Qué enfermedad provoca que un gato se rasque mucho las orejas – Conócelas todas
Los gatitos a lo largo de su vida y sin importar mucho su edad, pueden terminar padeciendo diferentes trastornos de la piel, estos pueden tener repercusión en las orejas de nuestras mascotas y hasta causar otro tipo de patologías más graves que un simple picor.
Parásitos, enfermedades y hongos, muchos factores son capaces de hacer que un gato sienta la necesidad de rascar su orejas de manera constante. Es necesario que un dueño se entere de todas las posibles enfermedades que acarrea este comportamiento, por eso en este artículo te enumeramos cada una.
¿Cuáles son las posibles enfermedades y parásitos que inducen este comportamiento?
Existe una gama enorme de enfermedades y afecciones de la piel que ocurren por distintas exposiciones a agentes externos en un gato. Estas pueden ir desde una simple alergia o suciedad hasta hongos y ácaros que logren hacer hogar en la piel de un felino doméstico.
La piel es el órgano más extenso en los seres vivos, su cuidado indebido puede afectar a otros órganos y cavidades. Los lugares comúnmente más afectados son los orificios auditivos, olfativos y la cavidad bucal. Estos tienen contacto directo con la parte exterior de la piel, por tanto si alguna enfermedad se sitúa cerca, perfectamente puede ingresar a ellos.
Los dueños deben prestar atención principal a ciertos comportamientos en su mascota para así poder ser conscientes de que éste está padeciendo algún tipo de problema. La alimentación, la exposición al exterior y hasta el compartir con otros animales pueden llevar a un gato a padecer problemas leves o graves en su sistema auditivo y en su piel en general.
La detección temprana de estos ayudan a que no desarrollen mayores avances de este tipo de enfermedades a futuro. La limpieza de las áreas de un gato es sumamente importante para evitar estas situaciones, más los excesos también pueden llegar a ser peligrosos. En muchos casos lo más recomendable es buscar una opinión médica para tratar a un gato con problemas en su dermis u orejas.
Otitis
Existen diversas razones por las que un gato puede terminar padeciendo otitis y a la vez, distintos grados de esta misma enfermedad. Los gatos son seres delicados, sus orejas están expuestas a recibir cualquier clase de agresión por parte del exterior, por ello es muy importante la vigilancia médica.
Fácilmente un gato puede acabar padeciendo otitis por culpa de agentes externos como bacterias y ácaros particularmente el ácaro Otodectes cynotis que se aloja en el oído. Hongos, contacto con animales infectados o lugares poco higiénicos. El mismo padecimiento de un sistema inmune deficiente pueden terminar desencadenando una otitis.
Claro, algunos causantes sólo logran situarse en la parte externa del oído haciendo que la enfermedad sea más sencilla de tratar. En los casos de que se presente este tipo de infección, puede darse de distintos modos.
La otitis menos grave es la ‘otitis externa’. Se da más comúnmente por agentes infecciosos que logran llegar a las orejas del gato, comprometiendo así la piel en las afueras de la oreja y en su entrada. Se extiende hacia la región del tímpano y genera inflamación y enrojecimiento de la piel.
El grado medio de la otitis es denominado ‘otitis media’. Esta afecta la región del tímpano, también puede producirse por infecciones que logren llegar al oído o virus que afecten a todo el sistema. La expresión más grave de la otitis es la interna. La cuál se manifiesta en la región del oído interno, este grado causa gran impacto en un gato, pues se compromete el órgano del equilibrio.
La otitis puede ser diagnosticada por un especialista y con una tratamiento cuidadoso el gato puede volver a gozar de una salud estable, existen los casos en los que un gato pueda perder la capacidad auditiva por un rango de tiempo. Los síntomas observados en esta enfermedad son los siguientes:
- Gran picor en los oídos.
- Costras y heridas en las orejas.
- Inflamación.
- Equilibrio comprometido.
- Especie de tercer párpado sobre el ojo.
El tratamiento de la otitis felina cambia según su gravedad, más en todos los casos se recomienda aumentar la higiene de la zona auditiva del animal y seguir al pie de la letra todos los consejos del veterinario para erradicar la infección.
Sarna notoédrica felina
Entre todos los tipos de sarna, la sarna notoédrica es una de las menos comunes, pero más contagiosas. Esta es causada por la invasión del ácaro Notoedres cati. Este polizón en el cuerpo felino invade las regiones del cuello y la cabeza abriendo hueco en la piel para luego colocar sus crías y reproducirse en la piel felina.
La humedad en el ambiente y la piel hace que el terreno sea mucho más cómodo para este tipo de ácaros, si a esto se le suma un sistema inmunológico deprimido, un gato doméstico será el hogar perfecto para desarrollar este tipo de sarna. Los síntomas son fuerte picazón en las áreas infectadas, costras en la zona de la cabeza y cuello.
Existe otro tipo de sarna que puede ser confundida con la notoédrica y es la sarna demodécica. Esta igualmente afecta principalmente la cabeza del felino y causa en la mayoría de los casos otitis con grandes cantidades de cerumen, además de escozor precipita la caída del pelaje gatuno.
Mayormente al determinarse que un gato sufre de algún tipo de sarna, a este se le prescribe un tratamiento a base de ivermectina. Aunque esto dependerá de la edad del gato y las demás afecciones que presente. La ivermectina es un fármaco que sirve como desparasitante y destructor de ácaros. Por lo que resulta muy efectiva en el tratamiento de la sarna notoédrica.
Muchos otros fármacos pueden ser empleados contra la sarna, más el tratamiento de estos debe persistir hasta que en las pruebas de infección el gato salga negativo. Las pruebas se realizan por medio de raspados en la piel en donde se observa si existen cavidades con huevos o larvas del ácaro Notoedres cati.
Dermatofitosis o tiña
La dermatofitosis en gatos es causada por hongos en la piel, mayormente en gatos por el Microsporum canis. Aunque bien otros hongos también pueden causar la tiña. Estos hongos proliferan sobre las capas de piel muerta de los gatos.
Algunas razas de pelo largo o gatos con sistemas inmunes precarios son los principalmente afectados por esta enfermedad. Los ambientes húmedos y las heridas abiertas también agilizan el contagio. La dermatofitosis puede ser bastante contagiosa y eso se debe a que se reproduce por medio de esporas que suelta en el pelaje gatuno y el ambiente, estas son capaces de vivir y ser contagiosas aún después de uno o dos años luego de haber sido esparcidas.
Comúnmente los gatos que padecen de ‘tiña’ presentan las enfermedades cutáneas al rededor de la cabeza. Las lesiones pueden verse notablemente o casi no por ser muy pequeñas, se dan los casos en los que no se presentan lesiones. Lo común en las lesiones es que sean circulares y que alrededor de estas no hayan pelos, La zona de las orejas y la cabeza en general presentan descamación en la piel y pérdida del pelaje. Eso se debe a la picazón que causa la enfermedad.
La dermatofitosis tiene un comportamiento similar a afecciones que no guardan parentesco en absoluto con ella, puede confundírsele hasta con la reacción de una alergia alimentaria, por lo tanto es necesario lograr diagnosticar esta patología. El diagnóstico de este hongo puede darse por medio de distintos exámenes, la mera inspección veterinaria no es suficiente para dar con el diagnóstico exacto.
Los exámenes como la observación del pelaje posiblemente afectado por medio de un microscopio pueden localizar partes del hongo adheridas. Aunque el método más eficaz para dar con esta afección es el del cultivo fúngico. En el laboratorio se toman las muestras del pelaje o piel y se procede a crear una incubación para determinar su existencia. Una vez esto de positivo se procede en eliminar cualquier afección de la piel del felino, desde pulgas hasta pequeñas infecciones.
Luego el médico evaluará si es necesaria una terapia tópica u oral, en algunos casos puede que ambas sean requeridas para la eliminación completa del hongo. Las prevenciones y medidas que pueden tomarse para evitar que una mascota adquiera una infección por Microsporum canis van desde tener cuidado al integrar un un animal joven con otros gatos a no compartir ningún producto de aseo con otro gato de salud desconocida. Básicamente aislar la posibilidad de contacto de un gato con las esporas de este hongo.
Pénfigo foliáceo y lupus erimatoso
Tanto el pénfigo foliáceo como el lupus eritematoso son enfermedades autoinmunes. Este tipo de enfermedades se dan por el funcionamiento indebido del sistema inmunitario sobre las células sanas del cuerpo.
El pénfigo foliáceo es una reacción en la piel gatuna dada por la producción de anticuerpos sobre la epidermis. Se da un desprendimiento de queratinocitos de la epidermis creando pústulas e inflamaciones. Seguido de esto también se presentan costras y heridas dolorosas o con inclinación a infectarse y crear nuevos problemas en la piel del gato afectado.
El pénfigo se puede agrupar en diferentes clasificaciones según su avance y ubicación en el cuerpo felino. El pénfigo más común y el que entre las enfermedades dadas por el mal funcionamiento inmune. Se expande inicialmente por axilas o boca, también en la piel y se observa como ampollas que terminan con costras.
El siguiente grado es el pénfigo foleáceo, el cual empieza atacando a las células y proteínas de la piel y creando vesículas o ampollas. La alopecia y las costras también se hacen presentes. Generalmente no ataca las zonas mucocutáneas del cuerpo y se mantiene únicamente en las regiones externas de la piel. Iniciando por la cabeza y expandiéndose alrededor.
Otro de los tipos de pénfigo es el paraneoplásico, más considerado como un tipo de cáncer, pues afecta a otros órganos llenándolos de ampollas en vez de a la piel.
El último grupo de pénfigo es el eritematoso, más este es considerado como la unión del pénfigo con el lupus eritematoso, en donde igual que sus otras clases genera ampollas y lesiones costrosas, este se limita únicamente a la región de la cabeza felina. La enfermedad de la que surge este último grupo de pénfigo, es el lupus eritematoso, enfermedad que se da por medio de reacciones hiper sensibles en tres grados de intensidad.
Esta se desarrolla entre ciertos lapsos de ‘descanso’ de su avance. Generalmente los síntomas que se desarrollan con esta enfermedad son; Fiebre, enfermedades reumatológicas y problemas en la dermis que van desde úlceras o ampollas que terminan con costras. Estas se ubican en la región de la cabeza o en zonas con menos pelo. Para determinar el padecimiento de lupus eritematoso se pueden hacer exámenes de sangre o biopsias de las zonas afectadas de la piel.
Otohematoma
El otohematoma es el resultado de infecciones en la oreja de un felino y la fuerza que este ejerce rascándose sobre ellas. Cuando los gatos se rascan las orejas por los diferentes picores que puede causar desde una otitis leve hasta casos de enfermedades cutáneas más fuertes, se genera una acumulación de sangre en el cartílago.
Lo más importante en esta condición es tratar la enfermedad posterior que hace que el animal sacuda y rasque con brusquedad sus orejas. Luego el otohematoma según su grado puede ser drenado por aspiración o medios quirúrgicos.
Alergias en la piel
La hipersensibilidad, las alergias alimentarias o hasta una reacción inmunológica inadecuada pueden causar alergia sobre la piel de un felino y con esto, traerle diferentes problemas en su dermis. Picazón, enrojecimiento, ampollas y demás pueden presentarse en casos de alergia felina.
Cuando un gato sufre una alergia puede deberse al cambio de estación en algunos casos, en donde el polen haga un efecto atacante hacia el sistema inmune del gato. Si esto se presenta, el gato se verá bajo la alergia un determinado periodo de tiempo.
En el caso de las alergias alimentarias, los efectos de estas continuarán hasta que se neutralice la ingesta de la sustancia alergénica. Para erradicar de manera más exacta estas reacciones lo más recomendable es la asistencia médica. Hacer exámenes para localizar la sustancia que crea la alerta en el cuerpo del animal y emplear un tratamiento de inmunoterapia para la suspensión de este problema.
Infecciones por hongos
Los gatos pueden verse afectados por diversas clases de hongos que colonicen las capas de piel muerta en su cuerpo, generalmente estos aparecen en regiones como la cabeza o zonas donde estos tengan poco pelo. Más muchos hongos son capaces de esparcirse por todo el cuerpo del felino. El prurito, la alopecia y las lesiones que tienden a descamarse son reacciones que pueden significar la presencia de hongos en un gato, por lo tanto lo más indicado es la revisión médica.
Al llevarlo al veterinario y luego de una revisión en donde se determine si es un hongo, generalmente se hacen pruebas de cultivo fúngico para aclarar la especie específica. Una vez hecho esto, normalmente los tratamientos que se le recetan al gato son tópicos y orales. Este deberá seguir en revisión hasta que los exámenes no muestren presencia de esporas u hongos en el cuerpo del animal.
Ácaros
Los minúsculos parásitos llamados ácaros, se encuentran en toda clase de tejidos, también pueden poblar la piel de un felino y causarle distintas molestias. Los ácaros son capaces de abrir agujeros en la dermis gatuna o quedarse en la capa externa de la piel alimentándose de ella y creando colonias que a la larga causan infecciones.
El diagnóstico de ácaros generalmente se realiza por medio de una observación del canal auditivo del gato, pudiéndose ver a estos huéspedes poblando dicha zona. Para el tratamiento de estos parásitos un veterinario receta sustancias acaricidas y una nueva rutina de higiene para el animal. Es necesario mantener las áreas del felino en optimas condiciones para evitar nuevamente la proliferación de estos desagradables intrusos.
Pulgas
Las pulgas son uno de los males más comunes en perros y gatos, estos parásitos infestan la piel de un felino alimentándose de su sangre y poniendo sus crías en el manto de pelo del animal. La contaminación de pulgas es un problema sumamente común debido a que estas pueden adquirirse por el contacto con otros animales, en las zonas del exterior con hierba alta o hasta porque una persona traiga accidentalmente una pulga en su ropa.
El gran dilema de estos parásitos es que además de ser en sí un problema, pueden traer consigo distintas enfermedades de leves a graves para un felino doméstico. Algunas pulgas son portadoras de parásitos sanguíneos o de solitarias. Una vez un gato se haya contagiado debería ser llevado a revisión médica para un chequeo completo contra otras enfermedades.
Para determinar que un gato tiene pulgas el proceso es relativamente sencillo, primeramente este se rascará consecutivamente debido a que las picaduras de estos parásitos suelen ser bastante molestas. El paso más sencillo para determinar si tiene pulgas o no es revisar el pelaje del animal, así podrán observarse los pequeños parásitos y las heces que dejan al rededor de todo el pelaje felino.
Las pulgas son un mal que debe tratarse rápidamente, pues las enfermedades que estas pueden causar van desde una reacción alérgica por mordida hasta enfermedades más graves como la sarna e infecciones. La variedad de tratamientos contra las pulgas y herramientas para la prevención de las mismas es enorme, se pueden encontrar desde champús hasta sprays para le eliminación de estas molestias. Más es recomendable la asistencia médica para determinar que el gato no haya desarrollado otras patologías a raíz del encuentro con estos parásitos.
¿Cuáles son otras posibles causas que provocan comezón en las orejas de los gatos?
Verdaderamente existe una gran gama de circunstancias que pueden afectar el estado correcto de las orejas de un gato doméstico. Desde alergias hasta infecciones graves debido a hongos o parásitos.
Hematomas
Los hematomas son acumulaciones de sangre debido a contusiones o maltratos que sufra el cuerpo. Para que un hematoma sea la causa de que un gato presente gran picor en sus orejas y debido a esto se rasque de manera continua este debe haber causado una ruptura en el cartílago de la oreja del animal. Si es así, podrá presentarse la zona inflamada y enrojecida.
Generalmente estos casos vienen precediendo otras enfermedades que provocaban picor en las orejas del gato. Por lo tanto, este con la necesidad de aliviar este síntoma terminaría lesionando su oreja creando un hematoma que por medio de la inflamación aumentará el picor de esta zona.
Heridas
Las heridas muchas veces son la entrada de agentes infecciosos que logran calar en el organismo felino. Creando así distintos tipos de desajustes que terminen por desencadenar un prurito en distintas regiones del cuerpo del animal. Una herida puede causar comezón al cerrarse o si esta se infecta, trayendo consigo más problemas en la salud del gato y una recuperación más lenta.
Quemaduras o dermatitis
La inflamación enrojecimiento y hasta las ampollas que puede causar una quemadura o dermatitis es un gato son razones para que este desarrolle un prurito en las áreas afectadas y empeore la situación de su piel. Las causas de la dermatitis son amplias, pues es una reacción del cuerpo ante agentes que el sistema de un felino no procesa de forma adecuada.
Objetos extraños en su oído
Los oídos de los felinos en general son delicados. Son mucho más sensibles que el oído humano ya que poseen entradas grandes en su cavidad auditiva son propensos a que los agentes externos logren colarse en ellos.
La revisión y limpieza constante de los oídos de un felino doméstico puede evitar que este padezca de enfermedades que pongan en riesgo su audición, las sustancias indebidas, hasta la suciedad pueden colarse en sus oídos y ser causantes de infecciones o lesiones dentro de estos.
Suciedad en el interior de su oído
La suciedad es el ambiente perfecto para que diferentes tipos de ácaros se escondan o para que los hongos e infecciones logren una entrada en la piel de un gato. Es requerida cierta frecuencia en la limpieza de los oídos de un gato, al menos cada vez que este reciba un baño. Siendo así, la frecuencia de limpieza general de las orejas de estos felinos debería ser una o dos veces por mes como mínimo.
¿Qué otros síntomas se presentan cuando un gato está enfermo de los oídos?
cuando un gato padece de problemas en su canal auditivo aparecen más síntomas que la simple picazón de un área específica. Dependiendo de la enfermedad, el cuerpo del felino puede pasar por diferentes reacciones.
Se sacude frecuentemente
Las constantes sacudidas muchas veces se deben a la incomodidad de la picazón en sus oídos, esto sumando que la inflamación y descamación de la piel, además de incrementar el síntoma anterior, vuelven aún más incómoda la situación del animal.
Pierde el equilibrio
La pérdida del equilibrio puede presentarse cuando la afección que presente el gato se ubique en la parte interna del sistema auditivo. Este canal influye directamente sobre el órgano del equilibrio, dañando así los sensores cognitivos que se encuentran en el.
Presencia de costras
Las costras como pueden ser el indicativo de que el gato se ha lastimado rascando su sensible piel, también pueden denotar otro tipo de problemas como hongos y ácaros. Depende de la formación costrosa en el tejido de la piel para determinar la razón de esta. Más cuando esta reacción se hace presente por lo general viene acompañada de otros síntomas que ayudan a diagnosticar el tipo de enfermedad que sufre el animal.
Cera en los oídos en exceso
La formación excesiva de cera normalmente se da cuando las infecciones en el oído logran calar más a fondo en el oído felino, infecciones como la otitis pueden propiciar el incremento de esta además de cambiar su apariencia por un tono más oscuro.
¿Cuál es la mejor forma de proceder al percatarse de que un gato tiene estos síntomas?
Esta es una duda bastante presente en la población de criadores de felinos domésticos, sobre todo si esos son primerizos. Realmente lo más recomendable siempre es la asistencia médica. Más algunos dueños con experiencia bien pueden encargarse de problemas no muy severos en la piel de sus mascotas.
Remedios caseros
Los remedios caseros muchas veces pueden ayudar a mitigar un poco algunos síntomas de las afecciones el la piel de un gato. Algunos baños pueden ayudar a desinflamar una dermatitis.
Más los remedios caseros no son capaces de eliminar la raíz del problema en la mayoría de los casos. Los hongos e infecciones requieren el uso de fármacos prescritos por especialistas con dosis específicas. Por eso si se observa un serie de síntomas que puedan significar el desarrollo de una enfermedad en la piel de un gato, debe recurrirse de forma próxima al veterinario.
Acudir a un especialista
Un médico veterinario es el único capaz de dar con el tratamiento indicado según el problema que el gato presente. Las pruebas que se hacen luego de una exploración marcan una pauta específica para el tratamiento de una afección de la piel.
La piel de los gatos es bastante delicada, por lo mismo no puede ser medicada por personas inexpertas que no tengan una seguridad sobre la enfermedad que estén tratando de contener. Los especialistas por medio de diagnósticos y pruebas son la primera y mejor opción cuando un gato presenta síntomas de alguna enfermedad en la piel.