¿Cómo cuidar a mi gato si está enfermo? – Alimentos y resguardo en casa

Hay ocasiones en las que nuestro felino no se sentirá bien y eso puede estar relacionado con un problema de salud o una enfermedad; si es el caso debemos asegurarnos de que tenga los mejores cuidados y atenciones para que su salud se pueda restablecer rápidamente y vuelva a tener la misma energía que antes.

¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en los gatos?

Por lo general, si tu gato tiene las vacunas al día y cumples con las visitas al veterinario no debería enfermarse, sin embargo, siempre queda una brecha en la que un virus o una infección pueda atacar a tu felino. Saber cuáles son las enfermedades más frecuentes en los gatos te ayudará a cuidar mejor a tu gato y estar preparado.

La otitis es una enfermedad muy común en los felinos y los canes, puede ser causada por ácaros o bacterias, debes estar al pendiente de si tiene secreciones marrones en las orejas o se rasca mucho y está incómodo.

Otra enfermedad muy frecuente es la conjuntivitis, que es una inflamación de la mucosa del ojo causada por agentes ambientales, alergias o infecciones. Se caracteriza por la abundancia de lagañas y opacidad de la córnea.

La leucemia es una enfermedad que se puede transmitir por los fluidos, como la saliva, sangre u orina. Si no se cuida puede llegar a la muerte de la mascota. Se caracteriza por la debilidad y anemia.

¿De qué forma debes de alimentar a tu gato si está enfermo?

Bajo las indicaciones del veterinario es posible cocinarle algunos alimentos al gato en casa, las proteínas que se utilizan son por lo general pavo y pollo. El objetivo de cocinarle estos alimentos es que se anime a comer y así pueda tomar fuerzas. Es importante que siempre evites usar sal o salsas al momento de cocinarle a un gato. En el caso del pollo y el pavo, debes cocinarlo sin piel, ni huesos, ni sal, una alternativa es sancocharla y luego desmenuzarla, puedes combinarlo con arroz cocido con agua, recuerda no emplear sal, un plus que le puedes agregar es el aceite de oliva.

Si tu gato rechaza esta comida, puedes probar con sardinas o mejillones en aceite de oliva, siempre son una buena alternativa, aunque no debes basar su alimentación solo en estas dos comidas. Consúltale al veterinario o a un experto en nutrición de animales qué alimentos puedes incluir en su dieta para que le proporcione todos los nutrientes que necesita en ese periodo de convalecencia.

¿Qué hacer si tu gato no quiere comer?

Si tu gato se niega a comer estas comidas y su pienso habitual debes comunicárselo al veterinario. Es posible que la enfermedad que está padeciendo tenga alguna repercusión en su estómago, o bien que debido a su estado de debilidad haya contraído alguna otra bacteria o una infección. En cualquier caso, el veterinario te indicará cuál es el procedimiento a seguir.

¿Cómo debes de atender las necesidades especiales de tu gato enfermo?

Luego de que hayas llegado a casa de visitar al veterinario, y este te haya dado las indicaciones y el tratamiento que tu gato debe seguir, es importante que ubiques a tu mascota en una habitación tranquila, en ella debes colocarle su cama o las mantas que usa, su cuenco, agua, y arenero. No es necesario dejarlo encerrado, a menos que le hayan diagnosticado una enfermedad contagiosa, como la rinotraqueítis felina. 

Otra cosa fundamental es que le des mucho amor, acarícialo, péinalo con tus manos, y hazle saber que lo quieres y que te importa, le dará ánimos para reponerse rápido. Como medida preventiva debes lavarte las manos antes y después de estar en contacto con él.

Tampoco te olvides del agua, es crucial que tu felino se mantenga hidratado, si no quiere beber intenta con una jeringa, debes evitar que se deshidrate. En caso de que se niegue por completo puedes levantarle el labio superior y podrás ver una pequeña separación entre sus dientes, hidrátalo por ahí.

¿Cuál es la manera de debes de arropar a tu gato enfermo?

Mientras esté convaleciente debes mantenerlo abrigado y calentito, de este modo él se sentirá más cómodo y a gusto y también evitarás que se enferme de gripa o de hipotermia. Recuerda que sus defensas están bajas y es susceptible a cualquier enfermedad, virus o bacteria.