacer para corregirlas de manera efectiva?

1. Trata de regañar al can en el momento en que esté actuando de mala forma, esto le ayudará a comprender que lo que está haciendo no está bien; en vez de hacerlo tiempo después del acto, ya que así se podrá confundir.
2. Deberás dedicarle tiempo y atención bajo un entrenamiento que podrás aplicar denominado ‘adiestramiento en positivo‘, el cual consiste en que premies las bunas conductas de tu perro y no le prestes atención cuando actúe indebidamente.
3. No lo premies cuando realice alguna manía; pero tampoco se justifica que lo castigues, esto no tendrá efecto alguno sobre el perro.

¿De qué manera se puede identificar si la manía viene de un padecimiento de salud?

Una vez notes en tu mascota un cambio de comportamiento que se va tornando habitual (manía), debes asegurarte que no provenga de algún afecto en su salud. Por ello, no debe existir ningún síntoma como diarrea, vómito, fiebre, malestar corporal, irritación, molestias al caminar, jadeo, entre otros más que se dan en reiteradas ocasiones.

Tampoco deben haber unos efectos secundarios que acompañen la manía que tiene tu perro, es decir, que no pierda su capacidad para movilizarse, hacer ejercicios, sea descoordinado, pierda el sentido o la ubicación, se la pase durmiendo más frecuente, en fin; si cambia de por sí todo su comportamiento, esto significa que es derivado por alguna afección en su organismo.

¿Qué trastornos mentales pueden afectar a los perros?

Por lo general, los perros no se ven afectados directamente por trastornos, a menos que hayan sufrido alguna complicación que genere un golpe o trauma en la zona del sistema nervioso central y de allí provenga la causa. Sin embargo, el canino podrá padecer de ansiedad, estrés, depresión, ser compulsivo y obsesivo, acumular mucho miedo que resultan en fobias o ataques de pánico, entre otros más…

¿Cuál es el momento en el que debemos de acudir al veterinario o entrenador para pedir ayuda?

En realidad, las manías de los perros no es algo que sea preocupante o alarmante, pero existen casos puntuales que sí requieren de la visita a un etólogo o veterinario más especializado en el comportamiento perruno para poder saber qué es lo que le sucede y si realmente es normal o no.

De tal modo, cuando hayas intentado por varios métodos hacer cambiar o corregir la conducta de tu perro y no se ha logrado un resultado concreto sobre ello, entonces debes visitar lo más pronto posible a un especialista. También si ves que el canino presenta otros síntomas fuera de la mera manía o es insistente sobre lo que hace para llamar la atención, ya que así trata de comunicarnos su malestar.

A su vez, si lo ves muy deprimido, come con ansiedad, deja de comer, se la pasa estresado y alterado; aquí es otro momento en que deberás ser precavido antes de que suceda algo que no desees. En cualquiera de los casos expuestos, tienes que llevarlo a un médico de inmediato.