Cómo inyectar a un perro sin lastimarlo – Guía completa
Tener un perro en casa supone una gran responsabilidad en la que debemos en primer lugar velar por la salud general del animal. Es muy importante que nuestra mascota tenga todas sus vacunas puestas, de esa manera ya hemos cubierto un frente con muchas de las infecciones que puedan estar rondando en cualquier sitio.
Por otro lado, es importante que sepamos que los perros son animales de costumbres, por lo que se hace necesario que cuándo comencemos cualquier entrenamiento, lo hagamos siempre a la misma hora todos los días.
El tema de la salud en el animal, es de gran relevancia, por eso conviene estar pendientes hasta de la forma en que evacuan. Revisando que la consistencia de las heces sea sólida y de color normal, ya que si tu perro está defecando de otro color, puede ser peligroso.
Tipos de inyecciones
Si bien es cierto, en ciertas ocasiones el veterinario le receta a nuestro perro medicamentos que obligatoriamente tienen que ser inyectados. Por esto, pueden surgir muchas dudas, especialmente si nunca hemos realizado un procedimiento similar. Así que conviene que estés muy bien informado respecto a los tipos de inyecciones existentes.
Inyección subcutánea
Este tipo de inyección, se administra bajo la piel del animal, especialmente donde se encuentra la primera capa de grasa. Así que es muy común que se apliquen en zonas como el cuello del can por lo que el proceso no resulta ser tan engorroso.
Inyección intradérmica
La inyección intradérmica se lleva a cabo como su nombre bien lo indica, en la dermis del cuerpo del animal. Este tipo de inyección, hace que el proceso de absorción del medicamento sea mucho más lento pero suele ser bastante recomendable.
Inyección intramuscular
El medicamento a ser suministrado por medio de la inyección intramuscular, irá directamente en el músculo del animal. Por lo tanto, la zona en específico a ser inyectada, será el muslo del perro.
Consejos para poner una inyección subcutánea a un perro
Para poner una inyección subcutánea a nuestro perro de forma exitosa, debes seguir los siguientes pasos. Es importante que tomes nota de cada uno de ellos antes de actuar, especialmente si no tienes tanta experiencia en este campo.
Prepara la vacuna de tu perro
Este es el primer paso a seguir, así que para cumplir con el debes agarrar el vial con la medicación indicada por el veterinario de tu mascota. Con la aguja puesta en la jeringa, vas a pinchar la parte de goma que tiene el frasco de la medicación y halar el émbolo de manera que pueda succionar completamente el líquido, según los cc recomendados por el médico.
También, es importante revisar la jeringa para que no quede con aire. En caso de que esto suceda, es relevante expulsarlo presionando poco a poco el émbolo hacia arriba hasta que salga una gotita y en ese momento ya estará preparada la inyección para ser aplicada en el can.
Mantén la tranquilidad
Entendemos que este es un procedimiento nuevo para ti, pero debes tener confianza de que todo saldrá bien. Si tú tienes una actitud tranquila, esto se reflejará en el canino que será vacunado. Te recomendamos exhalar y expirar varias veces para calmar los nervios y la ansiedad. Si por algún motivo no te sientes preparado para esto, déjalo en las manos de alguien de confianza que te ayude.
Limpia la zona a inyectar
Es importante que la zona a inyectar esté libre de toda la suciedad que el perro pudiese haber recogido en la calle. Así que te aconsejamos que con un pedazo de algodón mojado en agua, limpies muy bien la parte en donde vas a proceder a inyectar. Si tienes en casa alguna solución como agua oxigenada, también puedes emplearla.
Ponle la inyección
Lo primero que harás, será con una mano tomar un pellizco de piel entre el pulgar y los dedos, levantándola para formar un pliegue. Una vez hecho esto, procederás a presionar el émbolo poco a poco para que el líquido vaya saliendo muy lentamente. De esta forma, se le produce menos dolor al canino. A la vez, puedes ir haciendo un masaje para que el líquido fluya correctamente.
Dale un premio a tu perro
Ya ha pasado lo más complicado, es momento de premiar a tu amigo peludo por su excelente comportamiento. Esto puedes hacerlo por medio de su golosina favorita, o con una simple caricia que lo haga poner contento. Además, puedes sacarlo a dar un pequeño paseo porque así asocia que cuando se le inyecte, es porque luego le espera algo gratificante.
¿Qué efectos secundarios pueden tener las inyecciones subcutáneas?
Existen diversos efectos contraproducentes derivados de colocar inyecciones subcutáneas a nuestra mascota. Claro que, todo va a depender de la dosis suministrada al animal y de la enfermedad que esté padeciendo el mismo. Uno de los problemas más frecuentes, es que el can tenga alguna reacción alérgica al medicamento.
Por otra parte, también es posible que se presenten problemas digestivos o flatulencias en el animal, así como vómitos y diarreas. En caso de presenciar estos síntomas recurrentemente, llama inmediatamente al veterinario. Igualmente, debes saber que otro efecto secundario es que el perro tenga sed desmedida, por lo que conviene que le proporciones abundante agua.
Peligros de poner mal una inyección subcutánea
Es preciso que sepas que pueden evidenciarse ciertos inconvenientes que pongan en peligro la vida de tu amigo peludo. Uno de ellos, es que el perro se mueva porque es muy hiperactivo y si cuando lo vayas a inyectar no se queda tranquilo, es probable que lo vacunes en una vena. Esto, sería grave, dado que el medicamento no puede dirigirse a otra parte del cuerpo del animal que no sea el indicado por el veterinario.
Es por eso que se debe ser sumamente cauteloso y no estar nervioso al momento de vacunar al canino, para que este tipo de emociones no se proyecten en él y las cosas salgan mal.
¿Cómo poner una inyección intramuscular a un perro?
En ocasiones, colocar el tratamiento a un perro no es de estricta vigilancia médica, sino que algunos medicamentos son enviados para suministrárselo a nuestra mascota en casa, por eso es importante aprender a hacernos cargo de la situación.
Quizás ponga resistencia por el sabor o el olor al principio pero pueden ir creándose trucos o estrategias para darle los medicamentos al perro.
De modo que, para colocar la inyección intramuscular al perro, es preciso buscar el muslo del animal, cerciorándonos de no pinchar por ningún motivo el hueso de la pata. Cabe destacar, que el líquido debe ser introducido lentamente hasta que la inyectadora quede completamente vacía, eso es todo.
Efectos secundarios de poner mal una inyección intramuscular
Al igual que las inyecciones subcutáneas, todo el proceso puede provocar ciertos percances. Uno de los más comunes, es la aparición de inflamación en el tejido que se inyectó. Mientras que también puede presentarse en el canino problemas de alergia al medicamento o afecciones gastrointestinales.
Ente los efectos más graves que pueden aparecer en el perro, están los fallos cardiovasculares leves y moderados. Pero esto no sucede en todos los casos, de todas formas conviene consultar siempre con el veterinario ante cualquier duda.
¿Cómo aplicar una inyección intradérmica a un perro?
Este tipo de inyección no es tan empleada, ya que la mayoría de las personas optan por las inyecciones intramusculares o subcutáneas. Para colocarla, lo primero que debes hacer es tener una buena higiene de las manos y de la zona de la piel del animal.
Es importante tensar bien la piel del animal antes de meter por completo la aguja. Luego, hay que dejar que el líquido con el medicamento se introduzca suavemente y asegurándonos de apreciar una especie de burbuja en la piel, lo que indica que el proceso ha sido bien ejecutado.
Efectos secundarios de poner mal una inyección intradérmica
Los efectos secundarios más comunes de colocar mal una inyección intradérmica, son enrojecimiento e inflamación de la piel del animal. Así como posible reacciones alérgicas al medicamento suministrado. Asimismo, es posible que el perro presente un poco de dolor en la zona en donde se le inyectó.
Recuerda que este tipo de inyección es más delicada que las demás, por lo que recomendamos ampliamente que la dejes en manos de un veterinario.