¿Cómo educar a mi perro para que no muerda? Evita conductas agresivas en tu perro

Es habitual sobre todo en los cachorros la naturaleza de morder todo, dependerá en gran medida de la educación que el cuidador le dé al perro. Por lo tanto debemos tener presente que la mordida en los perros son inevitables, la cuestión no es acabar con su naturaleza o instinto, lo que se debe hacer es redireccionar a través de la enseñanza esa conducta para que pueda morder solo lo que está destinado a ello como su juguete por ejemplo.

Es por ello que en este artículo te enseñaremos cómo enseñar que tu perro a no morder con los mejores trucos que tienen los adiestradores que le enseñarán a gestionar su comportamiento. Todo esto sin la necesidad de regañar ni maltratar a nuestro perro, y que realmente todas estas prácticas no funcionan en ninguna medida para mejorar la conducta de nuestro perro.

¿Por qué muerden los perros?

Primero debemos conocer las verdaderas razones por las cuales nuestro perro nos muerde. Para eso debemos enfocarnos en cómo estamos educando a nuestro perro.

Existen parámetros esenciales en la educación, qué se basan en nuestra conducta e interacción con el perro, estas conductas transmiten lo que perro necesita para que pueda modificar su conducta. Por lo tanto el mayor responsable de que los perros nos muerdan o a otras personas siempre será el cuidador.

Ahora bien la conducta visible es que el perro muerda, sin embargo esa acción es consecuencia de una causa que no es aparente y que en gran medida el cuidador tiene responsabilidad. Es por ello que nos enfocaremos en los puntos que no son visibles, ya que solo podemos ver la conducta negativa, pero no vemos las causas de ella.

Lo primero que el cuidador debe observar al momento de adiestrar o educar a su perro es la coherencia de nuestras acciones. Esto quiere decir que si a nuestro perro le permitimos montarse en un sofá, pero en otra ocasión los regañamos por ello, esto crea una irregularidad y una inconsistencia al momento de adiestrar.

El resultado es un perro que no sabe ni entiende cuál es la conducta correcta debido a nuestra inconsistencia a la hora de poner las reglas. Por lo tanto de forma inconsciente, con la inconsistencia lo que hacemos es estimular una conducta que para nosotros es negativa, aumentando la conducta que justamente queremos eliminar.

Otro factor importante al momento de adiestrar es que nuestro perro tenga la estimulación adecuada en su hogar, es decir un perro que está todo el día en un lugar muy pequeño con poco o nada de estimulación, esta situación le proporcionará altos estados de ansiedad por no poder saciar ni quemar su energía tanto física como mental.

Es por ello que debemos proveer las actividades, juegos, juguetes y todo lo necesario que necesite para que pueda tener la estimulación necesaria.

Técnicas para enseñar a mi perro a no morder

Siguiendo con las técnicas que utilizan los adiestradores para la mejor educación de nuestro perro y una de las que en gran parte falla es en cómo acariciamos con nuestro perro. Ya que al acariciarlo generalmente se hace bajo un estado de excitación o de exceso de emoción.

A contrario de lo que los adiestradores profesionales recomiendan qué es siempre interactuar bajo un estado de calma con el que podremos transmitir a nuestro perro.

De la mano con la inconsistencia que ya hemos explicado, debemos tener bien delimitado cuáles son las normas. Ya que si nuestra conducta es coherente el perro nos podrá entender de la mejor forma.

Englobando todo lo que te hemos explicado y de la mano con estas enseñanzas que aplican los adiestradores debemos preguntarnos si somos previsibles para nuestros perros. Es decir sí ejecutamos de forma correcta todas estas indicaciones podremos aplicar la técnica para que más nunca nos vuelva a morder nuestro perro.

La primera es utilizar juguetes mordedores qué servirán como los estimuladores de esta conducta que aprobaremos premiando al perro. En caso de que nos muerda ya sea en nuestro pantalón o por la zona de los tobillos, tendremos que dirigir su atención con un premio con la técnica de anzuelo.

Cómo evitar conductas agresivas en los perros

Muchos pensarán que es un problema que el comportamiento de nuestros canes dependa enteramente de nosotros, pero al contrario, es una bendición que el temperamento de nuestros perros dependa en gran medida de nosotros mismos, ya que gracias a eso, así como se crío un perro con mal carácter, se podrá criar uno de mil amores, o tratar de adiestrarlo para que vuelva a ser manso, si en algún punto se tornó violento, todo depende.

Es importante detectar la raíz del problema, es decir; todo pasa por algo, lo perros no son violentos por gusto, algo los llevó a ese estado. Muchos factores pueden influir en el carácter de un perro, cosas como emociones, crianza, contacto con el mundo, etc.

Existen distintas formas de lograr que nuestros perros no se conviertan en un dolor de cabeza, como por ejemplo:

• Logrando que nuestro can tenga un buen contacto con el exterior, es decir, que comparta con otros animales y humanos. El compartir con otros seres le permitirá verse inmerso en un ambiente conocido y amigable, evitando así que este perciba todo como algo desconocido y así, deba ponerse a la defensiva.
• Brindándole estímulos  para que pueda drenar toda la energía acumulada, es decir; sacándolo a pasear, haciendo ejercicio con él, dotándolo de juguetes para su diversión, etc.
• Criándolo en un ambiente amoroso. Es un hecho que los perros son el reflejo de su crianza, así que si un perro crece en un entorno amoroso, en el que se le trate como uno más de la familia, se le de amor, comida, ejercicio, contacto con otros seres vivos, etc. Podrá rodearse de estímulos positivos que lo harán crecer sin mal carácter ni ningún tipo de resentimiento.

Cómo educar a mi perro para que no muerda

Como mencionamos anteriormente, una de las formas más útiles para criar un perro manso y que no muerda, es logrando que se críe en un ambiente en el cual el perro se sienta querido, sin ningún tipo de estrés ni de estímulos negativos.

Es importante entender que todos los perros muerden, ya que bien sabemos que la boca del cachorro es su principal elemento de interacción con el mundo, enfoquémonos en que interactúe de una forma positiva. Estos intentarán morderte cuando estén jugando contigo, por ejemplo. Pero llegará el punto en el que tenemos que aprender a diferenciar entre un »mordisqueo amigable» y uno potencialmente peligroso. 

Existen distintos métodos para educar a tu perro y no lograr que precisamente deje de morder, porque eso no sería natural, sino para que aprenda a controlar la fuerza de sus mordidas. Refuerzos positivos, penitencias, etc. Son algunos de los métodos que puedes usar para lograr tu cometido.

Un método recomendado para lograr que nuestro perro controle la intensidad de su mordida, es el de la mordida blanda. ¿En qué consiste?, sencillo, este método consiste en que  dejaremos que nuestro perro nos muerda, pero justo en el momento en el que este ejerza la presión que queremos, lo interrumpiremos con un leve, »ay, ay», pero sin gritar. Luego de que el perro haya soltado su mordida y se haya apartado, lo premiaremos con una galleta, es decir; un refuerzo positivo.

Cómo educar a un perro agresivo

Muchos piensan que entrenar a un perro luego de que ha crecido es una labor imposible, y no es así, vaya que es posible. Una conducta agresiva es algo que no debemos dejar pasar por alto nunca, bajo ninguna circunstancia, porque puede desencadenar en hechos mucho más serios.

Es bien sabido que las principales señales de que nuestro perro es agresivo o violento son:

• Ladridos a personas desconocidas y otros animales.
• Gruñidos.
• Enseñar sus dientes y gruñir.
• Morder de distintas formas.

Los perros pueden ser agresivos por distintas razones, bien sea por un sentido de protección, de forma territorial, al expresar dolor, por ser posesivo, por miedo, etc. Pero sea cual sea la razón por la cual este está actuando de esta forma, debe ser parada a tiempo. Luego de determinar la causa de la agresión, tendrás que acudir si o si a un entrenador canino profesional, ya que si es bien cierto que puedes empezar con el entrenamiento básico en casa, siempre será necesaria la mano de un profesional.

Lo importante en estos casos es, como dijimos anteriormente, no dejar pasar por alto ningún tipo de agresión, bajo ninguna circunstancia.

Formas de corregir o castigar a un perro

Es importante saber la diferencia entre corregir y castigar, ya que no son lo mismo. Una forma de corregir a un animal, es mediante refuerzos y estímulos positivos , buscando la manera de que este logre su objetivo. Ahora bien, castigarlo significa de plano que hizo algo mal, por lo que hay que reprenderlo de alguna forma. Muchas veces la gente con poca experiencia acude a los castigos negativos, como incurrir a la violencia excesiva en contra del animal, lo que en muchos casos, causa un efecto inverso a lo que quieren lograr.

Castigar a un perro mediante golpes, solo hará que este sienta miedo, ansiedad y resentimiento, el cual proyectará de alguna forma. En muchos casos, estos mismos castigos, son los que logran que el perro termine siendo violento. Es recomendado castigarlo privándolo de cosas que desee, siendo así un refuerzo negativo. Un castigo bastante común, es el »sit» o »quieto», el cuál hará que el perro se sienta aludido por un momento. Podrás repetirlo la cantidad de veces necesarias.

Aunque, si hablamos de castigos efectivos, nunca estará de más acudir a una leve sacudida de pescuezo, para que este sepa de primera mano quien es el líder de la manada.

Ahora bien, formas de corregir, existen muchas, podremos encontrar refuerzos positivos, juegos, técnicas como la anteriormente descrita »Mordida blanda», etc. Cada una variará según el propósito que tengas con tu perro.

Formas de corregir o castigar a un perro

A la hora de entrenar las conductas de tu perro, siempre es una gran bifurcación el escoger si usar los refuerzos positivos, o el castigo. Según los expertos, es muy importante aplicar ambas, pero de forma que los castigos, sean controlados, ya que de lo contrario, nuestro perro podría crecer violento y con resentimientos.

Primero que todo, al entrenar a tu perro, es importante dejarle claro que el no es el líder de la manada, lo eres tú, partiendo de eso, podrás proceder a castigar a tu perro cuando se lo merezca.

Una de las formas más efectivas de castigar a tu perro, sin golpearlo, es sacudiéndolo firmemente del pescuezo, mientras vocalizas cosas como »Tshhhh», »Sit» o »No», con un tono firme y de autoridad.

La violencia física no es el único castigo, ya que siempre puedes acudir a privar a tu perro de algo que disfrute, es decir; juguetes, refuerzos positivos como golosinas para perros, cariños, cojines para dormir, etc.

Es importante que tratemos a nuestros perros como uno más de la familia, esto implica el enseñarlos como a un hijo, ya que la educación de tu can, es bastante importante, sobre todo si no quieres que crezca siendo un animal hostil y lleno de irá.