¿Qué hacer si mi gato tiene la barriga hinchada y dura? – Causas

Al igual que los seres humanos, los animales también son propensos a enfermarse y tus mascotas no son la excepción. Si has notado que tu felino tiene el estómago hinchado o la panza dura, es señal de que algo no está bien con tu mascota.

Por lo tanto, es necesario determinar qué es lo que lo está causando y si es necesario, llevarlo a la veterinaria. Todo esto con el fin de saber si es algo normal o conocer la razón del por qué se le inflamó la panza.

¿Cómo puedo saber si mi gato tiene la panza hinchada?

A veces, la hinchazón puede deberse a que nuestra mascota ha comido más de lo debido. Esto puede provocar una ligera molestia que no requiere atención médica, pero si la inflamación persiste más de lo normal.

Además de esto, su panza se siente dura, ya se trata de algo serio. Algo que no sucede cuando el animal padece de diarrea por algún alimento en descomposición ingerido.

¿Cuáles son las razones más comunes por la que los gatos se inflaman del abdomen?

Debes tener en cuenta que existen muchísimas razones por las cuales un animal se le inflamó la panza o tiene la barriga hinchada. Algunas de las razones más comunes pueden ser a causa de algún alimento. Lo recomendable es que antes de proceder con cualquier medicamento y demás, se vaya a la veterinaria más cerca y que sea un profesional quien examine al animal.

De un mismo modo, algunas de las razones por las que la panza inflamada aparece en estos animales, se puede deber a lo siguiente:

Ascitis

La ascitis es la inflamación anormal del estómago de un felino. Esta se produce por la acumulación de líquidos en el abdomen, lo que puede ser provocado por algún alimento o medicamento. Esta enfermedad puede ocasionar problemas para respirar. En caso de tornarse grave la situación, puede causar la muerte del animal.

Esta afección se da de una manera muy sutil y se puede confundir con sobrepeso. Viene acompañada de otros síntomas tales como: debilidad, dificultad respiratoria, falta de apetito y vómitos. Es recomendable acudir a la veterinaria más cercana o de confianza en este tipo de situaciones.

Peritonitis infecciosa

Esta es una enfermedad causada por un coronavirus que afecta a los gatos. Uno de los síntomas más característicos de este virus, es la acumulación de líquidos en la zona abdominal. Así que es normal ver en felinos diagnosticado con esta situación, la barriga hinchada o la panza dura.

También puede provocar lesiones inflamatorias en los ojos o sistema nervioso, generando problemas de la vista y desequilibrio al movilizarse. Esta enfermedad es bastante grave y avanza muy rápido, en el peor de los casos, puede provocar la muerte. A tener en cuenta, esto no tiene nada que ver con la diarrea. Esto en caso de que presente algún síntoma por el estilo.

Tumores hepáticos

También llamados tumores primarios, estos son aquellos que se originan en el hígado. Se considera que son causados por factores externos como las toxinas ambientales, los limpiadores químicos o hasta incluso algunos conservantes químicos en la comida de tu mascota.

Puede considerarse una posible causa potencial para la generación de estos tumores hepáticos. Así que ten mucho cuidado en situaciones donde notes que el animal tiene la panza inflamada.

Hiperadrenocorticismo

Es una endocrinopatía muy poco usual y que se caracteriza por presentar altos niveles de cortisol en la sangre. Esto puede ser provocado por dos factores: un tumor localizado en las glándulas o un tumor en la hipófisis.

De este padecimiento se han registrado muy pocos casos y es más frecuente en gatos adultos y de avanzada edad. Son más propensas las hembras a padecerlo y hasta ahora, no posee cura.

Parásitos intestinales

Hay diversos tipos de parásitos intestinales que afectan a los gatos, pero son los más pequeños quienes tienden a padecerlo con más facilidad. Esto se debe a que su sistema inmunológico aún está en desarrollo.

Entre los síntomas que generan estos parásitos están: falta de apetito, barriga hinchada, vómitos, falta de energía, diarrea, entre otros. La edad del gato determinará en qué grado puede verse afectado por estos gusanos intestinales.

Empacho

También conocido como indigestión, es posible que se presente en gatos. Suele ser causado por un repentino cambio en la alimentación del animal. Tal cambio puede provocar una panza inflamada y otros malestares físicos.

Para notar que nuestro gato presenta empacho, debemos prestar atención a la sintomatología que muestre la mascota. Por lo general, suelen ser dos o más de estos síntomas: abdomen inflamado o panza dura, fiebre, vómitos, adelgazamiento, sonidos estomacales intensos y frecuentes.

Envenenamiento

Es una intoxicación en gatos, producida por ingestión, inyección, exposición o inhalación de sustancias tóxicas. Los felinos al estar expuesto a dichas sustancias presentan síntomas afectivos que ponen en riesgo su vida. Entre estos, podemos mencionar:

• Dificultad para respirar.
• Piel irritada.
• Estornudo, tos y salivación excesiva.
• Problemas gástricos, barriga hinchada y panza dura.

Necrosis hepática

Esta enfermedad se presenta cuando alguna parte del hígado padece de cambios que no le permiten cumplir con sus funciones. Cuando esta se presenta en una sola área, no ocurre grandes trastornos. Si se diera en todo el órgano, puede llevar a la insuficiencia hepática.

Los síntomas más frecuentes que podremos ver en nuestras mascotas serían, vómitos, pérdida de peso y presión arterial alta. El tratamiento va a depender de que lo causó, puede ser desde una hepatitis hasta una infección grave.

Por lo general, el veterinario recomendará una serie de medicamentos y mucho reposo. Si la situación se torna muy grave, habrá que realizar un trasplante de hígado. Lo bueno es que no tendrás que lidiar con la barriga hinchada o la panza dura.

¿Qué hacer si se le inflamó la panza a mi gato?

Lo cierto es que hay muy poco que se pueda hacer por cuenta propia si notamos que el gato tiene la barriga hinchada o la panza dura. Lo recomendable es acudir a una veterinaria y que sea un profesional que haga el diagnóstico.

Evita a toda costa proporcionar líquidos o medicamentos que ayudan con la hinchazón. No sabes cómo puede reaccionar al animal y puedes agravar la situación. Así que cuando notes que tu animal tiene la panza inflamada o la barriga hinchada, quita el alimento, proporciona un poco de agua y acude con un especialista.

¿De qué forma se debe realizar el diagnóstico de la hinchazón en la panza de mi gato?

Una de las principales causas de la panza dura o barriga hinchada suele ser la ascitis que provoca un derrame abdominal. Para el diagnóstico, el veterinario realiza un examen físico completo y un análisis del líquido ascítico extraído. Algunos exámenes extras son los siguientes: análisis de sangre, radiografía abdominal, ecografía abdominal, análisis de orina.

¿En qué consiste el tratamiento para la inflamación abdominal de los gatos?

El tratamiento para la panza inflamada o barriga hinchada va a depender del motivo de la hinchazón. Si se trata de una enfermedad infecciosa, se debe tratar con antibióticos. En el caso de que fuera un traumatismo, se toma en cuenta una posible intervención quirúrgica.

Si se trata de un tumor, se debe plantear seguir un tratamiento adecuado o una cirugía para poder bajar la panza inflamada o barriga hinchada. Si en cualquiera de los casos se presenta un edema abdominal, la medicación a seguir será indicada por el veterinario especialista.

¿Cómo podemos prevenir que a nuestro gato se le inflame la panza?

Si bien no podemos evitar que un gato tenga la barriga hinchada o la panza dura, si podemos tomar precauciones para reducir el riesgo. Algunas recomendaciones que deberíamos seguir serían:

1. No permitir que tu gato salga de casa sin supervisión.
2. Vigilar las ventanas y balcones de tu casa para evitar caídas.
3. No lo mediques por ti mismo, siempre debes acudir a un profesional.
4. Mantente al día con el calendario de vacunas para gatos.