Enfermedad inflamatoria intestinal en gatos – Síntomas, causas y tratamiento

Una enfermedad inflamatoria intestinal en un gato, conduce al desequilibrio del tejido de cubierta del sistema digestivo. El síntoma más seguro, pero menos visible de ver, es enrojecimiento e inflamación de tejidos blandos. Las causas se deben a mal procesamiento de alimentos o diferentes patologías.

Se debe tener en consideración que los gatos pueden ser muy delicados con respecto a los problemas en el intestino, incluso más que otras mascotas como lo son los perros. En vista de ello te ayudamos a identificar si tu gato sufre de problemas intestinales y los tratamientos para la enfermedad inflamatoria intestinal.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos?

La enfermedad inflamatoria intestinal (por sus siglas EII o en inglés IBS) es un trastorno de carácter gastrointestinal que sufren los gatos, en el que se inflama la mucosa de sus intestinos. Se puede presentar la enfermedad inflamatoria intestinal tanto en el intestino grueso como en el delgado.

El tratamiento se basará en los síntomas presentados para tratar la enfermedad de la manera correcta. Debido a que es difícil o identifica la zona exacta de la dolencia, es esencial la evaluación médica, ya que en la mayoría de los casos es muy complicado identificar el mal que sufren los gatos sin la ayuda de un veterinario.

¿Qué causa los problemas intestinales en los gatos?

Los problemas a nivel del sistema digestivo vienen dados principalmente por un cambio brusco en la alimentación del gato. Esto conlleva a trastornos en órganos y en dificultad para poder absorber los nutrientes.

Los gatos son animales a los que les cuesta digerir lácteos. No procesan bien la leche, los huevos, o yogures. Además de que no son comidas agradables a su gusto. Esto causa debilitamiento y erosión del tejido que recubre el tracto digestivo, causando dolor con el paso de alimentos.

Síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal en un gato

Los síntomas son realmente notables. Varían entre vómito o diarrea, caída de pelo, debilitamiento del gato o pérdida total del apetito. Este estado puede durar aproximadamente dos o tres días, si el síndrome es viral. Cuando han transcurrido más de tres días, es hora de llevarlo a un veterinario.

A raíz de este padecimiento, el cual tiene un origen difícil de determinar, se pueden evidenciar una serie de síntomas presentados por el felino. Uno es la anorexia y quizás el más común de todos. Se puede evidenciar que los gatos dejan de consumir las mismas cantidades de comida que antes.

Las sustituyen por porciones más pequeñas, y su apetito no es el mismo. De todas maneras no se debe descartar el hecho de que puede que su apetito no sufra ningún cambio.

La diarrea y el vómito son otros síntomas presentados por los gatos. Si bien es cierto, la diarrea es más difícil que se detecte por el hecho de que por lo general hacen sus necesidades en el exterior o en la caja de arena. En cuanto al vómito, se caracteriza por ser bastante mucoso. La mucosidad de igual forma se puedemanifestar por medio de las heces así como la sangre.

También pueden presentar dolor en el abdomen, cambio en su pelaje, mucha debilidad, entre otros. Los síntomas que presentan los gatos con esta enfermedad pueden también tenerlos en otras, como cuando sufren de parásitos, linfoma, alergias, y muchas más. Se recomienda que un veterinario se encargue de brindar un diagnóstico con el fin de evitar confusiones y tratamientos inútiles

¿Cómo se diagnostica la enfermedad inflamatoria intestinal minina?

Debe hacerse en un comienzo, a través de exámenes de laboratorio, exámenes de heces y orina. A partir de los resultados, el veterinario determinará la gravedad de la situación y puede recomendar un examen de laboratorio para evaluar los valores del gato.

La forma más simple de diagnosticar enfermedad intestinal en un gato, es observando su arenero. También, prestando atención a su estado anímico, si hay presencia de vomito, espuma o sangre.

Tratamiento para la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos

Los tratamientos van desde un antirreflujo o anti estreñimiento. Si hay presencia de vómito o diarrea debe administrarse un suero. Esto debido a que puede presentarse un síndrome de deshidratación severa.

En cuanto a la alimentación refiere, un gato con este síndrome deberá tener una dieta basada en poca fibra. Por el contrario, consumir alimentos ligeros pero nutritivos, como el pescado, caldos, zanahoria o ciruelas.

Estos alimentos tendrán las propiedades necesarias para regenerar el tejido epitelial del sistema digestivo mientras el proceso viral pasa.

Se debe tomar en cuenta al pie de la letra los tratamientos dietéticos. El veterinario es la persona indicada para que te indique los alimentos que debe consumir tu gato. La dieta es lo más recomendado, ya que tu gato podrá consumir comidas nuevas y se podrá llevar una mejor evaluación de lo que ingiere. Lo ideal es proporcionar las cantidades correctas de carbohidratos y proteínas.

A su vez, hay tratamientos que se basan sobre todo en suministrar medicinas para atacar la enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, hay que considerar que cada felino es un mundo y por ello son propensos a que los medicamentos le causen efectos distintos.

Se requiriere de un seguimiento por parte del veterinario para evaluar las reacciones con respecto a los fármacos que se encargan de reducir la inflamación. También se le podrán administrar antieméticos y antibióticos para atacar vómitos y bacterias presentadas en el tracto intestinal del felino.

En caso de que no causen efectos, el veterinario determinará si es conveniente suministrar otro tipo de medicamentos como los antiflamatorios o inmunosuspensores.

¿Cómo prevenir la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos?

Se debe actuar a tiempo ante síntomas como el estreñimiento por mala digestión de alimentos fibrosos. También, presta atención a sus heces, si son muy duras, tienen sangre o si el gato evita utilizar el arenero.

Es imprescindible mantener hidratado al gato. Vigila que las cantidades de agua de su tazón, sean consumidas. Verifica siempre el estado de los alimentos. De igual forma, lleva un buen control de las vacunas contra diferentes parásitos y microorganismos.

Ten en cuenta que situaciones de estrés pueden desarrollar este tipo de enfermedades, acompañadas de caída de pelo.

Si tu gato está siguiendo una dieta es fundamental que te fijes si consume algo en el exterior del hogar. Puede interferir en el tratamiento y trae consecuencias.

Las dietas y tratamientos médicos suelen ser propensos al cambio a medida que se vaya evaluando el progreso del minino. Requiere de un seguimiento constante con el fin de brindar bienestar a tu gato, aún más si se toma en cuenta que es muy difícil detectar se sienten dolor.