¿Qué pasa si le doy huesos a mi perro? – Beneficios, riesgos, tipos y sus cuidados

En este artículo vamos a explicar detenidamente una de las incógnitas que se nos presenta al momento de adoptar a un perro y la alimentación adecuada que debemos proporcionarle, no podemos evitar que a nuestros amigos les resulte tan apetecibles los huesos que dejamos para desechar en muchas ocasiones y es allí donde no sabemos si esta bien cumplirle el capricho o no.

Para responder esa incertidumbre sobre los huesos comestibles y recreativos, naturales o artificiales, hemos hecho este artículo en donde encontrarás las diferencias entre ellos y las recomendaciones de como debemos ofrecerlos, enseñarlos y cuales son los adecuados para tu perro.

¿Qué beneficios tiene para mi perro el consumo y juego con huesos?

Aunque surgen muchas dudas respecto a este tema, existen tres factores favorables para darle huesos a tus mascotas, puede ser más beneficioso de lo que piensas:

• Beneficios Nutricionales: los huesos en si están compuestos de calcio y fósforo, lo cual es muy favorable para los perros, a pesar de ellos es mucho mejor darles huesos crudos con carnosos, ya que en esta carne y tejido sobrante se encuentran el resto de nutrientes que de igual manera les proporciona beneficios nutricionales.
• Beneficios dentales: El masticar huesos ayudan a tu perro a mantener sus dientes limpios, además evita la formación de sarro y fortalece los dientes, sobre todo en los dientes posteriores premolares y molares.
• Recreación: el masticar huesos es una actividad estimulante para él, ayuda como entretenimiento y capacitante mental.

Ahora bien, como recomendación en una dieta saludable para tu perro, los huesos crudos siempre van a resultar más sanos y menos peligrosos que los huesos cocidos, inclusive el estómago de los perros es mucho más ácido que el de las personas así que está diseñado para este tipo de alimentos.

Otro de los beneficios que vale la pena destacar es la prevención contra algunas enfermedades como el cáncer, ya que se han realizado algunos estudios que afirman que una dieta cruda incluyendo los huesos tienen beneficios en el sistema inmunológico del animal, no significa que no pueda presentar este tipo de enfermedades, pero si existen menos posibilidades de padecerlas.

Características que deben cumplir los huesos para ser aptos para perros

En primer lugar, es necesario congelar los huesos al menos unas 72 horas antes de dárselos a nuestro perro, ya que esto ayuda a eliminar parásitos o patógenos que habiten allí, inclusive estos huesos congelados y crudos les dará más trabajo en devorarlos y así bajará la velocidad y voracidad al ingerirlo, lo cual los relaja mucho más.

Otra de las recomendaciones no menos importantes, es no ofrecerle a tu perro huesos de animales que realizan trabajo pesado, como por ejemplo el fémur de una vaca, ya que suelen ser demasiado duros y no son indicados para que los ingiera, además pueden ocasionarles daños dentales.

Suministrar huesos carnosos y evitar huesos finos en donde predomine el hueso y no haya suficiente carne, como las alas de pollo o costillas, pueden ser causa de estreñimiento. Otro factor importante es que los huesos deben ir acorde al peso y tamaño del perro, al igual que evitar huesos picados y puntiagudos podrían causarle algún tipo de obstrucción intestinal.

Por último, si eres nuevo y te causa nervios el ofrecer huesos a tu perro, es aconsejable que no dejes de supervisarlo, pero no interrumpirlo ni darle indicaciones mientras disfruta su agradable hueso.

¿De qué forma se clasifican los huesos que le damos a los perros?

No todos los huesos son recomendables para los perros, por ellos vamos a explicar detalladamente los huesos adecuados y los beneficios que pueden aportar a tu mascota:

Comestibles

• Huesos de res: son los preferidos de los perros ya que posee una gran cantidad de cartílago gelatinoso así que se divierten y se dan un agradable banquete.
• Huesos de fémur de res: estos huesos aunque no son los predilectos también los entretiene un buen rato y les proporciona una gran limpieza dental, además son huesos muy seguros ya que la médula no les da tanta facilidad de que el hueso se rompa y por accidente trague algún trozo.

• Huesos de pollo: existen negativas referentes a darle estos huesos a un perro, lo cual no es del todo certero, lo que no se debe hacer es darles huesos de pollo cocinados porque en este estado se deshacen y pueden lastimar la garganta o estómago de tu perro.
• Huesos de cuello: puede ser de pollo o pavo, sea cual sea contiene suficiente carne para que tu perro la disfrute, además de que le gusta mucho.
• Huesos de cordero: les apetece mucho ya que el cordero es una carne muy gustosa y por ende sus huesos también tienen mucho sabor para nuestros peludos amigos, sólo debes escoger los más grandes ya que algunos suelen tener puntas algo filosas y estrechas que pueden ocasionar daños.

Recreativos

Entre los huesos recreativos, existen naturales pero también puedes encontrar artificiales en las tiendas con formas y texturas casi idénticas a los huesos reales para que los perros jueguen con ellos y los mordisqueen, de hecho el sabor es muy similar al de un hueso real y alguno poseen propiedades que ayudan con la higiene de la boca de nuestras mascotas, sin embargo, por razones lógicas no pueden comérselos y ellos sienten cierta preferencia por los naturales.

¿Cómo le puedo enseñar a mi perro a comer huesos correctamente?

Si has tomado la decisión de incluir huesos comestibles y recreativos en la dieta de tu perro está bien, debes tomar ciertas precauciones para que su ingesta sea la adecuada y no ocurra ningún accidente o mal rato.

1. Los huesos aconsejables son los huesos crudos, ya que al cocinar los huesos se vuelven endebles y se partes de distintas formas, lo que puede producir astillas que pueden lastimar el sistema digestivo de tu perro.
2. Si se le va a suministrar un hueso para comer debe ser carnoso, quiere decir 50% carne y 50% hueso.
3. Escoger un tamaño adecuado para tu perro, sobre todo asegurarse que no lo podrá engullir entero en un solo bocado.

Para enseñar a un perro a comer huesos, si es adulto no debes dárselo con el estomago vacío ya que el ansia de comer puede apresurarlo a comérselo muy rápido, al inicio es bueno ofrecérselo cuando ya ha comido y sostenerlo por un extremo, de esta forma lo invitaremos a roer y romper en trozos poco a poco, al finalizar que sólo le quede un trozo pequeño debemos felicitarlo.

Si es un cachorro, puedes proporcionarle huesos blandos tan pronto como desarrollan sus dientes de leche, generalmente sucede a las 12 semana de edad y ya pueden masticar.

¿Qué tipo de huesos comestibles puedo ofrecerle a mi perro?

Como ya hemos mencionado, los huesos comestibles pueden aportar un gran valor nutritivo convirtiéndose en un aliado en la alimentación de tu perro, ya que son blandos, flexibles y les resulta fácil de triturar.

Para perros grandes

• Falda de cordero o ternera
• Cuello de pavo
• Escápula de vacuna (cartílago)
• Carcasas de pavo o pollo

Para perros pequeños

• Carcasas de pollo
• Alitas de pollo
• Cuellos de pollo

¿Cuáles son los huesos recreativos que le puedo dar a un perro?

A los perros les gusta morder desde cachorros, bien sea porque esta actividad les alivia el malestar en encías debido a su desarrollo dental o porque les entretiene de adulto dada su naturaleza y son un aliado para eliminar el sarro, recomendablemente que la elección sea de huesos planes antes que largos o redondeados.

• Algunas opciones de huesos recreativos para perros grandes son: huesos de rodilla o fémur de vaca y cabezas de cordero.
• Opciones de huesos recreativos para razas pequeñas: pecho de ternera, cuellos de pavo, costilla de vaca o escápula.