¿Qué es la Foliculitis canina y cuáles son los síntomas? – Diagnóstico y tratamiento

La foliculitis alude a la inflamación de uno o más folículos pilosos, los cuales generalmente se encuentran vinculados a una infección bacteriana. Los folículos pilosos no son más que pequeñas aberturas en la piel que permiten el crecimiento del pelo. Ocurre que cuando uno o varios folículos se irritan o infectan, provoca en consecuencia la aparición de un enrojecimiento, inflamación, picor, dolor y otras lesiones cutáneas en la zona.

Por lo general, la foliculitis en los perros se manifiesta en un primer momento en forma de protuberancias rojas sobre la piel, donde a menudo se encuentran rellenas de pus o un líquido amarillento. La foliculitis se trata sobre todo de una inflamación que puede tener múltiples agentes causantes, todas los cuales exigen un tratamiento veterinario.

¿Cuáles son las causas de que un perro padezca de foliculitis?

Como tal el origen de la foliculitis radica en una infección bacteriana, donde la bacteria más relacionada es la de la especie de Staphylococcus y sus otros subordinados, y es que las infecciones son susceptibles y tienden a causarse por diversas anomalías que le ocurren al organismo.

Entre ellas podemos mencionar los problemas de piel, ya sean reacciones alérgicas, sarna, seborrea o exposición prolongada a una humedad excesiva; también se integran los trastornos hormonales, donde podemos encontrar bajos niveles en la tiroides, diabetes o la enfermedad de Cushing o altos niveles de la hormona cortisol; además de las anomalías a nivel inmunológico y debilitamiento de la capa bacteriana en la piel debido a la administración de ciertos medicamentos.

Por ello mismo, se sabe que la foliculitis canina se origina gracias al daño e irritación de los folículos del pelaje, y son las infecciones las causantes de dicha afectación, aun así, existen otras causas probables de foliculitis en los caninos como son las infecciones víricas o fúngicas, los agentes parasitarios, lesiones o  traumatismos y, por último, las enfermedades sistémicas.

Finalizando se distinguen los caninos que son volubles a padecer esta dolencia, y son los que mantienen reacciones alérgicas, los que poseen problemas cutáneos, acné, un pioderma del pliegue cutáneo, puntos calientes, dermatitis, garrapatas, ácaros de sarna oído o se encuentre expuesto a gran cantidad de moscas en su alrededor.

Del mismo modo, infecciones como tiña, un granuloma, hipotiroidismo (que es lo opuesto a la enfermedad de Cushing) o en los pastores alemanes, que corren mayor riesgo a padecer furunculosis idiopática.

¿Cómo se realiza la clasificación de la foliculitis en los perros?

Si bien se sabe que la foliculitis en los perros se origina por la presencia de bacterias en los folículos del pelo, también puede trazarse una clasificación de acuerdo a otros padecimientos, los cuales se distinguen esencialmente las infecciones bacterianas, infecciones fúngicas y los ácaros de sarna. De hecho, la foliculitis canina puede clasificarse en los siguientes tres condiciones:

Por infecciones bacterianas

En la primera condición hablamos de una infección de los folículos pilosos con carácter bacteriano, y es sobre todo, el tipo más común de infección en la región de la epidermis canina. Ahora bien, aquí se trataría de la irritación de los folículos pilosos debido a diversos factores, pues bacterias hay una gran cantidad, el tipo más común es la foliculitis que engloba especies de staphylococcus, y de vez en cuando especies de streptococcus.

• Foliculitis por Staphylococcus aureus: La infección del folículo piloso por la bacteria staphylococcus aureus constituye como una de las causas más frecuentes de foliculitis. Es posible apreciar en la piel pequeños granos rojos o blancos cargados de pus. A menudo, la zona afectada se soluciona al cabo de unos días y puede ser atendida en casa. No obstante, si se trata de un caso severo e insistente, la foliculitis tendrá que ser abordada por un veterinario.
• Forúnculos: La aparición de forúnculos tiene lugar cuando el folículo piloso causado por la bacteria staphylococcus aureus se infecta profundamente. Con frecuencia, el forúnculo es rojo, delicado y doloroso. Al cabo de varios días, el forúnculo remite y es posible que deje una cicatriz. En la mayoría de los casos, hay que recurrir al suministro de un tratamiento farmacológico o procedimientos orales.
• Ántrax: La infección del folículo piloso por la bacteria bacillus anthracis, un ántrax como tal es el resultado que se obtiene de la proliferación de forúnculos en una zona. Los ántrax acostumbran un tamaño considerable como consecuencia de la combinación de varios folículos pilosos infectados. Tal como en el caso de los forúnculos, en determinados casos es preciso administrar medicamentos o intervenciones orales a fin de curar la lesión.

Infección por dermatofitos

Cuando hablamos de infección por dermatofitos nos referimos a una infección fúngica, es decir, producida por hongos, que en los caninos destacan los hongos microsporum canis, microsporum gypseum y el trichophyton mentagrophytes.

Su establecimiento en las superficies del pelaje va a depender de las especies que sean las protagonistas, la zona expuesta, y los factores individuales y ambientales del canino como su entorno, edad, alimentación, higiene, condición del organismo, y enfermedades prestablecidas.

Así pues, en lo que respecta a la mayoría de las afecciones, los dermatofitos se desarrollan exclusivamente sobre las células muertas de la piel y también sobre el pelo, de modo que la infección cesa al llegar a manos de las células vivas o del tejido inflamado.

Con suerte, a medida que la inflamación y la inmunidad del huésped van desarrollándose, la propagación de la infección, al mismo tiempo, se interrumpe, aunque se debe tener en cuenta que este proceso puede durar varias semanas.

Los lugares que se ven más perjudicados por dicha infección superficial son la cara, las puntas de las orejas, la cola y las patas, presentándose en dichas áreas calvicie, o parches con aspecto escamoso y pelos quebradizo. Un alivio es que después ocurrida la infección, se planta una corta resistencia a la re-infección.

Para finalizar es importante mencionar que las especies de hongos encargados de originar estas infecciones son altamente contagiosos, pues se propagan con facilidad en el entorno de los caninos, teniendo más vulnerabilidad los que se encuentran en perreras o parques, debido a que los dermatofitos se esparcen por contacto continuo con otras personas, animales y suelo infectados.

Por la sarna demodécica

La sarna conforma por sí sola una afección cutánea parasitaria ocasionada sobre todo por la presencia de ácaros con un tamaño microscópico. En general, existen dos tipos de ácaros que causan enfermedades cutáneas en los caninos, mientras que uno se asienta bajo la piel, el otro, se hospeda en la superficie justo en los folículos pilosos del pelaje, aquí hablamos de la sarna demodécica,  causada por el acaro parásito demodex canis.

Posee una forma similar al cigarro en conjunto con patas, específicamente ocho, y aparte de ser la sarna más común en los caninos, se manifiesta con puntos rojos por toda el área afectada, de allí que se le conozca también con el nombre de sarna roja.

Es verdad que todos los ácaros comparten similitudes, pero aun así, repercuten de forma diferente en el organismo, por ello, las causas, tratamientos e intervenciones mantienen diferencias importantes.

¿Qué síntomas tienen los perros con foliculitis o infección cutánea?

Pese al hecho de que la foliculitis se puede manifestar donde quiera que la mascota posea folículos pilosos, lo más habitual es que las zonas lesionadas correspondan a las axilas, la región inferior y el abdomen; así mismo, al margen de la fuente causante, se observa el mismo desenlace en el caso de la foliculitis bacteriana.

En concreto, las mascotas de pelo corto contarán con mechones de pelo en relieve que cubrirán las pápulas o pústulas, en tanto que los perros de pelo largo puede que oculten con mayor facilidad sus signos. En el caso de los perros blancos o de color claro, se apreciarán superficies hinchadas de tono pardo o rojizo en el revestimiento del pelaje.

Como norma general, es posible observar en los perros con foliculitis una variedad de manifestaciones, de acuerdo al motivo y a la severidad, entre las que figuran la inflamación, el enrojecimiento, escozor junto con un picor intenso, pústulas, granos similares al acné y desprendimiento de pelo.

Aunque también pueden aparecer los siguientes síntomas, las pápulas que se refiere a una  hinchazón rojiza de la piel; presenciarse hiperpigmentación u oscurecimiento de la piel, collaretas epidérmicas que son más como áreas circulares de alopecia con costras o descamación en los alrededores, erosiones triviales, vías de drenaje, dolor en las zonas afectadas y en raras ocasiones, puntos negros.

En un principio, existen manifestaciones que son discretas y complicadas de advertir, por ello conviene vigilar continuamente a su perro y en caso de detectar cambios significativos respecto al brillo, la textura, la muda o la resequedad de su pelaje, es momento de solicitar una cita con el veterinario.

Aquellos perros que padecen foliculitis se caracterizan por presentar una o más lesiones cutáneas en el cuerpo, las cuales comienzan a expresarse con pequeñas áreas elevadas en la piel que parecen acné, además de estar llenas de pus.

¿Qué tipos de tratamientos hay para los perros que padecen foliculitis?

Encontramos tres tipos de tratamientos que se le pueden aplicar a los perros que padecer foliculitis, los cuales requieren enfoques diferentes, entre ellos están los de terapia tópica, terapia tradicional y tratamiento de cualquier trastorno subyacente o secundario.

Por su parte, la terapia tópica suele consistir básicamente en el uso de champús antimicrobiano para una limpieza profunda de los folículos,  en el caso de la foliculitis bacteriana, siempre es necesario el uso prolongado de antimicrobianos tanto tópicos como ingeridos en el trascurso de tres a doce semanas.

Cuando se habla del tratamiento tradicional, nos referimos al tratamiento farmacológico donde casi siempre se emplean medicamentos antimicrobianos, y de estos en específicos, se administran los que son por vía oral durante al menos tres semanas, ocasionalmente durante tres a seis semanas.

El tratamiento consiste en la aplicación del champú con el objetivo tanto para eliminar las costras como reducir las bacterias que se hospedan en las superficies, todo ello, para que no vuelvan a invadir la piel de los caninos.

En el tercer tipo de tratamiento, incluimos el control de las enfermedades subyacentes o secundarias que se identifiquen en el diagnóstico previamente realizado, aquí no existe antibióticos ni otra indicación pues este es especializado en función de la anomalía descubierta.

Tratamiento veterinario imprescindible

Generalmente, los veterinarios se inclinan en trazar el tratamiento de la foliculitis en los perros de acuerdo a sus necesidades actuales, es decir, del agente encargado de originar la infección ya sea bacteriana o fúngica.

Pero como tal, las intervenciones consisten en mezclar fármacos que ataquen la infección junto con terapias tópicas como aerosoles, cremas, pomadas que entre sus componentes se hallen esteroides, antibióticos o antimicóticos, además de constantes baños con champús medicados que alivien los signos como la inflamación, la comezón, el ardor y otras molestias.

Cuando se trata de foliculitis provocadas por bacterias se emplea un tratamiento con fármacos suministrados por vía oral, en este caso, los más indicados son los antibióticos. Mientras que en la foliculitis provocada por hongos, ya nos adentramos a un tratamiento complejo y con una prolongada duración, donde el veterinario se decanta por antimicóticos.

En ocasiones la foliculitis es causa por infecciones parasitarias, aquí al igual que con las bacterias, se recetan antibióticos, y el tratamiento puede tomarse su tiempo en hacer efecto. En dado caso que la afección sea por una enfermedad secundaria, puede resultar largo o de por vida el tratamiento.

Remedios caseros como prevención o alivio

En estos casos, los remedios caseros son realmente los de uso tópico, en otras palabras, los que están comprendidos por champú antimicrobiano, cremas, ungüentos y aerosoles que les colaboran a los antibióticos a mitigar las manifestaciones de la enfermedad infecciosa.

El procedimiento del baño consiste en remojar al canino en una tina con agua tibia, para luego agregar el champú medicado en la mano y proceder a masajearlo en el pelaje, claro está, dándole prioridad a las zona más perjudicadas, en lugar de restregarlo por todo el lomo y desperdiciar su propiedades curativas.  Al finalizar, se le deja el champú durante unos quince minutos para luego aclararlo con agua, un tip que puede ser de beneficio, es volver a remojar las costras para que se vayan aflojando solas.

¿Es posible que un perro con foliculitis contagie a otros perros o personas?

En el caso en que la foliculitis sea fúngica, si existe riesgo de contagio tanto para los seres humanos como de otros caninos, pero cuando es bacteriana, no es contagiosa. Aun así, hay ciertas condiciones que hacen que su afectación sea más probable en ciertas razas. Por ejemplo, las que son proclives a desarrollar alergias, como los boston terriers, boxers, sharpeis, dálmatas, golden retriever, labradores, terriers escoceses, y los fox terrier.  O también los que mantienen enfermedades metabólicas como el Cushing o su opuesto, el hipotiroidismo.