Anquilostomas en gatos: ¿Qué son? Causas, síntomas y tratamiento de estos parásitos

Cuando el hombre domesticó los primeros animales dio un paso gigantesco en la evolución, ya que estos animales le proveían alimentos, seguridad y compañía, pero también con la domesticación de los animales aumentó su exposición a agentes patógenos que pueden provocar graves daños a la salud.

¿Qué son los anquilostomas en los Felinos?

Los anquilostomas en gatos son una enfermedad parasitaria que la produce una familia de gusanos qué puede causar gran daño en el organismo de nuestros gatos. Estos tipos de gusanos como cualquier otro parásito se alimentarán de la sangre y alojarán en determinados órganos del felino. Su forma cilíndrica le provee de una boca y dientes muy fuertes que se engancharan a algún destino y puede desarrollarse enfermedades como la enteritis.

Los anquilostomas que llegan al intestino son capaces de desarrollarse como gusanos adultos, por su naturaleza no succionan sangre en un lugar fijo, al contrario están en constante movimiento. Debido a las heridas que causa su mordida y su secreción anticoagulante ocasionan el sangrado interno que termina produciendo una anemia a largo plazo.

Características de los anquilostomas

La característica de los anquilostomas se asemeja mucho a la de cualquier otro parásito, al tener miles de años de evolución este tipo de especie busca huéspedes para desarrollarse y reproducirse.

Los anquilostomas hacen la particularidad de no solo ingresar a través de la vía oral sino de forma subcutánea. Por lo tanto, estos anquilostomas suelen adherirse sobre todo al intestino delgado del gato, pero también pueden habitar en los músculos que se activaran sobre todo en los procesos de lactancia del huésped.

Sin embargo existen algunos anquilostomas que al pasar por la piel del animal se empiezan a movilizar a través de los órganos internos por el torrente sanguíneo pasando desde el corazón hasta los pulmones y terminando en la tráquea. Cuando el perro tose por la sensación, los parásitos finalmente pueden entrar hacia los intestinos a través de la garganta, en donde se pueden desarrollar como gusanos adultos.

Ciclo de vida de los anquilostomas

El ciclo de vida de los anquilostomas empieza desde los desperdicios como las heces de los animales en dónde empieza a su proceso como huevo y la transformación a larva. Seguidamente pasa a necesitar de un huésped para su desarrollo y reproducción en donde intentará habitar un gato, un ser humano o cualquier otra especie animal. 

Los anquilostomas solo pueden desarrollarse hasta un estado de adulto dentro del organismo del animal para luego generar los huesecillos que terminarán en las heces del perro, empezando nuevamente el ciclo de vida de la larva.

Estos parásitos también se pueden proliferar a través de la lactancia, ya que existen anquilostomas que terminan alojados en los músculos en estado pasivo. Estos se activan con las mismas hormonas usadas por el huésped en su proceso de embarazo. Luego utilizan el torrente sanguíneo como medio de trasporte para finalmente transferirse hacia los cachorros a través de la leche materna.

Causas de la anquilostomiasis felina

Uno de estos casos fue la peste negra durante la edad media, que acabó con una gran parte de la población a nivel mundial. El origen de esta pandemia fue un patógeno presente en las pulgas, a lo que sumado a las escasas medidas sanitarias trajo consecuencias catastróficas.

Es por eso que la higiene es fundamental para evitar enfermedades, no solo en humanos, sino también en las mascotas. Muchas de estas enfermedades se pueden erradicar eliminando los posibles vectores, limpiando y desinfectando adecuadamente los lugares en los que pernoctan nuestros animales, y así evitar la supervivencia de parásitos y otros microorganismos que afectan la salud de nuestros animales.

Una de estas enfermedades de origen parasitario es la producida por los anquilostomas, gusanos de cuerpos cilíndricos pertenecientes al género nematodo, el cual abarca la mayoría de los parásitos que afectan a los mamíferos.

Existen diferentes tipos de Anquilostomas, tales como Ancylostomas Caninum, Ancylostomas Duodenale (especie que puede contagiar a los humanos), Ancylostomas Brazilienses y Ancylostomas tubaeforme, estos dos últimos son los más frecuentes en gatos y perros. Este tipo de gusanos tiende a preferir los climas tropicales con temperaturas entre 23°C y 30°.

La principal vía de contagio se debe a huevos en superficies infectadas, por deposiciones contaminadas. Estos microorganismos pueden infectar a la mascota vía oral o cutánea, también en los cachorros se puede transmitir durante el proceso de lactancia.

Este tipo de gusanos se adhieren a las paredes intestinales alimentándose de flujo sanguíneo, resisten el proceso de la digestión y los químicos generados en el sistema gástrico, ya que están recubiertos por una capa de resistencia moderada. También evitan la coagulación de la sangre lo que al final se refleja en la sintomatología presentada por los individuos contagiados.

Prevención de anquilostomiasis en gatos

Como forma de prevención se pueden inyectar dosis de desparasitación, que tendrán cierta frecuencia dependiendo de la climatología de en donde se habita. Por lo tanto debemos consultar siempre con nuestro veterinario para que organice la dosificación antiparasitaria preventiva.

Si nuestro gato tiene contacto con otros tipos de animales como puede ser de granja debemos tener bastante precaución, ya que tienden a ser más propensos de contagio a este tipo de parásitos.

Estos parásitos se desarrollan a través de las heces, por lo tanto una de las recomendaciones es tener las cajas de arenas limpias en todo momento. En este caso estamos evitando el primer proceso cíclico de la vida parasitaria en nuestros hogares. Para finalizar debemos realizar el diagnóstico pertinente a nuestro gato para reconocer si tiene anquilostomas, esto lo determinará el médico veterinario a través de sus heces.

Síntomas y tratamiento de anquilostomiasis o gusanos en gatos

Síntomas de infección por anquilostomas

Este tipo de trastornos se detecta por producir padecimientos de tipo gastrointestinales. Como pérdida de peso, deposiciones con sangre con mal olor, diarrea de color oscuro. La mascota se sentirá débil, puesto que este microorganismo genera anemia microcítica.

Si la contaminación se realizó por vía cutánea es probable que en la zona en la que penetró el gusano existan signos de dermatitis y la mascota se rasque profusamente, en oportunidades puede haber pérdida del pelaje y resequedad de la piel.

Es importante conocer que dependiendo de la vía de penetración al organismo, se puede presentar síntomas respiratorios; como dificultad para respirar, ya que el nematodo a través del sistema linfático alcanza los pulmones. El sistema respiratorio para luego penetrar en la tráquea, el esófago y de ahí al sistema digestivo, también puede presentarse tos seca y catarro.

Tratamiento de anquilostomas

Al suministrar cualquier tipo de medicamento a nuestras mascotas es importante que un médico veterinario confirme el diagnóstico con los ensayos clínicos pertinentes; en el caso de los anquilostomas es necesario que se realice un coproanálisis y un coprocultivo los cuales asegurarán que el diagnóstico es el correcto.

Generalmente se utilizan los fármacos nombrados a continuación para tratar los anquilostomas: el tetramisol, fenbendazole, nitroxinil, mebendazol. El médico veterinario indicará la dosis a suministrar y la frecuencia de la misma.

En paralelo debe haber un tratamiento para la anemia, restablecer los nutrientes necesarios y en casos muy extremos realizar transfusiones de sangre. Para los cachorros de pocos días de nacidos se recomienda un antihelmíntico que actúe sobre las larvas; con el fin de evitar el contagio a través de la leche.

Cabe destacar que el suministro de fármacos debe hacerse bajo estricta vigilancia médica y luego de tener un diagnóstico certero y confiable.

Como medida profiláctica y con la finalidad de evitar el contagio por anquilostomas se recomienda desparasitar a las mascotas aproximadamente cada seis meses; y mantener una estricta higiene y limpieza de las viviendas en donde habitan. Preferiblemente tratando con vapor los lugares en donde generalmente descansa el animal.