¿Cuáles son las enfermedades cutáneas más comunes en un perro?- Guía completa

Los problemas dermatológicos suelen ser muy comunes en los perros, las cuales en su mayoría se reducen a una inflamación y picor en la piel, o en casos extremos, la pérdida del pelaje, también llamada alopecia. De hecho, las enfermedades cutáneas son unos de los principales motivos de consulta veterinaria, ya que afectan considerablemente la calidad de vida del perro y les provoca un malestar agudo.

Dichas afección de la piel puede deberse a una gran variedad de factores, desde parásitos externos, como pulgas y ácaros, hasta alergias y trastornos endocrinos graves. Si bien algunas afecciones son posibles tratarlas en casa, si el problema empeora o se prolonga más allá de una o dos semanas, lo mejor es acudir al veterinario.

¿Qué es una infección cutánea y cómo saber si mi perro tiene una?

En primera instancia se debe tener en cuenta que son infecciones que perjudican directamente la piel, la cual mantiene a su cargo múltiples funciones como la regulación de la temperatura corporal, la defensa inmunológica, la percepción sensorial, la producción de vitamina D, y básicamente forma una barrera entre el animal y el medio ambiente.

Por ello y otras tantas razones es el blanco de diversas enfermedades tanto internas provenientes de procesos patológicos de otros tejidos como externas con sus factores medio-ambientales.

Asimismo se caracterizan por el picor e irritación frecuente o prolongada. Dicho síntoma puede manifestarse luego de que nuestro canino realice una actividad en específico, ingiera un alimento en particular u ocurra en el tiempo exacto de una estación del año. Otros signos y síntomas perceptibles son las llagas, erupciones, bultos, enrojecimiento, caspa, resequedad o piel seca, aunado a la perdida de pelo.

¿Qué hongos y bacterias pueden provocar una enfermedad cutánea en un perro?

Una realidad inevitable es que las bacterias viven de manera habitual en la piel no solo de los perros sino que también en los seres humanos, sin provocar ninguna dificultad o afección, hasta que llegan las condiciones adversas a debilitar la barrera protectora de la piel y causar, en consecuencia, una infección, la cual se manifiesta con manchas circulares de color rojo.

Algo similar ocurre con las infecciones por hongos, las cuales se originan comúnmente en las zonas cálidas con difícil acceso en el cuerpo del perro, como las orejas y su canal auditivo, entre las garras, las uñas y los pliegues de piel, en este sentido, la piel puede engrosarse, lo que provocaría que el perro se muerda la zona infectada.

Esta forma de infección puede hacer que la piel de los perros cambie de color, el pelaje se vuelva grasoso y brote un olor penetrante y desagradable.

Tiña

La tiña es un hongo altamente contagioso tanto para los animales como los seres humanos, este hongo en particular provoca manchas circulares en la piel con tonalidades rojas, el pedazo de piel se muestra inflamada con una pequeña elevación similar a una concha, sin pelo alguno y con picores  frecuentes. Con fortuna, esta infección fúngica es una enfermedad inusual en los perros, y cuando ocurre, suele aparecer en la cabeza, las patas y las orejas.

Aquí al igual que con todas las infecciones es imprescindible que ponerse en contacto con el veterinario de manera inmediata, en el caso de detectar signos de irritación, para poder aplicar un tratamiento tópico que elimine el hongo y evite su propagación.

Fungosis

Esta enfermedad infecciosa arremete contra la piel de las mascotas debido a la proliferación de un hongo que penetra en la piel, el pelo y las uñas de los perros. Los más proclives  a  contraerlo son los que están en frecuente exposición a la humedad o sitios que no tengan ventilación, estos dos factores son los encargados de provocar una invasión de hongos. Entre sus síntomas más notables se distinguen la alopecia, el eritema y el prurito o picazón.

Pioderma

La pioderma corresponde a una infección bacteriana de la piel que lamentablemente suele acontecer con bastante frecuencia, sus lesiones varían en grados de profundidad, algunas pueden resultar superficiales y afectar sólo a la epidermis, o profundas donde afectan a la dermis o el tejido subcutáneo.

Pioderma superficiales: En términos generales son erosiones superficiales de la parte externa de la epidermis. Un ejemplo de esta enfermedad, es el intertrigo, que afecta a los pliegues de piel en zonas como la cara, la vulva, la cola y las glándulas mamarias por parte de las hembras, también puede repercutir en los pliegues cutáneos de los perros con obesidad.

O los puntos calientes, los cuales producen una pronunciada irritación pero no por la enfermedad en sí, sino por una causa subyacente como las autolesiones que se convierte en amplias áreas de daño cutáneo.

Allí figuran las pústulas que afectan los folículos pilosos o epidermis originando una especie de costra también llamada impétigo, y se manifiesta a través del prurito, la hiperpigmentación y la alopecia, entre las zonas más vulnerables se encuentran las genitales e inguinales, y es que generalmente ocurre en los perros que no han madurado sexualmente.

Pioderma profunda: Inicia como una pioderma superficial y se traspasa a una profunda cuando la infección afecta las raíces del folículo piloso, por ello se infiere que no se produce de forma espontánea sino que ocurre cuando el curso de la enfermedad se prolonga y agrava. En este caso, la piel luce erosionada con pústulas reventadas debido a la ruptura de la pared folicular y a la liberación de las bacterias en la dermis. Todo ello produce prurito, hinchazón, poca elasticidad en la piel y dolor.

¿Qué enfermedades en la piel de los perros son causadas por parásitos?

Hay en gran existencia diversos tipos y espécimen de parásitos que pueden provocar la aparición de enfermedades cutáneas, entre ellas encontramos:

Sarna

La sarna se presenta como una enfermedad cutánea de alta gravedad que se produce gracias a varias especies de ácaros que habitan en la piel y pelaje de nuestros caninos, donde predomina el ácaro demódex y los ácaros sarcoptes, el cual afecta principalmente a los perros de menos de un año, a los de edad avanzada y a los que padecen otra enfermedad subyacente.

Provoca, al igual que la mayoría de afecciones de la piel, un intenso picor e irritación, es usual que empiece a proliferarse a partir de las orejas del perro. Entre sus síntomas perceptibles se incluyen la pérdida de pelo en la cara y las patas, junto con un intenso picor y enrojecimiento alrededor de las zonas afectadas.

Pulgas

Al igual que la sarna, las pulgas son el segundo problema más común en los caninos, estos parásitos diminutos se encargan de provocar picores en la piel, sobre todo en la zona lumbar. Suelen sobrevivir en las alfombras y ropa de cama, por ello es tan importante mantener una limpieza constante donde se aspire con regularidad, se lave la cama donde duerme tu mascota y mantenerse al día con los tratamientos preventivos para eliminar cualquier bicho.

Garrapatas

Este tipo de parasito perjudican la piel de su perro por las constantes picadas y chupadas de sangre, su saliva suele penetrar en el organismo y puede provocar una respuesta alérgica que, produce en consecuencia, una irritación de la piel con su inherente picor intenso. Los perros pueden experimentar síntomas de piel inflamada y enrojecida, se van a rascar a menudo y van a tender a  morderse para aliviar el picor. En condiciones extremas, cabe la posibilidad que su pelaje se desprenda en parches.

Piojos

La infestación de piojos en los perros se denomina pediculosis canina, esta especie de insecto, como todos los parásitos, habitan en la piel y el pelaje de la mascota afectada. Son parásitos externos que mordisquean la piel o succionan la sangre, lo cual provoca irritación de la piel, picor y posible anemia en caso de mayor gravedad.

Las infestaciones ocurren más que todo en los cachorros pequeños, animales débiles o desnutridos y en animales geriátricos en condiciones insalubres. Es de importancia mencionar que los piojos que perjudican a las personas no son los mismos que los que afectan a los perros u otros animales, ya que ellos no suelen transferirse entre las distintas especies.

¿Qué otras patologías ocasionan infecciones en la piel de los perros?

Además de las alergias, las bacterias, hongos y parásitos, se encuentran otros factores o patologías que ocasionan infecciones en la piel, como:

Reacciones alimentarias adversas: Esta afección mantiene en su sintomatología reacciones cutáneas como respuesta a los alérgenos alimentarios tanto a una alergia como una intolerancia alimentaria, por tanto, se relaciona con cualquier respuesta clínica anormal asignada al consumo de alimentos, específicamente en sus aditivos.

Concerniente a los cachorros, predomina las intolerancias alimentarias con puntos de diverso origen, farmacológico, metabólico, intoxicación o toxicidad al alimento. Hay algunos perros con enfermedades cutáneas u otitis que se resuelven con una dieta restrictiva, pero sigue sin demostrarse la causa inmunológica o alérgica que suele estar asociada a dichas reacciones adversas.

No existen ninguna predisposición de raza, sexo o edad para la aparición de los signos clínicos, donde predomina como es usual el prurito que perjudica principalmente la cara, el periné y los oídos. También pueden observarse por lógica signos gastrointestinales como el vómito y la diarrea.

Hipotiroidismo: Esta patología en la mayoría de las veces suele hacer que los perros pierdan el pelo de la cola y se rebaje el de los costados. Los perros que padecen hipotiroidismo, del mismo modo, pueden ganar peso, tener niveles de energía muy bajos, piel escamosa y un pelaje opaco sin brillo. De hecho, la mayoría de los problemas hormonales repercuten sobre la piel y el pelaje de los mamíferos.

Enfermedad de Cushing: Los perros con Cushing son más propensos a contraer infecciones cutáneas, y debido a los desniveles que produce, es usual observar depósitos de calcio en la piel que forman erupciones blancas con baches. La dura realidad es que las afecciones resultan muy incómodas y, a menudo, muy dolorosas, sobre todo si son graves o duran mucho tiempo.

Lupus: Esta enfermedad es de naturaleza autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario del organismo ataca a sus propias células. El lupus desgraciadamente para nuestras mascotas manifiesta sus síntomas alrededor de la nariz, los ojos y las patas.

En este sentido, dado el caso percibes llagas abiertas con costras que tardan un tiempo considerable en curarse, es probable que padezcan un trastorno inmunitario, aun así, siempre debe consultarse a un veterinario que llegue al fondo de cualquier afección cutánea.

Dermatitis atópica canina: En esta enfermedad alérgica ya nos adentramos a las de origen hereditario, la cual empieza a manifestar sus síntomas y signos entre los seis meses y los tres años de edad. Es de tipo inflamatoria y pruriginosa, con signos clínicos característicos asociados a la producción de inmunoglobulina contra alérgenos ambientales, además de traumatismos auto-infligidos como excoriaciones, alopecia e hiperpigmentación.

¿Cómo evito que mi perro desarrolle enfermedades en la piel?

Como se ha venido observando, los perros son vulnerables a un sinfín de enfermedades en la piel debido a condiciones adversas, enfermedades y patologías que lamentablemente no se pueden evitar como es el caso de las hereditarias o autoinmunes.

Sin embargo, centrándonos en las que sí se pueden prevenir debemos accionar eliminando dichas condiciones, tal es el caso de los puntos calientes, estos se previenen manteniendo a los perro aseados y secándolos después de nadar o estar en la lluvia, así como también, evitar alojarlos en lugares húmedos y sin ventilación. Destacando la buena higiene en general que es la encargada de alejar a los parásitos, bacterias y hongos.

Asimismo, para el caso de las producidas por reacciones alimentarias o deficiencias de proteínas y minerales, se debe asegurar que los perros consuman o mantengan una alimentación con alto contenido en ácidos grasos omega-3 y omega-6, y de esta forma se protege la salud de su piel.

Y lo más importante, no dejar nunca de lado las consultas con el veterinario, pues la examinación física periódica es la que va a ayudar en la prevención e intervención temprana de las afecciones cutáneas.

¿En qué consiste el tratamiento de las enfermedades cutáneas en perros?

Dependiendo de la enfermedad cutánea y su causa se prescribe el tratamiento, antes de explicar cuáles son los más habituales, se  aconseja dar a su perro un alivio temporal, se puede utilizar un champú suave para perros a base de avena o un baño de avena para calmar e hidratar la piel mientras que acude al veterinario.

Los tratamientos serán diferentes, pero pueden incluir champús o pomadas medicinales, y posiblemente antibióticos orales o un medicamento antiparasitario. Por ejemplo, en el caso de las enfermedades parasitarias provocadas por las pulgas y garrapatas, parte del tratamiento es lavar correctamente la ropa de cama y ponerlos en cuarentena para evitar el contagio con los demás.

El tratamiento normalmente incluye pastillas y champús específicos para matar el ácaro, aliviar el picor y la inflamación; de hecho, algunos de los productos contra pulgas y gusanos que recetan los veterinarios también pueden proteger contra la sarna.

En la misma línea de ideas de tiene el tratamiento de la pioderma, donde es imprescindible identificar el posible trastorno subyacente, lo que puede hacerse mediante raspados de piel, pruebas de alergia, pruebas de detección de endocrinopatías, ensayos de dietas, control estricto de ectoparásitos y biopsias de piel.

En términos globales, los tratamientos o formas de accionar que suele recetar los veterinarios en la mayoría de las enfermedades cutáneas son los siguientes:

• Baños medicados o medicinales: Estos baños reciben el nombre de medicinales por los champús que se utilizan, los cuales contienen compuestos que no dañan ni deshidratan la piel, además de agentes antimicrobianos y anti fúngicos destinados a apaciguar la piel lesionada y calmar la inflamación e irritación. Además, se recomiendan baños semanales o quincenales para poder eliminar los alérgenos de la capa de pelo, los cuales en gran probabilidad contribuyen a los brotes de alergia cutánea. Es opcional aplicar un enjuague luego del baño para ayudar a evitar la resequedad y aumentar el brillo de la piel y el pelaje.
• Antihistamínicos: Funcionan muy bien para controlar los síntomas de la enfermedad cutánea alérgica en algunos perros, sin embargo, en otros no tiene el mismo efecto. De todas formas, el especialista será el encargado de recetarlos y probar su funcionalidad.

• Antibióticos y medicamentos antimicóticos: En primer lugar se tienen los antibióticos que suelen ser de amplio espectro y resultan necesarios para tratar las infecciones cutáneas secundarias. En segundo lugar figuran los medicamentos antimicóticos que son utilizados en el tratamiento para las infecciones secundarias producidas por los hongos.
• Control de las pulgas: En el caso de los perros con problemas de estos parásitos, debe mantenerse un régimen estricto de control de pulgas. Se vuelve a repetir, el veterinario es el encargado de escoger el que mejor convenga.
• Suplementos: Los suplementos son unos de los tratamientos más ideales pues el suministro de ácidos grasos esenciales Omega-3 y Omega-6 actúan mejorando la salud general de la piel. Estos ácidos grasos son agentes antiinflamatorios y antioxidantes naturales, aunado, ayudan en gran proporción a las enfermedades cutáneas por alergias, y lo que es mejor, casi no se perciben efectos secundarios.

Algunos ácidos grasos omega-3 se encuentran en los aceites de pescado y los ácidos grasos omega-6 proceden de plantas que contienen ácido gamma-linolénico. No hay que confundirlos con los productos genéricos que venden para aumentar el brillo en el pelaje de nuestro cachorro.

• Dietas hipoalergénicas: Las alergias normalmente se desarrollan a través de la exposición hacia agentes que resultan en dicha reacción exagerada, por lo que la mayoría de las dietas hipoalergénicas incorporan proteínas y carbohidratos que su perro no acostumbra o nunca ha probado.

Si con anterioridad se le realizo una prueba diagnóstica de alergia y ya se sabe el alimento que produce la alergia, solo se elimina y de esta forma, se erradica la enfermedad, pero en caso contrario, empiezan las pruebas de ensayo y error, dándole nuevas fuentes de proteínas como los huevos y pescado, entre las fuentes de carbohidratos están las patatas, los guisantes, y la calabaza.

Se debe tener en cuenta que los alimentos, los cuales en su mayoría son responsables de las alergias alimentarias, se distinguen los productos lácteos, la carne y las harina o el trigo. Por ello, evite suministrarle a su mascota este tipo de alimentos.

• Dietas de proteínas hidrolizadas: En este tipo de dietas, la fuente de proteínas se ha reducido sintéticamente a pequeños fragmentos, pues mantiene que si las proteínas del alimento son lo suficientemente pequeñas, el sistema inmunitario de un perro alérgico no va a reconocer los fragmentos de proteínas, y esto a su vez, no provocará una respuesta inmunitaria que luego dé lugar a una reacción alérgica. En este caso, las dietas caseras son la mejor opción y deben personalizarse con la ayuda de un veterinario.
• Corticosteroides y agentes inmunosupresores: Este tipo de productos tiene base en la cortisona o dexametasona, que son los encargados de reducir el picor en las alergias cutáneas al disminuir la inflamación. Es importante utilizarlos como último recurso después de haber agotado todos los demás métodos, y con estricta prescripción del veterinario pues no se encuentran exentos de efectos secundarios, sus dosis suelen ser mínimas y con propósito de aliviar a un perro con un malestar extremo.

Entre los efectos secundarios se incluye un aumento de la sed y el apetito, una mayor necesidad de orinar y cambios de comportamiento. Su uso a largo plazo puede provocar diabetes y disminuir la resistencia a las infecciones. En algunos perros, el tratamiento a largo plazo con dosis mínimas en días alternos es el único protocolo de gestión que controla la alergia con éxito.

• Inmunoterapia: Las vacunas contra la alergia son muy seguras, y tienen una gran probabilidad de éxito con ellas; sin embargo, su funcionamiento es muy lento y se utiliza más como un accionar preventivo ya que pueden pasar de seis a doce meses antes de que se observe una mejora.

Una vez que se identifican los alérgenos del perro, se fabrica una inmunoterapia personalizada y adecuada para después proceder a dar inicio al tratamiento, donde dependiendo del tipo de agentes, las inyecciones se administrarán durante un periodo primero semanal y luego mensual hasta que el perro desarrolle inmunidad a los agentes. Un tiempo trascurrido solo es necesario los refuerzos.

• Control del entorno: En el caso de que ya haya identificado cuales son las sustancias a las que su perro es alérgico, está de más decir que evitarlas es el mejor método de control, porque aunque se desensibilice al perro con vacunas antialérgicas, lo más acertado es evitar el alérgeno por completo.

Si es por moho puede reducirse utilizando un deshumidificador o colocando carbón activado para disminuir la suciedad expuesta de las plantas. Ya el polvo y el polen se controlan utilizando un filtro que se encargue de limpiar el aire. También es recomendable el aire acondicionado, el cual puede reducir la cantidad de alérgenos que circulan por el aire, ya que las ventanas se mantienen cerradas.

• Medicación para la tiroides: Hay varias glándulas en el cuerpo responsables de la producción de hormonas que son vitales para la regulación de otras funciones corporales del organismo, así como para una superficie de la piel y una capa de pelo en óptimas condiciones. Ante ello, el hipotiroidismo puede dar lugar a una piel y un pelaje en nada saludable, incluyendo la alopecia o un recambio anormal del mismo, un pelo apagado o quebradizo, una pigmentación alterada y una piel grasa o seca.
• Hormonas: Cuando se trata de enfermedades como el hipotiroidismo, se suele indicar un tratamiento que contengan dosis diaria de hormonas tiroideas sintética llamadas tiroxina. Asimismo, lograr un manejo exitoso de un perro atópico y alérgico es a veces complicado y en ocasiones frustrante, no obstante, un diagnóstico adecuado por parte de un veterinario y el cumplimiento al pie de la letra por parte del dueño son esenciales para maximizar el éxito y la eficacia del tratamiento.