Mi gato no acepta a mi perro – Solución para cachorros y adultos

Ciertamente es conocido que los gatos tienen más complicaciones a la hora de convivir que otros animales, por lo que si tienes otra mascota como un perro, puedes verte envuelto en una dificultad a la hora de que sea aceptado por el felino.

Sin embargo, estos problemas de comportamiento pueden corregirse conociendo las razones, tomando en cuenta las necesidades de cada uno y siguiendo algunos consejos para la convivencia.

¿De qué depende la buena convivencia de mi gato y perro?

Para realizar esta tarea debemos tener en cuenta una serie de factores que determinarán la relación entre ambos animales. Es esencial considerar el cubrir las necesidades de cada uno tomando en cuenta sus procesos para lograr una convivencia no forzada.

Grado de socialización

Está claro que el grado de socialización de un gato usualmente no es igual a la de un perro; si el gato es cachorro lo ideal es que comience a relacionarse entre las dos y siete semanas de vida. Crear un vínculo en esta etapa facilitará la convivencia.

Experiencia previa

Las experiencias previas ya sean negativas o positivas, afectarán considerablemente a que se pueda acostumbrar o no a otro animal.

La edad

Como se mencionó antes, un gato en sus primeras semanas de vida se adaptará más fácilmente a un ambiente compartido con otro animal, así como también los perros se acostumbran mejor cuanto más cachorro sea.

El temperamento

Un elemento bastante importante es el temperamento de ambos. Si estás considerando adoptar a alguno lo mejor es tratar de conocerle y determinar si sus personalidades podrían ser compatibles.

¿Por qué los gatos pueden atacar a los perros y cómo evitarlo?

Los gatos son propensos a sentirse amenazados por otros animales, por lo que no sería extraño que reaccionaran de forma agresiva hacia el perro. Sin embargo, no lo hará sin ninguna razón.

Antes de tratar con esta cuestión, es fundamental saber por qué tu gato ataca a tu perro. Si lo ha hecho de repente, es posible que aún no se sienta cómodo con él, entonces lo ideal será trabajar en la convivencia y los acercamientos. También alguna experiencia negativa puede evitar que el gato se sienta seguro.

El perro deberá aprender a respetar los límites, pues contrario a estos, los felinos no suelen sentirse cómodos con la cercanía, además de que son bastante territoriales por lo que podrían reaccionar atacando para proteger lo que ‘les pertenece’.

Los gatos pueden llegar a alterarse por cualquier mínima situación de estrés y terminar atacando al perro como un método defensivo.  Mantener al can lejos de ellos cuando están en ese estado y encontrar la manera de tranquilizar sus nervios es fundamental.

¿Qué hay que hacer para que tu gato acepte a un cachorro de perro?

La aceptación de un cachorro por parte de un gato puede ser más complicada debido a la energía de los perros jóvenes que puede llegar a abrumar o incluso alterar a los gatos que por naturaleza son más calmados. Algunos consejos que podríamos seguir para lograr una buena integración son:

• Hacer una introducción calmada para que el gato no se alarme o se ponga arisco. Debido a que por lo general los cachorros son juguetones e inquietos, deberás estar presente en el momento en el que se conozcan para mantenerle bajo control.
• Tienes que hacer sentir a ambos que están en un lugar seguro y espacioso, por lo que habrá que evitar que el gato se sienta acorralado.
• Es importante jamás forzar el acercamiento y mantenerlos a una distancia prudente para evitar que el gato sienta invadido su espacio.
• Darles a ambos un espacio individual de privacidad para que puedan sentirse cómodos.
• Puedes darles objetos que pertenezcan al otro para que así se familiaricen con el olor.