Hígado graso en perros: Causas, síntomas y tratamiento para la hepatitis
Existen condiciones de salud que afectan a nuestros perros desde qué son cachorros, por lo general estas enfermedades serán consecuentes a lo largo de su vida. Los cuidadores en este sentido debemos dar lo mejor de nosotros para poder dar la mejor calidad de vida posible.
Una de las enfermedades que ha afectado a muchos perros y que es una condición que aunque no es mortal si no se trata puede complicarse es la del hígado graso o hepatitis en perros.
La hepatitis infecciosa canina aunque no es una enfermedad que puede estar a las personas puede tener ciertas consecuencias en nuestros perros. Su forma de transmisión es a través de la nariz del perro, lo que lo hace una vía muy vulnerable teniendo en cuenta la importancia del olfato para el perro como interacción tanto social como de captador de información.
Cómo se contagia de hepatitis el perro
Su contagio puede ser por contacto con otro perro infectado, por contacto con algún objeto que tenga esta infección, o por transfusión de sangre pudo haber sido transmitido por el uso de una inyección todos perros y que uno haya estado infectado.
El virus al ingresar en sus fosas nasales buscar alojarse en ciertos órganos del cuerpo en ese caso estaremos explicando que sucede cuando afecta al hígado el perro generando lo que conocemos como hígado graso.
Aquí entra un factor determinante para la salud de nuestro perro y es su buena alimentación a través de un pienso balanceado y con el porcentaje proteínico y vitamínico que necesita para su buena salud.
Esto tomó importancia, ya que con una buena alimentación sistema inmune y los anticuerpos que combatirán este tipo de virus podrán actuar de una mejor forma evitando que se agrave la situación o que pueda entrar en un estado crónico.
Uno de los síntomas que podemos identificar al momento en que nuestro perro tiene algún tipo de contacto con estos agentes vírico, es que nuestro perro empezará a perder su apetito, observaremos un perro con una disminución de su actividad física, debilidad y posiblemente presente fiebre.
El momento en que el virus se aloja en los órganos debilitados empezarán cuadros de vómitos, diarrea, estados de desequilibrio por la alteración del sistema nervioso, desorientación y dificultad al caminar.
En perros que tienen un sistema inmune bastante debilitado puede entrar en estados hemorrágicos severos que cocinar y a la muerte con el pasar de los días. Otro de los síntomas que hace referencia a problemas hepáticos es que exista presencia de sangrado en la orina del perro. Sus síntomas tanto evidentes para los médicos veterinarios que el problema puede ser tipo hepático.
Cómo podemos evitar este tipo de problemas hepáticos
Como ya hemos mencionado la alimentación cumple un papel determinante tanto en la prevención como al momento de presentar defensa a través del sistema inmune para combatir este tipo de enfermedades.
Por tal motivo debemos no solo usar el mejor pienso posible a nuestros perros, si no que además en cantidades con relación a la raza, el tamaño y el peso de nuestro perro. Esto es importante porque el sobrepeso pueden generar este tipo de problemas hepáticos.
El caso puesto es el de desnutrición o deficiencia alimentaria que hace referencia no a la cantidad de alimento posible sino a la calidad nutricional de él. Por este motivo los mejores pienso siempre serán los que tienen un mayor porcentaje de proteínas y suplementos vitamínicos que complementan la salud del perro.
Qué puede causar los problemas hepáticos en nuestro perro
El primero y más común es por causas degenerativas, esto quiere decir que nuestro perro ya tiene una edad mayor por lo tanto su sistema inmune está debilitado y es más propenso y vulnerable a este tipo de problemas.
Que aunque no ocasionan directamente el problema hepático a nivel médico se consideran pre hepáticas por lo tanto a futuros y que puede generar alguna enfermedad del hígado. El crecimiento anormal del tejido hepático conocido como tumor, ya sea benigno o maligno es una de las causas más comunes en este tipo de enfermedades. Entre ellos pueden ser considerados como primarios o en su evolución metastásicos.
¿Qué es el hígado graso en perros?
Es importante que sepas que los perros, al igual que los humanos, cuentan con un hígado. Este es un órgano que forma parte del sistema digestivo, sin embargo, sus funciones van mucho más allá de ayudar a la digestión. Es importante que sepas que gracias al hígado tu cuerpo puede deshacerse de varias toxinas. Así mismo, ayuda al almacenamiento de glucógeno, sintetiza proteínas de suma importancia y maneja la vesícula biliar. Con esta última te ayuda a digerir grasas.
El hígado graso ocurre cuando las funciones que cumple el hígado se ven afectadas por el almacenamiento de tejidos grasos encima del mismo órgano. Esto causa que las funciones que regula dentro del cuerpo empiecen a fallar.
¿Qué produce el hígado graso en los perros?
Estas causas son muy variadas, pero usualmente pueden verse reflejadas en los hábitos alimenticios del perro. Muchas veces nos damos cuenta que le damos comida «humana» a nuestros animales, sin darnos cuenta que esto es terriblemente perjudicial. Esto se debe a que la sal es terrible para sus sistemas. Cuando la consumen, tanto los riñones como los hígados de nuestros amigos peludos se afectan, pues no están hechos para procesar estos condimentos.
Es importante que sepas que los perros también pueden desarrollar diabetes, que es un desorden el cuál evita que el cuerpo procese el glucógeno. Si tu perro tiene los síntomas de esta enfermedad, puede que también tenga un hígado graso.
Por último, los expertos dicen que los perros que han tenido hepatitis tienen un mayor riesgo a desarrollar hígado graso.
Síntomas de hígado graso en perros
- Ictericia: Cuando el hígado no puede mover la bilis de manera correcta, este liquido amarillo se empieza a filtrar hacia la piel a través de la sangre. Esto hace que tanto la piel como todas las membranas mucosas del perro se vean de un color amarillento. Esto lo puedes comprobar moviendo el pelo de tu perro y viendo su piel, o abriendo su boca y observando sus encías.
- Ascitis: Esto es un problema que sucede cuando hay una acumulación de líquidos en el abdomen del perro. Cuando el perro tiene hígado graso, este se hincha. Es por ello que podrás observar un bulto en el costado de tu perro. Esto se conoce como hepatomegalia.
- Diarrea y vómitos: Esto se debe a que el cuerpo no será capaz de digerir la comida de manera correcta pues le va a faltar el apoyo del hígado durante este proceso.
Cómo se diagnostica el hígado graso en un perro
En este caso, tienes que tomar en cuenta que si la piel del can y sus membranas presentan un color amarillento, lo más seguro es que haya problemas con el hígado. Una vez puedas dar este pronóstico inicial, debes llevar a tu perro al veterinario.
Una vez estés allá, el veterinario realizará las pruebas pertinentes en el propio consultorio para probar la condición de tu perro. En primera instancia, va a palpar el área del hígado para ver si el perro reacciona con dolor o si no le molesta. Luego, va a verificar las encías y nariz del perro buscando indicios de coloración amarilla por la bilis.
En caso de que los primeros diagnósticos sean correctos, el doctor te indicará que se tiene que hacer un eco al perro para poder ver en que estado se encuentra el hígado. Por otro lado, vas a tener que hacerle también un examen de sangre que pase por laboratorio para así poder ver como se han afectado los valores en la sangre de tu amigo peludo.
Tratamiento para el hígado grado de perros
Es importante que sepas que el hígado graso es una enfermedad que no tiene un medicamento específico para su tratamiento. Es por ello que la gran parte del tratamiento que tu veterinario vaya a recetar van a ser cambios en el estilo de vida de tu perro. En primera instancia, vas a tener que cambiar los hábitos alimenticios de tu perro.
Los perros con hígado graso usualmente necesitan comer proteínas de calidad y bajas en grasa, por lo que usualmente recetan pavo y pollo como principal sustento proteínico. Estas deben representar un 20% de todo el ingreso de calorías que tiene el perro.
También tienen que consumir carbohidratos. Estos van a representar un 45% del ingreso de calorías que hay, para llevar un 65% entre carbohidratos y proteínas. Algunas hortalizas como la zanahoria sirven perfectamente, aunque también hay personas que utilizan arroz blanco. Este solo se hierve y no se le agrega ningún condimento.
Por último, el 30% de las calorías deben ser por grasas. Estas pueden conseguirse en los alimentos concentrados para perros, también llamada Perrarina. Aún así, muchos doctores omiten esta parte de la dieta y hacen que los perros consuman vitaminas, lo cuál es un suplemento mucho más sano para los canes.
Comida casera para perros con problemas de hígado
Esta receta es muy buena, pues contiene en la medida correcta todo lo especificado en la lista de valores que se dio anteriormente. Para ella vas a necesitar:
- Media libra de pechuga de pollo con piel
- Libra y media de arroz
- Una zanahoria
- Aceite vegetal
- Los suplementos que haya indicado el veterinario.
En primer lugar, vas a cocer la pechuga. Esto lo puedes hacer en el horno, en una olla de presión, en una plancha o en una freidora de aire. Lo importante es que no frías la carne del pollo, pues esto contiene muchas grasas.
Por otro lado, el arroz lo vas a hervir sin agregar ningún tipo de aderezo. Una vez este bien hervido, expulsa el agua restante. En la misma olla que preparaste el arroz, puedes preparar una zanahoria al vapor.
Todo esto que hemos preparado lo vamos a porcionar según la medida de nuestro perro y las indicaciones del doctor. Antes de servir, debes poner un poco de aceite vegetal al plato de tu perro, pero esto no va a ser más que una pequeña cucharada.
Cuidados extra para un perro con hígado graso
Los perros con hígado graso siempre deben cuidarse del abdomen, pues cualquier golpe o punzación va a ser terriblemente dolorosa por su condición en el hígado. Es importante que a la hora de acariciar a tu perro tengas mucho cuidado en como aplicas presión sobre su panza.
También, los perros con hígado graso tienen que empezar a hacer cambios en sus actividades físicas. Muchas veces, los perros obesos que tienen hígado graso tienen que terminar inscritos en instituciones especiales que se encargan de rehabilitar animales obesos. En cualquier caso, el veterinario te va a ordenar que hagas que tu perro empiece a hacer mucho más ejercicio.
Esto puede ser lanzando su pelota, llevándolo al parque o haciendo que trote a tu lado. Además de esto, se te recuerda que tu can no va a poder consumir ningún tipo de comida humana por razones obvias.
Cómo evitar que mi perro tenga hígado graso
Esto es muy fácil. Un perro con normalidad va a intentar llevar una vida llena de ladridos, velocidad y oler traseros. Cuando vayas al parque, asegúrate de que tu perrito corra bastante e intente interactuar con otros perritos. Cuando te des cuenta, tu perro estará cansado y va a haber realizado una buena actividad física.
También es importante que sepas que le estás dando de comer a tu perro. Si no le das comida de humanos, con eso vas genial. Aún así, te recordamos que existen distintas marcas de pienso o comida para perros que cumplen con distintos valores de calidad. Usualmente Purina y Pedigree son las marcas más recomendables.
También es importante que sepas si los otros perros de la comunidad presentan enfermedades. Siempre debes saber esto para así evitar que tu animal tenga contacto con perros que puedan tener hepatitis, la cuál siempre va a hacer que tu perro desarrolle hígado graso.