Cómo tener a mi perro más tranquilo en casa – Edúcalo adecuadamente

El comportamiento de los perros en la mayoría de los casos es totalmente impredecible; es decir, no sabemos qué conducta tomarán a diario ya que si no los hemos criado desde sus inicios y no hemos ido moldeando su personalidad. De modo tal, que se podrá generalizar que en sí la forma de comportarse un can naturalmente es muy activa, esto implica que no son animales perezosos o que se les ve echados mucho tiempo, a menos que se hayan acostumbrado a ello.

Por ende, te iremos explicando qué es lo que se debe hacer para que puedas mantener a tu mascota tranquila en casa; donde su conducta sea pacífica, quieta y relajada. En realidad no es difícil de lograr, pero hay algunas razas que son más inquietas y desean estar paseándose por todos los lugares de la casa o estar detrás de ti.

¿Cómo es el comportamiento de los perros según su edad?

Dependiendo de la edad que tenga su can, así mismo será su comportamiento. Ellos son como nosotros los humanos, a medida que llegamos a determinadas etapas, vamos tomando ciertas conductas apropiadas que se asocian de forma directa con el tiempo de vida. A continuación, te iremos describiendo cómo se portan los caninos desde cachorros hasta adultos mayores.

Para iniciar, cuando el perro está recién nacido, es normal que sea tranquilo y duerma mucho durante las primeras 3 semanas aproximadamente. A partir de allí, empiezan a ser juguetones, a descubrir el mundo en el que habitan, por lo que van mordiendo, probando, viendo, caminando e incluso corriendo por todas partes a donde tengan acceso según su tamaño.

Ya cuando estos cumplen tres meses, desean ir ampliando y experimentando cada vez más; allí comienzan a dar pequeños ladridos, se va desarrollando más su dentadura y en el cuarto mes comienza la muda de sus dientes. Por ello, cuando inicia tal fase dental, van mordiendo todo lo que esté a su paso y también buscan arañar.

Luego de allí, se da cabida a la etapa de socialización y contacto con el exterior, ya que se le van dando paseos hacia zonas cercanas de la residencia y aquí comenzará a hacerse amigo de otros perros y animales, jugar con ellos, correr, adquirir mayor fuerza y capacidad física. Posteriormente, logran identificar en que grupo encajar y aumentan su socialización con los demás animales e incluso personas que no son de su familia.

Se dice que durante los 4 y 6 meses de vida del can va adquiriendo ciertos miedos porque se va relacionando con el exterior; así que debes empezar con su adiestramiento y educación para que agarre confianza y sea más adaptable al entorno. Cuando pasan de los seis meses, su energía es aumentada, aunque ellos van colocando límites según su aptitud; por lo que deberás darle juegos y ejercicios con intervalos de descanso ya que así lo amerita.

Después de que cumpla el primer año, ya el perro estará preparado e irá teniendo cada vez más un comportamiento mucho más maduro y acorde a su edad, porque va viendo el reflejo de otras mascotas o porque su propio cuerpo así lo desea. Siguen siendo cachorros, pero ya no tendrán esa cantidad de energía inagotable de sus inicios.

Al llegar a los 2 o 3 años, comenzarán a desarrollar nuevas habilidades y harán actividades que antes les era muy complicado. Por ejemplo, serán mejores protectores, controlan más sus ladridos e instintos, se mantendrán alerta de cualquier situación que pueda presentarse, te avisarán de algún suceso, entre otras cosas…

Cuando hayan llegado en realidad a la edad adulta (superen los 3 años), su conducta será cada vez más mansa, serán mucho más obedientes, comprenderán diversos contextos y situaciones, se mostrará más calmado, no querrá hacer mucho ejercicio demás y así por el estilo.

Finalmente, a medida que van envejeciendo, se le notarán ciertas costumbres netas de estas edades, donde se quejarán, desean ser más tiempo consentidos, no les gusta dar paseos largos, se vuelven más hogareños y perezosos. Lo que sí es crucial en esta etapa, es que cuides mucho de su salud y supervises los achaques que le den para evitar el desarrollo de cualquier patología o complicaciones que se desarrollan por lo general, en edades adultas.

¿De qué manera influye el ejercicio en el comportamiento de mi perro?

El ejercicio es una de las mejores formas para mantener la mente ocupada y entretenida de tu perro; ya que muchos de ellos actúan de manera extraña cuando su energía no ha sido drenada, por lo que le vemos dando vueltas, paseando por toda la casa, ansiosos, nerviosos y agitados.

Por ello, para mantener a un canino tranquilo y ocupado, basta con algunas sesiones de ejercicios o caminatas de acuerdo a su capacidad física, ya que de esta forma verás que su comportamiento cambia y se mantendrá saludable tanto física como mentalmente.

Entonces, hacer ejercicio para tu perro realmente sí influye mucho sobre la conducta que vaya a tener, además de que si lo adiestras o entrenas, facilitará su obediencia y harás que se comporte como desees.

¿Cómo debe ser la educación para enseñarles las órdenes básicas de la obediencia?

Ahora bien, para tener un perro educado y enseñarle a realizar acciones básicas y sencillas que no requieren mucho más que su simple obediencia, hay un método muy valioso el cual poner en práctica como el adiestramiento en positivo. Este podrás usarlo para enseñar trucos y hacer que el can te haga caso siempre. Además de que aprenderá otras cosas acerca de lo que se requiere para educar a un perro en casa.

Recompensa el comportamiento adecuado

Cuando veas que tu perro haya hecho una actividad bien, te obedezca, o mantenga una conducta acorde a su edad; entonces allí te recomendamos que lo premies con una golosina canina. Esto se asemeja al adiestramiento en positivo ya que su ejecución es de esta forma. Por lo que si recompensas los buenos comportamientos del perro, él los repetirá y mantendrá porque sabe que tú le premias, hasta que con el transcurso del tiempo se vuelve totalmente habitual.

Trabaja las órdenes de tumbado y quieto

Enséñale desde chico a estar quieto o a tumbarse en el suelo de una manera muy sencilla. Primero le das la orden (debe ser una sola palabra que uses para que no se confunda), le señalas con un gesto y cuando lo haga, le darás su respectivo premio. Entre las palabras a emplear puede ser ‘siéntate’, ‘sentado’, ‘quieto’, ‘tranquilo’, entre otros (pero solo una para cada orden).

Modula el tono con el que le hablas

Cuando le estés educando a tu perro, hablar con un tono fuerte, alzado o templado no funciona muy bien; ya que el can lo identificará como que lo estás regañando o castigando por algo. Así que mantén una voz serena pero firme, que le haga comprender que se trata que le estás pidiendo que realice una tarea y no que le reprimes.

No promuevas actitudes excitantes

Evita dar señales que de excitación a tu perro cuando le estés educando. Lo mejor es que utilices un lenguaje corporal, algunas señas  o gestos como levantar la cara, aplaudir con tus manos, alzar los brazos, etc… No lo incentives a que se suba mucho a tus piernas ni que se eche y le acaricies frecuentemente ya que le estimularás a que se excite.

Entrenar a través de juegos

Haz que el entrenamiento sea divertido, no canses a tu perro con una misma rutina ni tampoco con sesiones extensas; ya que esto generará apatía, desinterés e incluso estrés o ansiedad por tratarse de algo que es rutinario y le molesta.

Así que puedes implementar juguetes y momentos de juegos para irle enseñando. Por ejemplo, con una pelota podrás hacer que te obedezca más fácil con ir a buscarla y traerla a ti; también si juegan con un muñeco o peluche favorito, etc…

Crea un ambiente tranquilo

Ten en cuenta que mantener en casa un ambiente agradable a tu mascota será una forma de estimularlo aún más a aprender y obedecer; por lo que deberás hacer todo lo posible para que no haya música perturbadora, sonidos fuertes externos, mantener una relajación en la familia, que hablen en voz moderada y no ocasionen malos efectos sobre el can.

Limitar el nivel de exaltación y calmarlo

Cabe destacar, mantener a tu perro calmado, donde coloques límites para que no esté exaltado y puedas enseñarle mejor. Esto hará que la educación que fomentes en él logre tener buena recepción y ser efectiva; porque si el can está alterado, ansioso y no tiene calma, deberás tranquilizarlo para luego de ello si educarlo correctamente.

¿Cuál es la forma correcta de crear un vinculo de confianza?

Ahora bien, la amistad con los perros es algo muy importante que tener en cuenta; así que si deseas tener un vínculo afectuoso con tu canino, debes aprender cómo hacerlo. Nosotros te indicaremos dos factores cruciales para lograr este cometido.

Comprende a tu perro

Una buena relación con los perros se caracteriza principalmente porque le entendemos y comprendemos con mayor facilidad cada gesto, forma de actuar, ladrido, manifestación, etc… Para ellos es importante que nosotros nos podamos comunicar con ellos y sobre todo, entenderles lo que tratan de decirnos.

Para ello no se requiere mucho más que prestar suficiente atención, irlo conociendo poco a poco; saber qué le gusta, que cosa le agrada más, que le disgusta, por qué no realiza una orden, entre otras opciones; ya que deberás satisfacer sus necesidades y comprender lo que dice su mirada, así él sentirá que te esfuerzas por cuidarlo y que realmente lo amas, entonces él te dará lo mismo a ti.

Darle masajes

Incluye una terapia con masajes, esto será muy agradable para cualquier perros. Con esto le darás a entender cuánto lo quieres y lo valioso que es para ti su presencia. Puedes masajear áreas como el lomo, la cabeza o el abdomen, donde se sienta a gusto y complacido; además de querido.

¿Qué cosas le puedo ofrecer a mi perro para que esté tranquilo?

1. Estar al pendiente de sus necesidades.
2. Dar paseos diariamente.
3. Jugar con él por unos cuantos minutos al día.
4. Darle caricias y masajes.
5. Consentirlo con su plato de comida favorito.
6. Adquirir un nuevo juguete.
7. Llevarlo a conocer zonas diferentes de casa.