Cómo es el embarazo psicológico de las gatas – Síntomas y diagnóstico

En este artículo veremos todo sobre el embarazo psicológico en gatas, analizando sus síntomas, además de cómo diagnosticarlo. Alrededor del mundo millones de personas tienen gatos como mascotas, gracias a la compañía y cariño que brindan a sus dueños, siendo uno de los animales domésticos favoritos en todo el planeta.

Al igual que todos los mamíferos, los gatos pasan por un proceso de gestación, sin embargo, el problema sucede cuando hay un embarazo psicológico, siendo un concepto muy interesante de analizar para estar atentos con nuestra gata, conociendo al final de este artículo todo sobre este tópico.

¿Qué es lo que provoca que una gata tenga un embarazo psicológico?

Todo esto se debe a una cuestión hormonal, ocurriendo en gatas no esterilizadas y hasta en gatas esterilizadas. En el momento en el que una gata tiene su celo, el útero produce un quiste conocido como cuerpo lúteo, el cual una vez pasa el celo debe ser eliminado, pero en el caso de los embarazos psicológicos no sucede, dando paso a la producción de una hormona sexual llamada progesterona.

La función de esta hormona es la de preparar el cuerpo de nuestra gata para tener a sus crías, realizando todos los cambios que debe tener al quedar embarazada, haciendo que tanto la mente como el cuerpo de una gata se sienta en un embarazo real, sin importar que no haya sido fecundada por ningún gato macho.

¿Cuáles son los síntomas que se presentan en el embarazo psicológico de una gata?

Si estamos en un 100% seguros que nuestra gata no se reprodujo con ningún gato, bien sea porque está esterilizada o vivimos en una residencia donde no se pudo haber escapado, en caso de que sufra un embarazo psicológico notaremos los siguientes síntomas, los cuales son muy parecidos a los de un embarazo biológico, tales como:

Leche en las mamas

Podemos notar los pezones de nuestra gata inflamados, tomando un tono más rosado y con sus glándulas mamarias mucho más grandes de lo normal. Incluso, puede llegar a producir leche materna como alimento para los gatitos que deberían venir en camino.

Incremento en el apetito

Debido a todos los cambios que está sufriendo su cuerpo, nuestra gata presentará un incremento en su apetito, ya que necesita recompensar los componentes alimenticios que ha usado en su gestación psicológica. Puede presentarse la situación donde tengamos que darle el doble de comida que podía comer antes de su embarazo psicológico.

Inflamación en su abdomen

Justo como si estuviese de verdad embarazada, nuestra gata tendrá una inflamación en su abdomen, ya que uno de los cambios más notorios en el cuerpo de una gata cuando está embarazada, es que tiene un barriga más grande, la cual permite que los gatitos estén mejor posicionados.

Secreción de flujos

Durante el embarazo es normal que una gata expulse flujo vaginal , presentándose durante los primeros 10 días. De igual forma que sucede en una situación con un embarazo real, debemos estar al tanto de que no se prolongue por mucho tiempo ni que estos flujos tengan un tono rojizo o marrón, ya que puede significar la presencia de una infección en el útero.

Usa objetos como si fueran sus crías

El instinto maternal de nuestra gata se activará durante todo este proceso, usando incluso objetos como crías, los cuales pueden ser una almohada o un peluche, limpiándole, intentando alimentarlo, acicalándolo, etc. Para este comportamiento debemos reconocer el objeto que haya escogido y respetarlo como si de un gatito se tratara, ya que puede sufrir de mucho estrés si tratamos mal a su cría.

Se esconde más de lo normal

Por último, veremos que nuestra gata se esconde en lugares oscuros o esquinados, haciendo esto en búsqueda de una cuna donde dejar a sus gatitos. Si nos preocupa este comportamiento por no saber dónde se encuentra, podemos prepararle nosotros mismos una cuna que pueda escoger, sabiendo dónde estará escondiéndose.

¿Cómo se diagnóstica un embarazo psicológico en una gata?

Principalmente lo podremos diagnosticar al notar alguno de los síntomas anteriormente mencionados, siendo evidente que no tiene ningún gatito pero contando con todos los comportamientos propios de un embarazo. Por otra parte, recomendamos descartar cualquier otra situación llevando a nuestra gata a un veterinario, el cual puede confirmar si se trata de un embarazo psicológico o no.

¿Qué debemos hacer ya que hemos detectado que está embarazada psicológicamente?

Una vez hayamos recurrido a un veterinario que nos confirmó el embarazo psicológico, es hora de tomar algunas medidas para esta condición por la que pasa nuestra mascota. Para esto tenemos que ponernos en acción con varios frentes, tales como tener cuidados especiales, hacer uso de remedios naturales y esterilizar a nuestra gata. Cada uno de estos puntos los explicaremos detalladamente a continuación.

Cuidados especiales

Remedios naturales

Si nuestra gata no tiene un embarazo psicológico muy avanzado, podemos darle algunos remedios naturales que calmen su ansiedad y estrés, siendo la valeriana una excelente opción para quitar estos problemas, permitiendo que tenga en optimas condiciones su sistema inmunológico.

Esterilización de la gata

Por último, la esterilización de nuestra gata es efectiva para prevenir el embarazo psicológico y el embarazo biológico. Si bien una gata puede sufrir de un embarazo psicológico al estar esterilizada, las probabilidades bajan en un gran porcentaje, ahorrándonos el problema a nosotros y a nuestra mascota.