¿Qué es la esofagitis en perros? – Síntomas, causas y tratamiento del reflujo canino

Los cuerpos de los mamíferos están compuestos por  cantidades diferentes de circuitos/sistemas, los cuales realizan funciones específicas y al integrarse como conjunto permiten que el cuerpo funcione adecuadamente.

Dentro de esos sistemas se encuentran el sistema respiratorio y el digestivo, en el primero el órgano principal son los pulmones, en el segundo el estómago y los intestinos. Pero también se encuentran otros órganos importantes, tales como el esófago.

El esófago es un conducto muscular que comunica el estómago con la faringe, en un perro de mediano tamaño puede medir aproximadamente unos 30 cm y su grosor no llega a los 3 cm, su principal función es conducir el bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago.

Si este órgano presenta inflamación entonces la mascota está sufriendo de una patología que se presenta comúnmente en los caninos y se denomina esofagitis. Los síntomas de la misma pueden ser: reflujo, regurgitación, pérdida del apetito, dificultad al comer, dolor agudo, entre otros.

¿Qué es la esofagitis o reflujo en perros?

Nuestros canes pueden presentar por diversas causas una inflamación muy peligrosa del esófago y esta situación es la que se conoce como esofagitis. La cual puede llegar a ser aguda o crónica dependiendo del nivel de afectación de las mucosas que se encuentran en el esófago. Por lo tanto es importante estar atento a los síntomas que presenta nuestra mascota para actuar a tiempo.

Ya que esta situación puede ser la causante de otras enfermedades como puede ser la neumonía  por aspiración. Donde es posible escuchar sonidos al respirar y así como la existencia de mucha tos. La irritación de la mucosa del esófago puede tener variadas causas, como ya lo mencionamos y estas las veremos a continuación.

Causas de la esofagitis

El reflujo en nuestros perros puede ser producido por diferentes factores y el primero de ellos son los fármacos. Existen medicamentos como la ciprofloxacina, la tetraciclina o la clindamicina que pueden producir irritación o inflamación en la mucosa del esófago. El reflujo gastroesofágico puede ser producido por la presencia de una hernia de hiato.

Otra causa muy común que ocasiona la esofagitis es la ingesta de alguna sustancia irritante o cáustica como por ejemplo la lejía. La presencia de parásitos en los perros como la Spirocerca lupi es otra causa muy común.  Ya que estos  pueden formar en la pared del esófago lo que se conoce como granulomas hasta obstruir el conducto.

La esofagitis puede ser causada también cuando el animal presenta un cuadro de vómitos constantes. Esta situación puede provocar que el perro expulse ácido gástrico y este irrite la delicada mucosa del esófago. Si el perro ha tragado algún cuerpo extraño, este puede producir una lesión muy grave en esta área también.

Síntomas más frecuentes del reflujo

Como ya hemos podido constatar, existen gran cantidad de factores que pueden ser los causantes de la esofagitis en nuestros perros. Por lo tanto debemos estar muy atentos a los síntomas que estos puedan mostrar. Y entre ellos podemos mencionar, aunque no tengan un orden específico la presencia de tos o regurgitación.

También podemos notar que el perro muestra señas de dolor cuando traga algún alimento, puede mostrar además excesiva salivación. Algunas veces puede rechazar los alimentos o mostrar conductas extrañas cuando es la hora de comer. Otra condición que acompaña a estos síntomas es la presencia de fiebre en algunos casos muy alta.

Diagnóstico de la esofagitis

A simple vista es muy complicado poder diagnosticar por nuestra cuenta si el perro está atravesando por un cuadro de esofagitis. A menos que seamos testigo de la ingesta de algún objeto extraño o sustancia que pudiera irritar la mucosa del esófago. Por lo tanto es necesario que se acuda al veterinario y nos pueda corroborar cuál es su estado.

Para ello será necesario que se lleve a cabo un análisis de sangre, ya que por medio de la lectura de los glóbulos blancos, se puede determinar alteraciones en neutrofilia y leucocitosis. Se puede realizar una endoscopia para verificar el estado de la pared del esófago o hacer radiografías que tengan como enfoque principal el área del esófago.

¿Cuáles son los tipos de esofagitis que pueden presentar los perros?

La clase de esofagitis que se presente va a estar determinado por la causa que la pueda estar generando, así que algunas de las causas de la esofagitis pueden ser:

Megaesófago

Este caso ocurre cuando el grosor del esófago aumenta de tamaño, presentando problemas para deglutir los alimentos, generalmente se presenta cuando existe acumulación de restos de alimentos en las paredes del esófago.

Parásitos

Los animales domésticos son muy propensos a sufrir de parásitos como los ascáridos, los anquilostomas (estos últimos muy frecuentes en los gatos) que atacan los diferentes órganos del cuerpo. En el caso de la esofagitis de origen parasitario la especie que ataca es la Spirocerca lupi generando la inflamación del esófago.

Hernias de hiato

A pesar de no ser la más frecuente de la esofagitis, una causa de esta pueden ser las hernias de hiato. Esta ocurre cuando existe un espacio entre el esófago y el estómago, generalmente se detecta en individuos jóvenes, ya que en el padecimiento de las mismas juega un papel muy importante el componente genético y hereditario. También puede producirse por un fuerte golpe la cavidad torácica.

Ingesta de sustancias alcalinas

Los perros pueden ingerir sustancias alcalinas como la lejía, esto sucede en perros que generalmente poseen problemas de tipo olfativo. Pues al no poder detectar ni diferenciar las sustancias, tienden a ingerirla si las mismas se encuentran a su alcance o si alguna se ha derramado en el suelo y no se retira de inmediato. Estas sustancias así como ciertos medicamentos de uso veterinario pueden generar irritación e inflamación del esófago.

Hay que exhortar a los propietarios de mascotas a que eviten dejar productos químicos que puedan estar al alcance de las mascotas o en contenedores abiertos.

Obstrucciones por cuerpos extraños

En el caso particular de los perros recordemos que para poder asir cualquier objeto lo realizan con la boca, mandíbulas y dientes. Que en oportunidades trae como consecuencia la ingesta de estos, sobre todo si son pequeños, quedando atascados en el tracto esofágico. También es frecuente que ocurra por trozos de hueso provenientes de alimentos.

¿Qué tratamiento debe llevar mi perro?

Generalmente para realizar un diagnóstico de esofagitis, un médico veterinario examinará al perro cuidadosamente y dependiendo de la gravedad de la patología tendrá que realizar pruebas radiológicas y exámenes invasivos como una Endoscopia, que permitirá la observación del esófago y las causas que estén generando la lesión. Este procedimiento común cuando hay problemas gastrointestinales.

El tratamiento de la esofagitis dependerá en gran medida de la causa que esté generando la inflamación, puede que en oportunidades se necesite de cirugía o la receta de fármacos antiinflamatorios y así disminuir las molestias en el animal, también puedes colocarle música para que se relaje y disminuya la ansiedad.

Es importante que cualquier tipo de fármaco que le suministres a tu mascota debe venir recetado por el médico veterinario tratante. Que luego de realizar un examen físico completo y los procedimientos pertinentes para determinar alguna condición, dará las indicaciones en cuanto a dosis y frecuencia de administración de los fármacos.

Es necesario evitar el suministro de cualquier medicamento a nuestro perro si no viene recomendado por un especialista. De esta forma podemos ayudar a nuestra mascota para que se recupere pronto de esta complicación que puede afectar la cotidianidad y salud de nuestra mascota.