Cómo se presenta el aborto espontáneo en las perras – Causas y prevención
Las noticias de que llegarán nuevos miembros de la familia siempre son una gran sorpresa y para lograr que todo suceda de la manera más saludable para nuestra perra como sus crías, debemos tomar ciertos cuidados y precauciones para dar la bienvenida.
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No obstante, hay un gran índice de casos en que a pesar de que las perras llevan un buen embarazo, por algunos factores se ocasionan abortos espontáneos y aquí te estaremos comentando cuáles son las causas más frecuentes por los que suceden, así como el cuidado posterior que debes brindarle a tu perrita una vez tuvo el aborto.
¿Cuáles son los síntomas del aborto espontáneo en las perras?
Así como recién mencionamos, es posible que nuestra compañera canina tenga un embarazo llevadero, pero que por algunas circunstancias desfavorecedoras se desencadene en ella un aborto espontáneo. La perrita dará señales de que algo anda mal y aunque los síntomas que en breve te mencionaremos son los más comunes, a veces detectarlos no es nada fácil. La tarea no es sencilla debido a que sus señales de aborto espontáneo pueden ser inespecíficos si se tratan de:
- Vómitos
- Diarreas
- Apatía
- Dolor abdominal
- Pérdida de apetito
- Fiebre
A pesar de que estos son los más frecuentes, te comentamos que también hay unos indicativos más evidentes a que algo malo está sucediendo cuando existe un abundante sagrado o presencia de secreción vaginal.
Si es este el caso, lo primero que tienes que hacer es llevarlo con su médico veterinario de preferencia o que esté en guardia, pues es necesario que en esas ocasiones, sea un profesional quien se encargue de las circunstancias.
El especialista se encargará de informar a qué se está enfrentando la perra y los seguimientos que debe hacerle, además de explicar las posibles causas que produjeran el aborto espontáneo y en conclusión, determinar un diagnóstico completo.
Sabemos que en muchas ocasiones, las perras sufren del aborto espontáneo en nuestras casas o sitio donde esté en ese preciso momento, por lo que es casi imposible llegar a tiempo al veterinario y nuestra tarea será estar allí para ayudarla. Recomendamos ponerte en contacto vía telefónica con el veterinario, pues al tratarse de un especialista, podrá guiarte con indicaciones sobre lo que puedes hacer en dicha situación.
Posteriormente, debemos brindar todo nuestra atención, amor y apoyo a nuestra perrita porque es muy probable que se muestre cansada, triste e incluso, deprimida. Allí es cuando más cariño necesitará para que comience una recuperación rodeada de cariño, hasta que en algún tiempo vuelva a su estado de ánimo normal.
¿Qué es lo que provoca que una perra sufra un aborto espontáneo?
El embarazo en las perras consta de un equilibrio nutricional, hormonal y físico para que pueda desarrollarse de la manera más saludable tanto para la madre y las crías.
La importancia de estos tres factores mencionados, son sumamente importantes, pues gracias a ellos, los embriones se desarrollarán y crecerán de la manera correcta. Es fácil deducir que cuando ocurre una alteración de alguno de ellos, puede generarse el aborto espontáneo, más que todo cuando la perra entra en la última fase de su gestación.
Quizá de esos elementos, el que más propenso es a dar grandes consecuencias que terminen en la pérdida de sus crías, es el factor hormonal. Cuando las hormonas se ven afectadas o desajustadas, sus alteraciones casi siempre no tienen marcha atrás.
Por otro lado, las bacterias pertenecientes a géneros Lesteria o Brucella, pueden ser los causantes de una interrupción de embarazo. La causa microbiana genera cambios irreversibles hasta llegar al punto del aborto espontáneo; por ello, debemos estar muy dedicados a la limpieza y constante cambio de agua o comida de la perrita en gestación, pues los microorganismos (Neospora Caninum) pueden aparecerse en esos lugares y contaminarlos por medio de hongos.
En otros casos de causas que provoquen el aborto instantáneo, están los medicamentos o fármacos que ingiera la perra. Existen algunas medicinas que pueden tener efectos negativos al crecimiento y desarrollo de las crías, razón por la cual la única persona autorizada en administrar o recetar medicamentos y realizar un juicioso seguimiento, es el médico veterinario.
Entre las últimas posibles causas que puedan generar el aborto en las perras, pueden llegar a denominarse como factores no modificables, pues se trata de la avanzada edad que tengan las caninas. Es decir, si la perra ya es bastante adulta, tiene un alto índice de sufrir un aborto espontáneo, debido a que los embarazos en esta situación son de alto riesgo.
¿Cómo se diagnostica oficialmente si una perra ha sufrido o no un aborto?
En cuanto a las causas que puedan desencadenar un aborto espontáneo en las perritas, algunas veces pueden deducirse por la semana de gestación en que ocurre el incidente. Es decir, en mayor de los casos, si una perra sufre un aborto antes de las cinco semanas de embarazo, entonces el motivo se inclina a una posible relación de infertilidad en ella.
Cuando suceden estos casos, los embriones que no llegaron a desarrollarse pasan a ser absorbidos por el organismo de su madre e incluso, podría no llegar a notarse lo ocurrido debido a que lo único que queda en unos pequeños bultos en el vientre de la perrita. No obstante, que algunos embriones no se hayan reproducido y mueran, no significa que otros sí tengan lugar a generarse de forma saludable hasta que la perra los dé a luz. Este tipo de caso, supone un trauma menos impactante para la perra en comparación a otras circunstancias, como cuando el aborto espontáneo se da en la última etapa de embarazo.
Las perras tienen un tiempo estimado de 63 a 67 días de gestación y cuando la pérdida se genera pasadas las cinco semanas de embarazo, sí podría generar consecuencias mucho más graves para la perra, pues se trata de un proceso lleno de dolores severos que hacen la situación más complicada.
Más arriba mencionamos que uno de los síntomas de aborto espontáneo en las perras puede ser el flujo de sangre abundante. Cuando se está en esta situación es porque la gestación pasó las cinco semanas y los órganos de las crías ya comenzaban a desarrollarse; muchas veces con el flujo de la sangre también es expulsado un líquido con tonalidades oscuras que se trata de la placenta, así como puede también expulsarse a los fetos.
Que la perra expulse un gran flujo de sangre en sus semanas finales de embarazo, es el indicador oficial de que algo anda mal con la gestación y por ende, un probable aborto espontáneo.
Tratamiento posterior que debe seguir una perra que ha tenido un aborto espontáneo
Resulta primordial que lo primero que podamos hacer por nuestra perrita que acaba de sufrir un aborto espontáneo, sea llevarla a la clínica veterinaria para que esté a manos de especialistas que puedan tratar el delicado caso en cuestión.
Más que todo si el aborto fue para la última etapa de gestación, pues como explicamos recientemente, esta fase es la más delicada y debemos estar seguros de que después de la interrupción natural no se vea comprometida la salud de la perra, bien sea para descartarse derrames, infecciones o lesiones en su organismo.
Una vez la perra haya sido dada de alta en la clínica por haber culminado todo tipo de examen que descarte posibles daños internos, entonces podremos llevarla a casa y ahora estará en nuestras manos hacer todo lo posible por su pronta recuperación emocional.
Recordemos que luego de un trauma como el que puede estar pasando nuestra perrita, tenemos que demostrarle todo el cariño que le tenemos, así como evitar que ella se sienta sola pues, de ser así, su recuperación emocional podría tardar mucho más en darse. Sea cual sea que se tome el tiempo de recuperación general, nuestro trabajo será siempre estar para nuestra mascota y lo que necesite para que vuelva a su estado de ánimo característico.
Cómo prevenir que tu perra gestante sufra un aborto espontáneo
En el momento en que sospechamos y luego confirmamos el embarazo en una perra, debemos tener en cuenta que no se trata de una enfermedad que le imposibilite a nuestra mascota hacer actividades que la mantengan en un sedentarismo y por ende, conlleve a la obesidad que es un estado perjudicial para su salud durante su periodo de gestación.
Hay otros aspectos que debemos cuidar y tratar de evitar que nuestra perra se enfrente a esas situaciones las cuales te las estaremos comentando a continuación; así como también te diremos de aquellas actividades que pueda realizar sin temor a que la salud de sus crías y la de ella resulte perjudicada.
- Evitar el sedentarismo en la perra: bien mencionamos que el sedentarismo puede ser bastante grave para la canina que esté embarazada, pues su cuerpo estará es muy poco movimiento y eso desencadena obesidad. La obesidad como enfermedad provoca problemas cardiovasculares y articulares, cosa que tampoco ayudará a la gestación; llegando a generar complicaciones de alta gravedad.
- Evadir la obesidad: este factor y el anterior van de la mano, pues uno conlleva al otro y si la perra se mantiene sedentaria sin hacer sus juegos o actividades físicas normales, entonces subirá de peso al punto de alcanzar la enfermedad. Cuando una canina tiene muchos kilogramos por encima de lo considerado normal para su estatura o tamaño y además se encuentra embarazada, pues los niveles del riesgo a que sus crías sean expulsadas, aumentan considerablemente; esto se conoce como distocia.
Una perra en estado gestante puede realizar sus actividades físicas cotidianas, jugar, pasear, incluso correr, las dinámicas pueden ser canceladas solo si el médico veterinario lo determina por cuestiones de riesgo en salud tanto de la madre como sus cachorros.
- No exponer a la perra a temperaturas muy altas: de por sí, los lugares donde se exponen muy altas o bajas temperaturas pueden generar conflictos en el bienestar del perro y en este caso que hablamos sobre las perras en gestación, ellas son las que más afectadas pueden verse.
Si se trata de bajas temperaturas, esto puede conllevar a que la canina se enferme, cambie su normal comportamiento por uno decaído y luego, no tardará en perder las ganas de comer; lo mejor que podemos hacer para evitar alguna afección en invierno es mantenerla protegida de las temperaturas muy bajas. Asegúrate de mantenerla correctamente abrigada para sus salidas al parque o cualquier otro caso que implique salir, ya que el choque o impacto de temperaturas también puede ser perjudicial para su periodo gestante.
Si el invierno puede ser una temporada fuerte para las perritas embarazadas, pues el verano también puede llegar a ser incluso más grave. Las olas de calor en verano consiguen afectar a un grupo de caninos, entre esos están las perras embarazadas, los cachorros, adultos avanzados y aquellos perritos que sufran enfermedades respiratorias o del corazón.
La razón por la que el calor puede ser fatal para las perras en gestación es debido a que su metabolismo está mucho más acelerado que de costumbre; así que lo aconsejable es que te asegures de mantenerla hidratada con agua muy fresca y lugares sombreados donde pueda resguardarse del fuerte calor.
- El agua fresca es indispensable: tal y como recién mencionamos, la perra necesita tener constante hidratación sea cualquier temporada climática durante su transcurso de gestación, pues ella buscará beber agua tantas veces quiera y necesite para regular la temperatura de su cuerpo que podría elevarse continuamente debido al metabolismo acelerado, por esa razón debemos ocuparnos en que su cacerola de agua esté llena de agua fresca.
- Las actividades de alto riesgo deben quedar en el olvido: es importante que no malentiendas este mensaje, ya que se trata de olvidar aquellos juegos donde su zona abdominal pueda sufrir golpes y por ende, termine lastimando a la perrita embarazada e incluso llegue a ser tan grave que provoque el aborto natural. La canina puede hacer otro tipo de asuntos como caminar, tomar sus paseos e incluso correr de manera moderada, de tal forma seguirá activa del mejor modo para su situación.
Bien, ahora te comentaremos un par de actividades que podría realizar sin que su salud se vea complicada y termine generándose un indeseado aborto. También recomendamos que te pongas en contacto con el especialista para que este te confirme que, dichas actividades, sí pueden llevarse a cabo.
- Puedes viajar en carro con tu perra en estado de gestación: si los viajes en coche no producen vómitos o mareos en tu perrita entonces dicha actividad no supone mucho riesgo y puedes hacerlo tranquilo en compañía de tu mascota.
- La perra sí que puede bañarse: por alguna razón esta situación genera mucha duda para los dueños de perritas embarazadas y no están seguros si puedan someter a la perra a baños. La cuestión es que sí se puede siempre y cuando se usen productos (champú o jabones) especiales para caninos que no contengan insecticidas o químicos similares.
Debes evitar darle baños a la perra si eso supone un acto de mucho estrés o nervios para ella, más que todo si ya está en las últimas semanas de gestación. Si le encantan los baños y pasa un rato agradable como divertido, entonces no hay nada que se oponga a que lo hagas; por el contrario, si no es fanática y se rehúsa a las duchas, entonces déjalo y luego podrás hacerlo, la idea es evitar cualquier situación engorrosa para ella.
Siendo los dueños de nuestras mascotas sabemos aquellas actividades que suponen de muchos nervios, estrés o momentos de incomodidad que pueda sentir el perro, sabiendo cuáles son entonces dejaremos de exponerlos a dichas actividades y nos enfocaremos de aquellas que los hacen sentir relajados, alegres o felices.
En especial si estamos tratando a perras embarazadas, pues emociones muy fuertes para ellas como el estrés pueden desencadenar un aborto natural y con ello, una fuerte tristeza en nuestra mascota peluda, estamos plenamente seguros de que no es eso lo que se desea y por ello recomendamos que cualquier asunto a realizar sea de total y pleno agrado para el animal.