Cómo cuidar a una gata y sus crías recién nacidas correctamente – Guía útil

Ser participe de todo el proceso de gestación y alumbramiento por el que pasa una gata es una experiencia inolvidable, llena de ternura y también muchísima responsabilidad. El cuidado que requieren los felinos domésticos es muy importante durante el transcurso de todo este periodo. Puesto que es un momento delicado en la vida de estos animalitos. En esta guía te preparamos para volverte un experto en el cuidado de una gata y sus crías recién nacidas.

¿Qué debemos darle a una gata para que pueda cuidar correctamente a sus crías?

Las gatas son seres completamente capacitados para la tarea de parto, sus instintos naturales las llevan a ser una mamás excelentes, saben lo que requieren y el tipo de lugar en el cuál les será más conveniente realizar su tarea.

Lo que quiere decir que muchas veces los dueños no pueden elegir el lugar exacto donde se acomodarán las pequeñas crías recién nacidas, más si se sabe el lugar en donde la futura madre está planeando acomodarse, es recomendable adaptar de manera más cómoda su estancia. Una cesta o una caja limpias y secas son opciones que tu gata agradecerá.

Durante los dos meses en los que una gata se encuentra en periodo de gestación , es necesario un cambio alimenticio, que  aporte a su dieta muchas más proteínas y vitaminas que la fortalezcan a ella y a los pequeños. Además de un pienso de buena calidad, la integración de caldo de pollo, sardinas y espinacas  ayuda de manera contundente tanto a su sistema inmune como a la hemoglobina.

La combinación de una buena dieta y la toma de vitaminas ayuda a que una gata esté preparada para el momento de parto, volviéndola fuerte  y aumentando las probabilidades de éxito durante todo el proceso, las vitaminas que se sugieren durante el periodo de embarazo y luego en la lactancia son:

• Ácido fólico.
• Hierro.
• Vitamina C
• Omega 3

¿Cómo podemos mejorar el confort de la gata y sus bebés recién nacidos?

Una vez una gata da a luz, necesita ciertas atenciones para que tanto ella como sus crías puedan sentirse cómodos. Un lugar correctamente planificado y atendido será la cuna permanente de la camada y evitará que la gata en cambie a sus bebés de sitio. Existen diferentes reglas a seguir para conseguir el confort de los felinos, desde la ubicación hasta el seguimiento en la higiene del lugar durante todo el ciclo de lactancia.

Cama y mantas suaves y cálidas

El lugar donde se acomode una gata junto con sus crías además de estar provisto de mantas y situarse en un sitio poco concurrido, debe mantenerse muy limpio. Es necesario el cambio periódico de las mantas ya que las crías al estar muy pequeñas ensuciarán diariamente las sábanas  en donde se encuentren y por más que una gata conserve la higiene del lugar, lo más aconsejable es mantener mínimo un cambio diario de las mismas.

Correcta alimentación

Desde el periodo de gestación hasta el de lactancia, la gata aumentará sus necesidades alimenticias, requiriendo una dosificación más abundante de la comida que se le ofrezca, además de una dieta más rica en nutrientes y proteínas. La frecuencia de alimentación de una gata durante estos periodos es de al menos cuatro veces al día y en cantidades uniformes.

La correcta alimentación de una gata no sólo beneficiará el desarrollo de los gatitos en su vientre, sino que al momento de alimentarlos tendrá la energía suficiente para amamantar de forma correcta a sus crías.

Una correcta alimentación va de la mano de un buen alimento seco para gatos y las proteínas de los alimentos vegetales, es necesario recordar que los felinos son animales de naturaleza carnívora, por lo que es esencial brindarle entre sus comidas diarias, carnes rojas, blancas y alimentos abundantes en proteína como son los huevos.

Seguimiento veterinario

La asistencia médica es crucial en cualquier embarazo, el veterinario en sus constantes y exhaustivas revisiones puede determinar la situación de la gata y sus gatitos, detectando si ocurren carencias en el embarazo o si la madre padece algún tipo de enfermedad.

Las crías desde el desarrollo dentro de la madre pueden ser supervisadas, logrando así un conocimiento sobre su estado de salud, número de gatitos y posibles complicaciones a la hora del parto. Un veterinario también puede dictar un plan de cuidados bastante completo para todo el proceso por el que pasa una minina embarazada.

¿Cuál es el comportamiento normal que tiene una gata con sus crías recién nacidas?

Las gastas son unas mamás muy protectoras, sobre todo en el tiempo en que sus crías están recién nacidas, la madre les otorga toda su atención y las cuida con celo de los seres que se acerquen.

Pueden presentarse agresivas al acercamiento humano, más esto es un comportamiento instintivo intrínseco en ellas. Existen los casos en los que las gatas que ya no son primerizas y tienen un fuerte lazo con su amo, no les importa el acercamiento que tenga este con sus crías, pues sabe que no representa ningún peligro.

En general la respuesta que las gatas tienen con sus cachorros es inmediata, si se encuentra separada de ellas y las escucha llorar, acudirá rápidamente a su llamado, procurará mantenerlos bien limpios desde el momento en el que les quita el saco amniótico al nacer, hasta que ellos sean capaces de mantener su higiene por ellos mismos.

Es común que una gata que esté amamantando se vea inclinada a comer más o a ir en busca de alimentos fuera de casa, ya que el requerimiento de nutrientes que necesita para poder alimentar por medio de su leche a sus hijos es bastante más alto que el de una gata doméstica en estado normal. Por lo mismo siempre debe estar provista de alimento para evitar estas conductas.

¿Qué conductas anormales debemos observar en una gata que acaba de dar a luz?

Es necesario mantener una vigilancia constante ante las diversas conductas que puede presentar una madre felina durante el periodo de crecimiento de sus bebés, pues estos pueden alertarnos de diferentes complicaciones que estén pasando tanto ella como las  crías.

Rechazo de sus crías

El rechazo hacia una o más crías es una clara alerta a que algo malo está sucediendo, sea con la madre o los bebés, puede significar distintas cosas, en el caso de que afecte a la madre, puede denotar que no está obteniendo los nutrientes necesarios para mantener alimentados a sus cachorros, por lo tanto no se encuentre dispuesta a encontrarse con ellos.

Otro factor que puede inferir en el rechazo de alguna cría es que ésta desde el nacimiento haya venido con algún problema genético o contrajera una enfermedad mientras se daba su desarrollo.

Lo cuál hará que su madre la abandone para acelerar más rápido la posible muerte del animal y así no verse afectadas las demás crías. Este método puede parecer un acto indolente por parte de la madre, más es un proceso completamente natural entre los animales, en donde la madre busca aminorar el padecimiento de su cría.

Existen ocasiones en las que una madre no desarrolla los instintos necesarios para afrontar las actividades del embarazo, estos casos pueden darse si la gata es primeriza o su parto ocurrió por cesárea, en este último caso la conducta de la gata se debe a la inconciencia sobre que ya dio a luz, por lo tanto no reconoce a la camada.

Enfermedad postparto

Diferentes escenarios pueden darse luego de que una gata da a luz, por lo tanto un dueño debe estar atento a las actitudes y síntomas  que tenga la madre durante todo el proceso. Existen diversas reacciones que pueden darse luego del parto.

Las hemorragias son consideradas normales hasta cierto punto, sobre todo si la madre es primeriza, puede presentarse un sangrado leve y constante que irá disminuyendo al pasar dos días del parto. es debido a que el útero termina de expulsar el contenido interno y restos de placenta.

Cuando el sangrado no es considerado como ‘normal’ es cuando se presenta en grandes cantidades, lo que puede sugerir un ruptura o desgarro interno.

Otro evento que puede ocurrir es la metritis felina. Una inflamación del útero generalmente causada por algún tipo de infección postparto. Estas infecciones suelen efectuarse si el parto se realiza en un lugar sin la higiene requerida o por la retención a largo plazo de la placenta o los gatitos en el vientre.

La mastitis es un caso bastante recurrente en gatas que han concebido más de una vez, es un tipo de infección que inflama las glándulas mamarias, dejándolas duras y con tendencia al sangrado. Una gata que presente esta afección no podrá alimentar a sus crías y probablemente luzca decaída y débil.

Cambia de lugar a los bebés continuamente

Existen muchos casos en los que una gata decide cambiar a sus crías de lugar, esto puede significar que el sitio en el que se encuentran no está provisto de las comodidades requeridas como cuna para los bebés o también que la gata no siente que sea un lugar seguro.

Las madres felinas pueden sentirse alertadas y cambiar de lugar de forma constante a sus hijos si notan que es muy concurrido o los humanos ingresan mucho al lugar en donde sus crías se encuentran. La constante manipulación de éstas no es una acción que agrade a la mayoría de las madres, mucho menos en el tiempo inicial del `periodo de cría, en donde los bebés se encuentran más vulnerables.

No lame ni cuida a sus gatitos

Como anteriormente se mencionó, es posible que una gata pase de ocuparse de sus hijos si encuentra alguna malformación o patología que comprometa gravemente a la salud del bebé, también si ella se encuentra enferma no podrá hacerse cargo de sus crías.

Lo mejor en estos casos es llevar a la camada a una revisión médica donde el veterinario pueda determinar el problema, si es por algún bebé, posiblemente el dueño deberá hacer el trabajo de la madre ocupándose de su nutrición, limpieza y otros cuidados. Por otro lado si la madre es la que presenta algún tipo de inconveniente, deberá seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico para que las vidas tanto de la madre como los gatitos no se vean en peligro.

Maullido excesivo

Los maullidos son llamados de atención que realiza la gata cuando requiere algo, si estos suceden en el proceso de parto o luego, pueden significar que la gata esté teniendo problemas o algún tipo de dolor. En estos casos lo mejor es acudir al veterinario con brevedad para lograr identificar el problema.

¿En qué momento debemos acudir al veterinario por la actitud de una gata recién parida?

Una gata saludable será una mamá sagaz y protectora con sus bebés recién nacidos, se le observará en constante movimiento en el cuidado de ellos además de en la búsqueda de alimento para mantenerse capacitada para entregarles una correcta alimentación en sus primeros meses.

Si una gata presenta conductas enfermizas, decaimiento y descuido hacia sus hijos serán la clave de que está sucediendo algo malo. Una gata pude verse nerviosa e insegura, más siendo primeriza pero esto no es significado de algún padecimiento anormal entre los felinos.

Es necesario poder mantener una vigilancia constante sobre la camada para determinar cualquier tipo de actitud sospechosa. Por ende la gata y sus gatitos deben estar acomodados en un sitio en el que puedan sentirse seguros y al mismo tiempo haya posibilidad de supervisarlos.

Si una gata no tiene apetito en el tiempo en que amamanta a sus gatitos es una clara alerta de que su estado de salud no es optimo, este tipo de reacciones pueden deberse a infecciones u otro tipo de patologías. En el caso de que la falta de apetito dure más de un día es necesario acudir al médico.

Otras actitudes que requieren de una inmediata revisión médica son los temblores y la debilidad seguidos de incapacidad para levantarse. Estos síntomas pueden significar una pérdida de calcio a niveles críticos. en una gata que esté amamantando. Estos casos suelen darse entre la primera semana y el mes de nacidas las crías.

Diferentes enfermedades y eventos pueden ocurrir durante el primer periodo de desarrollo de los bebés, en donde la vida de la madre como los gatitos se ve comprometida. Por lo tanto una atención constante por parte del amo ante las actitudes de la camada será de gran importancia para una correcta culminación de esta etapa.