¿Qué debo saber si mi perro tiene hemangiosarcoma canino? – Causas, síntomas y etapas

La palabra que inicia con C es el temor de todos los propietarios de mascotas, y es que en efecto, el hemangiosarcoma constituye un cáncer que despierta la preocupación de las familias propietarias de mascotas pues representa alrededor del cinco por ciento del índice de frecuencia de diagnósticos de cáncer en los perros. A decir verdad, el hemangiosarcoma alude precisamente a la aparición de tumores malignos en las células que recubren los vasos sanguíneos.
Hasta el momento se desconocen las principales causas por las cuales ciertos canes llegan a padecer este cáncer; aun así, como los vasos sanguíneos se encuentran repartidos a lo largo de todo el cuerpo, los hemangiosarcomas podrían localizarse en distintas zonas. Con todo, se suelen localizar en la piel, el bazo, el hígado y el corazón.
En su mayor parte, los hemangiosarcomas son agresivos a nivel local y poseen una elevada probabilidad de diseminarse a las demás partes subyacentes del organismo. Este tipo de tumores acostumbra estar cargado de sangre a la vez que muestran fragilidad.
¿Qué es lo que produce que un perro padezca hemangiosarcoma?
Cualquier causa que se le atribuya al origen del cáncer hemangiosarcoma está vinculado a los vasos sanguíneos, como las anomalías en el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, o una expresión anormal en los genes, o someter a los perros a largos periodos de tiempo bajo la luz ultravioleta.
Otro factor de riesgo importante son las razas de los caninos, ya que este cáncer cuenta con cierta predisposición genética, donde destacan los pastores alemanes, labradores, setters ingleses, bóxers, dóberman pinschers, y además, los caninos poseedores de edades más avanzadas.
Etapas del hemangiosarcoma en los perros
El hemangiosarcoma en los canes mantiene una clasificación en función de sus localizaciones y severidad, las cuales se reparten de la siguiente manera:
Estadio I
Este estadio constituye la forma cutánea y cuenta con un grado de severidad leve, se manifiesta a través de abultamientos y protuberancias de color rojo, en ocasiones, negros. Abarca el treinta y tres por ciento de dicho cáncer, en el caso de que no obtener un diagnóstico temprano, es muy probable que se propague con facilidad hasta los órganos internos. Por ello, es fundamental tanto identificarlo como extirparlo en seguida que se denota.
Estadio Il
Por su parte, el estadio II hace referencia al cáncer localizado bajo el tejido subcutáneo, su grado de severidad es más complejo que en el estadio I, y su sintomatología es difícil de observar, la única forma es palmar todo el cuerpo del can en busca de sentir un abultamiento, pues aunque si se produzcan las protuberancias rojas, estas se encuentran bajo la piel, lo que le otorga un aspecto normal a la piel y pelaje del perro.
Estadio Ill
El estadio visceral o III conforma el hemangiosarcoma o protuberancias de color rojo en los órganos internos del canino, motivo por el cual, es la etapa más agresiva y peligrosa de este cáncer. Suele afectar las vísceras u órganos como el bazo, el corazón y el hígado, es decir, los principales por ello se dice que tiene un impacto sumamente negativo en la salud y vida de los canes. Las protuberancias son susceptibles a reventarse y provocar hemorragias.
Síntomas que se presentan en los perros con hemangiosarcoma
Los signos y síntomas clínicos del hemangiosarcoma difieren de acuerdo a la ubicación y el estadio del tumor. En el caso de los perros con hemangiosarcoma cutáneo o en los estadios I y II, es decir, con tumores cutáneos superficiales, por lo general se manifiesta en una región de la piel, como un bulto de color rojo a púrpura que da la impresión de ser un hematoma y también puede tratarse de una masa dentro o debajo de la piel.
Las hemorragias espontáneas son más frecuentes cuando se trata de tumores que aparecen en la epidermis; si aparecen bajo la piel, se puede palpar un abultamiento blando o sólido. Con todo, es prácticamente impensable distinguir si una masa cutánea es benigna o maligna por su aspecto o por su palpación. Estas manifestaciones tienden a ser más comunes en los perros cuyo color de piel es claro e incluso se las asocia con la exposición a los rayos del sol.
En cuanto a los perros en estadio III, los síntomas están relacionados con la pérdida de sangre en el abdomen o en el espacio que rodea al corazón. El hecho es que los signos van ligados a la severidad de la hemorragia interna resultante de la ruptura del tumor.
Estos signos pueden ser sutiles, tales como el letargo o la fatiga parcial junto con una reducción del apetito y del interés por el ejercicio y las prácticas físicas, o bien pueden ser tan graves como el colapso, acompañado o no de un abdomen distendido, un cuadro respiratorio severo o encías pálidas.
Resulta de suma importancia la identificación e intervención tempranas de los estadios I y II del hemangiosarcoma, por lo que se insiste en que los cuidadores caninos comprueben regularmente si sus perros presentan masas cutáneas. Cualquier masa cutánea de gran tamaño que sobresalga de la piel o que haya estado latente durante más de un mes es preciso que la evalúe un médico veterinario.
Por último, se hace hincapié en que los caninos con hemangiosarcoma visceral o en estadio III rara vez manifiestan signos y síntomas clínicos hasta que el tumor estalla y ocasiona una hemorragia interna. Teniendo en cuenta la localización y la gravedad de la hemorragia, podrían mostrarse abatidos, resistirse a caminar o jugar, sufrir dificultades para respirar, derrumbarse.
¿Cuáles son los tratamientos que nos puede indicar el veterinario para nuestro perro con hemangiosarcoma canino?
- Intervención quirúrgica: Se trata del principal método de tratamiento para la mayoría de los perros con hemangiosarcoma, indistintamente de la localización del tumor. Con todo, en la mayoría de los caninos, la propagación del cáncer a los demás focos del cuerpo se podrá detectar en un plazo de dos a tres semanas a partir de la intervención quirúrgica. Los perros con hemangiosarcoma en estadio I y II suelen registrar un mejor pronóstico que los que se encuentran en estadio III.
Ahora bien, los perros con hemangiosarcoma en los dos primeros estadios han podido tener un mejor pronóstico después de la cirugía siempre y cuando se hayan identificado a tiempo, considerando el aspecto del tumor bajo el microscopio, y si se ha extirpado por completo.
Es posible que algunos perros con hemangiosarcoma cutáneo reciban un tratamiento efectivo y continúen libres de cáncer durante un largo periodo de tiempo únicamente con la cirugía, sin necesidad de emplear otros métodos. De todas formas, se corre el riesgo de que el hemangiosarcoma cutáneo no se elimine por completo y sea necesaria la quimioterapia o la radioterapia.
El hemangiosarcoma en el tercer y último estadio exigirá terapias agresivas e inmediatas, los caninos con bultos sangrantes en órganos internos acostumbran a precisar cirugía de urgencia. En este punto empezamos a poner en la balanza, por ejemplo; el bazo que no es un órgano vital podrá ser extirpado quirúrgicamente.
Mientras que el hígado, aunque es esencial, se puede extraer en el caso de los tumores, sin embargo, desgraciadamente no todos los órganos internos son operables, y ciertos animales cuentan con una enfermedad no operable.
Conviene señalar que las hemorragias en el pericardio también reclaman una intervención inmediata donde el líquido debe ser eliminado mediante un procedimiento llamado pericardiocentesis de forma que el corazón pueda actuar correctamente. Por desgracia, la cirugía en sí misma no parece conferir un notable beneficio de supervivencia a los canes con este tipo de hemangiosarcoma, ya que su esperanza de vida es corta.
- Quimioterapia: Por lo general, se emplea después de la cirugía, puesto que el hemangiosarcoma se caracteriza por su malignidad y la facilidad con que se produce la metástasis; de hecho, este cáncer a menudo se ha diseminado en el momento del diagnóstico.
Así, la quimioterapia se basa en la administración de un fármaco llamado doxorrubicina, cada dos o tres semanas por un total de cinco sesiones, e incluso es muy bien tolerada. Una vez concluida la quimioterapia, se aconsejan revisiones médicas periódicas.
Pese al tratamiento, el pronóstico a la larga de los perros con hemangiosarcoma es, en general, malo. La mediana de supervivencia con la combinación de la cirugía y la quimioterapia es de alrededor de cinco a siete meses, y sólo es el diez por ciento de los perros alcanzan el año de vida.
- Terapia con anticuerpos: Varios investigadores del cáncer analizan la eficacia y fiabilidad de la terapia con anticuerpos destinada a inhibir la actividad del factor de crecimiento endotelial vascular. Se estima que esta proteína se encargue de fomentar la angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos, pues una de las causas del hemangiosarcoma es la formación desordenada de nuevos vasos sanguíneos.
Otros tipos de cáncer que pueden padecer los perros domésticos
Existen diferentes tipos de cáncer que pueden padecer los canes que se encuentran bajo el cuidado de sus dueños. A continuación se distinguen los siguientes:
Linfoma
El linfoma consiste en un cáncer del sistema linfático compuesto por los ganglios y vasos linfáticos, además de los órganos linfáticos específicos, a saber, el bazo y las amígdalas. Éste cáncer bien puede estar focalizado sobre una región concreta o bien puede extenderse por todo el organismo.
A nivel global, afecta al desarrollo de importantes funciones del organismo, como la circulación de fluidos y demás sustancias a través del cuerpo, y la gestión de las relaciones inmunitarias en reacción a las toxinas o las infecciones.
En sí, el linfoma representa un cáncer relativamente común, que supone entre un quince y un veinte por ciento de los casos nuevos que se diagnostican en los perros. Tiene una alta incidencia en perros de edades medias y avanzadas, también se observa una predisposición en determinadas razas, como golden retriever, boxers, bullmastiffs, basset hounds, san bernardos y bulldogs. Esto hace pensar que puede haber un factor genético en el linfoma, aunque no está demostrado.
De todos modos, se distinguen cuatro tipos principales de linfoma en los perros, cuya complejidad y pronóstico varían de forma considerable.
- Linfoma multicéntrico: Es con diferencia la forma más común de linfoma canino pues representa en torno al ochenta y cinco por ciento de los casos registrados, este linfoma tal y como su nombre indica, perjudica a los ganglios linfáticos de todo el organismo.
- Linfoma alimentario: Se caracteriza por ser el segundo tipo de linfoma más común en los caninos, y su término alude la afectación del tracto gastrointestinal, presenta severas lesiones gastrointestinales, que producen en consecuencia, vómitos, diarrea y una marcada pérdida de peso.
- Linfoma mediastínico: Al contrario que los dos anteriores, este tipo de linfoma es menos frecuente en los caninos, no obstante, en los casos en que se presenta, acostumbra a comprometer los órganos linfoides del tórax o el timo. Sus lesiones en el interior del tórax ocupan espacio en la cavidad torácica y suelen provocar tos y dificultad respiratoria.
- Linfoma extraganglionar: Este tipo de linfoma se vincula única y exclusivamente con un órgano específico fuera del sistema linfático. El linfoma extranodal aunque es muy poco habitual, se focaliza en la piel, los ojos, el riñón, el pulmón o el sistema nervioso, motivo por el cual las manifestaciones que alerta su existencia varían de acuerdo al órgano que se encuentre perjudicado.
Los diagnósticos en este tipo de cáncer figuran complejos de concretar pues sólo los nódulos linfáticos engrosados situados en el cuello, el pecho, las axilas, la ingle y detrás de las rodillas de los caninos, son los que resultan visibles en una examinación física, ya sea tanto de los cuidadores como de los veterinarios.
Pese a que la mayoría de los canes no manifiestan ningún indicio clínico de enfermedad, todavía es perceptible una sintomatología común, como presentar un aletargamiento o disminución de la ingesta de comida y su consecuente pérdida de peso.
Tumores de mastocitos
Existen células sanguíneas que intervienen en la reacción del organismo hacia agentes alergénicos y los que causan inflamaciones, y cuando nos enfocamos en los tumores de mastocitos, estamos hablando justamente de la afectación hacia dichas células con tan importantes funciones. Se manifiesta en la piel de los canes, desarrollando protuberancias o nódulos de tonalidades rojas, que poseen un aspecto ulcerado e inflamado.
Aun así, no se puede descartar el riesgo de que se manifieste o disemine hacia los órganos principales internos como el bazo, el hígado, el tracto gastrointestinal y la médula ósea. En sí, comunicar una causa exacta de este cáncer y de cualquier otro no es tan sencillo, ya que son contados los que tienen una causa única, a lo que queda por decir, que existen diversos factores de riesgo, entre los que figuran los del entorno, genéticos y hereditarios.
En este cáncer en especial se distinguen razas susceptibles a padecer los tumores de mastocitos, como los perros con cara plana, entre ellos los Boston Terrier, los Boxer, los Pugs y los Bulldog; esto no quiere decir que las demás quedan exentas puesto que cualquier raza puede desarrollar dichos tumores.
Su tiempo de prevalencia del mismo modo resulta variante, ya que puede existir la posibilidad de que permanezcan durante meses sin evolucionar, mientras que en otros casos, pueden aparecer repentinamente y del mismo modo, progresar con rapidez, o todo lo contrario, que una vez se desarrolle el tumor, no realice ningún cambio en sus dimensiones.
Si bien da la impresión de que sus dimensiones fluctúan, acrecentándose o achicándose incluso en el día a día, esto se debe a la degranulación espontanea del tumor, y su consiguiente, inflamación o desinflamación del tejido.
Si en los mastocitos llega a ocurrir la degranulación, su contenido compuesto de sustancias potencialmente peligrosas pueden liberarse por el torrente sanguíneo, provocando desde la ulceración en el estómago o en los intestinos hasta una hemorragia que se manifiesta a través de las heces negras, todo ello aunado a las complicaciones de otras funciones del organismo, como disminución de la presión arterial o una respuesta de shock.
En casos potencialmente mortales, puede que la liberación de dichos compuestos sea contraproducente y terminen desarrollando una respuesta alérgica en los caninos, mejor conocida como anafilaxia. Cabe de resaltar que esta representa una gran amenaza al organismo.
Melanoma
Existe dos tipos de cáncer, el maligno llamado melanoma y el benigno, melanocitomas. El que nos interesa abordar es el primero, el cual resulta ser un cáncer sumamente agresivo, focalizado en las células pigmentadas del organismo.
En su mayoría, los melanomas se manifiestan en la cavidad oral o en las membranas mucosas, pero una cuarta parte, suele desarrollarse en otras zonas del cuerpo, destacándose las que se encuentran cubiertas de pelo, por ejemplo, la vulva, las regiones anales y los dedos y uñas.
Se denomina agresivo porque una vez originado, se expande por los demás órganos como los pulmones y el hígado con una rapidez vertiginosa. Sus causas, al igual que con los demás, son numerosas, una de las más nombradas, aparte de los antecedentes genéticos, son los traumatismos producidos por los lamidos insistentes de los caninos.
Lo cual permite el aceleramiento anormal del proceso de multiplicación en las células, esto a su vez, da cabida a errores de mutación en el momento en que se dividen para desarrollar nuevas células pigmentadas, lo que permiten que se vuelvan cancerosas.
Los melanomas en los canes se manifiestan como nódulos pigmentados que suelen sangrar o ulcerarse espontáneamente cuando inicia una inflamación mayor del tejido. También existen las protuberancias que se presentan de un color rosa, es decir, sin pigmento oscuro. Por ello, si llegas a descubrir abultamientos en la boca de tu mascota, no se debe descartar esta afección, lo único que se precisa es una biopsia con el fin de descartar la presencia de melanoma.
Osteosarcoma
Se trata de un tumor maligno de la estructura ósea de los caninos, donde se origina de una anomalía en el desarrollo de las células denominadas osteoblastos y osteoclastos, aquí resulta directamente afectados los brazos y piernas pues existen múltiples trabajos científicos que correlacionan de forma efectiva el desarrollo de este tumor con el peso y la altura de los canes. Aun así, no se ignora que también puede presentarse en los huesos de la mandíbula, caderas o los pélvicos.
De hecho, cabe la posibilidad de que el osteosarcoma también afecte tejidos no óseos, como las glándulas mamarias, el bazo, el hígado y los riñones. Así mismo, no resulta evidente la razón aducida por una mascota en particular a la hora de desarrollar este tumor o cualquier otro tipo de cáncer.
Con todo, parece que perjudican con mayor frecuencia a los perros de razas grandes que a los de razas pequeñas, y está demostrado que ciertas razas caninas padecen este tumor en mayor medida que otras, en especial el bóxer, el doberman pinscher, el pastor alemán, el gran danés, el gran pirineo, el lobo irlandés, el labrador retriever, el golden retriever, el rottweiler y el san Bernardo.
Se hace especial mención que el osteosarcoma de los huesos de las extremidades suele ser en extremo doloroso y el síntoma característico es la cojera discontinua. Al principio, la falta de movilidad reacciona a la administración tradicional de fármacos analgésicos, sin embargo, pocas veces dura más de una semana.
En esas ocasiones puede constatarse una inflamación en el lugar del tumor, lo que suele producir dolor, enrojecimiento y sensación de calor al tacto, además de una somnolencia acentuada, inapetencia y reticencia a caminar o a cualquier actividad física debido al mismo dolor óseo.
Este tipo de cáncer, es más común para los canes que se produzcan en la zona de la rodilla ya sea en la delantera o por debajo de la misma, así como también, en los dedos de las patas y la cadera.
Carcinoma de glándula mamaria
Las hembras cuentan con un cúmulo de cinco glándulas a lo largo del cuerpo denominado cadena mamaria, cuyo punto de partida se sitúa en las glándulas cercanas a la región axilar para luego replegarse hasta llegar a las glándulas situadas en la zona inguinal.
Esto al ser un tipo específico de cáncer, presenta manifestaciones diferentes a los demás, por ejemplo, sus protuberancias enrojecidas se denotan en cualquiera de las glándulas antes explicadas, o quien sabe, extenderse en toda la cadena.
Este se origina a partir de la presencia de una anomalía en el proceso de multiplicación de las células contenidas en el tejido mamario, al igual que todos los tumores, pueden resultar benignos o malignos, y dependiendo de su naturaleza, se prescriben diversas formas de gestión.
Los carcinomas de la glándula mamaria difieren en dimensión, forma y solidez, ya que o son móviles o se encuentran adjuntos al tejido que se encuentran perjudicando. Es posible que los canes solo desarrollen un tumor o, múltiples de ellos.
En sí, no tiene unas manifestaciones específicas sino que son generalizadas, los canes suelen expresar signos como protuberancias con fácil sangrado y ulceras, pérdida de peso, falta de apetito, vómito, diarrea, y todo el cuadro común de un canino enfermo.
Describir causas exactas también es conflictivo porque de los tumores en glándulas mamarias no se conoce tanto, sus estudios son muy escasos, lo único esclarecido es que la exposición prolongada a hormonas hace que se estimule el desarrollo anómalo de las células mamarias.
También se encuentra implicado los celos de las hembras, pues antes de su primer celo el porcentaje de que se produzca un tumor es muy bajo, aunque no se puede decir después del segundo y tercer celo.
Además del celo, la edad es un factor de riesgo importante, una vez que la hembra alcanza la mayoría de edad, suele aumentar la susceptibilidad de desarrollar tumores en sus glándulas mamarias, aquí hablamos en torno desde los siete a los once años de edad.
Otro factor que vale la pena mencionar, son los antecedentes genéticos y hereditarios, algunas razas son más propensas a padecer este tipo de cáncer, como los chihuahuas, caniches, perros salchicha, yorkshire terriers, cocker spaniels, brittany spaniels, setters ingleses, boxers y doberman pinchers.