¿Cómo es el cáncer en la piel de gatos? – Tipos, síntomas y diagnóstico
El cáncer se trata de un abultamiento celular anómalo, mejor conocido como tumor, cuando se habla de cáncer en la piel, se determina que el tumor lesiona la piel o el tejido subcutáneo de dicho órgano. Estos en específico suelen ser altamente diagnosticados en los gatos debido a su gran visibilidad.
Aunado se encuentra la continua intrusión de los factores ambientales que pueden causarlo, entre los que se distinguen radiación solar, compuestos químicos cancerígenos y los virus. No solo ello, sino que también se incluyen los antecedentes genéticos, hereditarios y hormonales, además de la compleja mezcla de otros posibles factores de riesgo.
¿Qué tipos de cáncer se pueden presentar en la piel de los gatos?
Distinguirlos no siempre es tarea fácil pues existen muchos tipos de tumores cutáneos. Por lo general, se manifiestan a través de pequeños bultos o protuberancias, sin embargo, también pueden mostrarse en forma de zonas carentes de pelo, parches despigmentados, erupciones o úlceras no cicatrizadas. Puesto que son tan diversos, es preciso confiar su detección a un veterinario.
Carcinoma de células basales
Se suele originar en el epitelio basal de la piel, es decir, de la capa externa de la piel llamada epidermis. De hecho, es uno de los tipos de cánceres de piel más comunes en los animales, específicamente hablando de los gatos, es más frecuente observarlo en los de edad mediana y avanzada que en los gatos jóvenes. Según los expertos los gatos siameses resultan proclives a padecer este cáncer.
Cabe de destacar que este tumor de células basales cuando se diagnostica maligno o, en su defecto, canceroso, es posible la ulceración no cicatrizada y la infección del tumor.
Fibrosarcoma
El fibrosarcoma es un cáncer localmente agresivo de los tejidos blandos que no es en lo absoluto común, tiene un pronóstico incierto que depende directamente del grado y del tratamiento aplicado. Es posible que intente extenderse hacia otras partes del organismo, aun así, esto les tomará tiempo.
Si el gato tiene fibrosarcoma, creará una protuberancia o bulto visible bajo la piel tras la administración de una inyección. Sin un tratamiento quirúrgico exhaustivo y radioterapia, la mayoría de los tumores pueden reaparecer en el plazo de un año. No obstante, con un control total local, el cincuenta por ciento de los gatos pueden sobrevivir durante varios años.
Carcinoma de células escamosas
De acuerdo a los expertos, la piel se encuentra constituida a partir de varias capas de células, de las cuales la capa escamosa se encuentra en la parte superior, por ello, este tipo de cáncer es conocido como dermatitis solar visto que su causa directa es la exposición al sol. Puesto que este tipo de cáncer surge de las células escamosas, es posible que los tumores proliferen en todas las zonas en las que están instaladas estas células.
Se trata a menudo de una única lesión que se manifiesta a través del enrojecimiento y la erupción de costras, estas se suelen localizar en la piel debajo de la placa de la uña, las puntas de las orejas, la nariz o la esquina de los ojos, las cuales dan la impresión de ir y venir, por consiguiente, pueden confundirse con una pequeña abrasión.
Este tipo de cáncer puede evolucionar y exigir una intervención quirúrgica o terapias especializadas, como la radioterapia, para poder tenerlo bajo control. Si en dado caso, aparece en los parpados o la nariz del felino, allí sería casi imposible realizarle cualquiera de las intervenciones. Del mismo modo se puntualiza que este cáncer tiende a permanecer localizado por lo que no se considera invasivo.
En caso de extenderse, lo puede hacer hacia los ganglios linfáticos situados bajo la barbilla del gato o causar una metástasis pulmonar, ante lo descrito, se precisa que el veterinario tome muestras del tejido con el fin de comprobar si el tumor se ha extendido más allá de su zona originaria.
Mastocitoma
Este cáncer se encuentra en los mastocitos del sistema inmunitario del gato, y se clasifica de acuerdo a su localización en la piel, la presencia de inflamación y su grado de diferenciación. En síntesis, se tiene tres grados, en el primero, las células se encuentran diferenciadas por lo que no existe posibilidad de llegar a una metástasis; en el segundo, hay menos diferenciación y existe riesgo de metástasis local agresiva.
Por lo que ya en el tercer grado, la ausencia de diferenciación es muy marcada, y el potencial de metástasis es alto. En términos generales, mientras más diferenciado esté el mastocitoma, mejor será el pronóstico y la evolución.
Al igual que los otros tipos de cáncer, se manifiesta como una protuberancia sobre o bajo la piel, habitualmente se localiza en el tronco y el perineo, o también se han visto casos en la pata o alrededor de la región de la cabeza y el cuello.
Empieza a manifestarse por medio de vómitos, pérdida de apetito, picor extremo, agrandamiento e inflamación de los ganglios linfáticos. Entre sus factores de riesgo más comunes se distingue la genética, la inflamación y la irritación.
Al parecer, los gatos siameses son más susceptibles a estos tumores que otras razas de gatos destacándose los tumores de mastocitos cutáneos histiocíticos, pese a que cualquier gato puede padecerlos. Adicionalmente, la edad promedio en la que se tienden a desarrollar estos tumores es de 10 años, sin embargo, se han registrado caso de gatos menores de un año y de hasta 18 años que también los han desarrollado.
¿Qué síntomas presentan los gatos que tienen cáncer en la piel?
En los gatos, el cáncer de piel adopta diversas formas, donde al igual que todo lo relacionado al cáncer, sus síntomas van a depender de la ubicación y grado de severidad del tumor. En un término general se encuentran las lesiones, las úlceras, las costras, las protuberancias verrugosas (que se pueden confundir con picaduras de insectos o reacciones alérgicas) y los abultamientos en la piel que de hecho, pueden ser de color negro, marrón, gris, rosa o rojo.
Pero si el tumor es subcutáneo no será perceptible el abultamiento por lo que puede pasar desapercibido por meses y meses, después de estar inactivo, de repente su crecimiento puede resultar abrupto y de un alto grado, aquí es usual observar enrojecimiento y acumulación de líquidos, en algunos casos, puede que los órganos aumenten de tamaño.
Es importante vigilar cualquier bulto o protuberancia inusual en su gato y buscar ayuda veterinaria si considera que se trata de algo fuera de lo normal.
¿Cómo podemos detectar si nuestro gato tiene cáncer?
Pese a no estar siempre relacionado, el cáncer de piel en los gatos suele estar causado por la exposición al sol. Quienes más riesgo corren son los gatos de pelaje claro o blanco y/o de pelaje fino o escaso, especialmente si han experimentado quemaduras solares en algún momento.
Según algunos estudios, el hecho de lamer compulsivamente ciertas zonas también puede dañar la piel y aumentar la posibilidad de padecer cáncer de piel. Ante ello, se debe tener en cuenta estos factores para determinar si nuestro gato padece de cáncer en la piel.
Aunado se encuentran los cuadros clínicos antes mencionados, y la manifestación de signos como protuberancias y abultamientos que cambian de tamaño constantemente en cualquier parte del cuerpo, aunque claro, por lo general no podemos saber si un animal tiene cáncer con sólo mirarlo. Por ello, al notar algo inusual, se precisa acudir con urgencia al veterinario de confianza.
¿De qué forma se diagnostica el cáncer en la piel de los gatos oficialmente?
Los tumores que son característicos en el cáncer, en general pueden ser benignos o malignos (cancerosos). Así, en el caso de los tumores benignos, no son invasivos, ni se extienden a otras extremidades del cuerpo, por lo que son fáciles de extraer por medios quirúrgicos. Por el contrario, los tumores malignos sí pueden expandirse y provocar daños en el organismo del animal.
Y es que discernir entre un tumor benigno y un cáncer es algo que exige amplios conocimientos y equipamiento de laboratorio. Un veterinario puede efectuar una aspiración de células con aguja fina o una biopsia, de modo que las células puedan examinarse bajo el microscopio y así poder determinar si el bulto es canceroso o no.
En caso de que la muestra no pueda fijar un diagnóstico (y muchas veces no lo consigue, ya que son muy pequeñas), el veterinario estudiará si es adecuado realizar una biopsia quirúrgica a su mascota, o también existe la posibilidad de tomar una muestra liquida de los ganglios linfáticos o realizar radiografías solo si existe sospecha de un tipo de cáncer que se extiende rápidamente.
Una vez diagnosticado un tumor maligno, se debe determinar con certeza si el cáncer se ha propagado a otros lugares del cuerpo, por lo que surge como necesidad realizar una estadificación, lo que incluye una mezcla de análisis de sangre, análisis de orina, radiografías de los pulmones y posiblemente una ecografía abdominal.
¿En qué consiste el tratamiento de los gatos que tienen cáncer en la piel?
La forma de tratamiento variará en función del tamaño, grado de severidad del tumor y de la cantidad de tumores existentes. Por fortuna, la mayoría de los cánceres de piel tienen un tratamiento satisfactorio y presentan una alta tasa de éxito en cuanto a cura se trata.
En primera instancia se trata de aliviar el malestar de los signos como las erupciones, el enrojecimiento y las úlceras de la piel, las cuales pueden tratarse a tiempo de que se conviertan en cancerosas. Con todo, se les puede ofrecer alternativas de tratamientos que incluyen radiación o quimioterapia.
Aun así, la cirugía resulta ser el mejor control a largo plazo de la enfermedad, siempre que el tumor pueda extirparse por completo, es decir, que no queden células cancerosas, por eso mismo, no es extraño enterarse que los gatos necesitan que se les extirpe ciertas zonas para eliminar el cáncer que se encuentra en excesivo crecimiento.
En este sentido, en el caso de los tumores que aparecen en los dedos de los pies, es necesario amputar el dedo afectado, y en el caso de los tumores que aparecen en la nariz, puede ser necesaria la extirpación parcial de la misma.
Sin embargo, si el tumor es pequeño y no se ha extendido o propagado a otros órganos, puede extirparse mediante criocirugía, el cual se trata de un procedimiento de congelación y posterior extracción.
¿Es posible que mi gato con cáncer contagie a otros gatos?
En general no, el cáncer no resulta ser contagioso. No obstante, en los gatos existe la conocida leucemia felina que aunque en los humanos es un tipo de cáncer, en los gatos es un virus altamente contagioso, es más, figura como una de las enfermedades infecciosas más comunes en los gatos.
Es la causante de cuadros anémicos y el cáncer, solo perjudica a los gatos puesto que no puede transmitirse a las personas, a los perros ni a otros animales. Se suele trasmitir por los medios usuales como la saliva, la sangre y, en cierta medida, la orina y las heces, una vez afuera, el virus no sobrevive después de tantas horas.