Mi gato se ha vuelto agresivo | Causas de su comportamiento y cómo solucionarlo

En ocasiones presentamos problemas de comportamiento en nuestros gatos de un momento a otro. La agresividad en los felinos no es normal y tiene diversas causas como lo son los traumas, socialización errónea o incluso por una falta de entrenamiento de su cuidador.

Cuando nuestro gato se torna agresivo tendemos a preocuparnos y actuar de forma similar, sin embargo existen soluciones dependiendo del caso de nuestra mascota qué puedes poner en práctica para corregir este comportamiento.

Causas más comunes de la agresividad en gatos

Estas se originan por problemas de conducta o porque el gato no se siente cómodo con el trato y lo manifiesta con esa conducta. A continuación te nombraremos algunas de las causas:

Falta de socialización

La falta de socialización trae como consecuencia problemas de conducta en nuestras mascotas, esto se da porque desde cachorros no tuvieron el contacto necesario con otros animales. Al ser separado de la manada a temprana edad, no se le permitió que aprendiera a comportarse a través del ejemplo de la manada. Por lo tanto, al estar frente a otro gato se tornará agresivo pues lo verá como una amenaza.

Agresividad juguetona

Otro de los problemas que puede presentar por la falta de socialización es no saber jugar adecuadamente. Cuando un cachorro está en manada aprende a jugar de forma correcta, aprendiendo a través del ejemplo de los demás cachorros cuando está siendo muy agresivo y hasta qué punto puede llegar en el juego. Al no tener una correcta socialización de cachorro, al crecer podrá presentar problemas al jugar de forma muy agresiva pues no sabrá cuándo detenerse.

Intensidad por miedo

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la intensidad del comportamiento de nuestro gato a causa del miedo. Como respuesta a este instinto actuará de forma agresiva sin razón aparente, tendrá conductas bruscas y violentas al acercarse a otra mascota. Esa es una conducta común en los gatos que se sienten inseguros y en peligro.

Agresividad por temas de territorio

Debemos saber que nuestros gatos son animales territoriales, por lo tanto si un animal desconocido para él intenta entrar a su territorio, buscará la manera de intimidar para que se aleje lo antes posible. Esta es una conducta que se da por instinto, puesto que los gatos buscarán defender su territorio.

¿Qué debemos hacer para mantener calmado a nuestro gato y reducir su agresividad?

Cuando nuestro gato presenta problemas de conducta violenta y agresiva debemos enfocarnos en la causa para encontrar una solución adecuada, algunas de ellas son:

Reduce los factores de estrés

Para reducir los factores de estrés en nuestra mascota debemos observar que lo causa, esto puede ser por algún trato de su cuidador, algún objeto de la casa, persona, otro animal, la ubicación de su caja de arena comida o agua, entre otras.

También debes observar si su estrés se debe a algún padecimiento físico que lo esté molestando, por ello es importante revisar a nuestro gato periódicamente y buscar la manera de que se sienta lo más cómodo posible en su entorno.

La castración es efectiva

Muchos veterinarios recomiendan la castración para evitar comportamientos violentos o agresivos, esta es una operación sencilla y rutinaria que bajaran los niveles de estrés en el gato cambiando su comportamiento territorial o de estrés por deseo sexual. Son muy pocos los casos en los que el gato se vuelve más agresivo después de la castración.

Usa feromonas para apaciguarlo

El uso de las feromonas está indicado para casos de estrés y ansiedad en nuestro felino, estás imita las feromonas naturales que ellos segregan al socializar de forma agradable con otro animal, por tal motivo son muy útiles si queremos hacer sentir a nuestro gato más tranquilo y en un entorno agradable. Estas feromonas artificiales pueden conseguirse fácilmente en comercios.

Fármacos para quitar el estrés a los felinos

La aplicación de fármacos para reducir el estrés en nuestros gatos es la última opción que se debe tener en cuenta, los mismos deben ser recetados por un médico veterinario que diagnostique el tratamiento adecuado para el caso de nuestra mascota.

No se recomienda bajo ninguna circunstancia medicarlo por sí mismos, ya que puede traer consecuencias negativas. Si tu gato es medicado debes buscar la forma de darle las pastillas sin causar mayor estrés en el mismo, esto puede hacerse a través de alguna comida que sea de su preferencia.

¿Cuál es la forma correcta de calmar a un gato que se altera con otro gato?

Si queremos tranquilizar a nuestro gato nerviso y evitar que nuestro gato se torne agresivo, podemos desviar su atención en el momento de tensión, esto puede hacerse a través de juguetes o juegos que llamen su atención. En estos momentos debes evitar completamente interponerte entre ellos porque podrías causar más tensión o salir herido.

Otro truco es mojarte las manos y chispear el agua sobre ellos, esto hará que enseguida desvíen su atención del otro gato. Si los gatos conviven juntos deben tener espacios separados para la comida, agua, juegos y caja de arena, así evitarás tensión y peleas entre ambos. Luego deberás buscar una socialización correcta y positiva para corregir la conducta agresiva.

Consideraciones importantes si tienes un gato que es agresivo

Si tienes un gato reactivo debes evitar entornos que lo puedan estresar y así evitar que se pelee con otros gatos, debes tener en cuenta la personalidad del gato y que momentos influyen de forma negativa en él. También es importante que el cuidador se eduque en el trato y cuidado de los felinos, ya que en algunas ocasiones son las reacciones de su cuidador las que provoca respuestas agresivas de la mascota.

Evita totalmente exponer a tu mascota a entornos con animales de forma brusca, esto solo hará que se estrese aún más. De hacerlo, debe ser de forma progresiva mediante el reforzamiento positivo y no del castigo físico como gritos, regaños o golpes.

Por último, intenta brindarle su espacio, este debe ser tranquilo y que cubra sus necesidades como lo son el alimento, el agua y una caja de arena aseada. Brindarle cariño y amor hasta donde lo permita y evitar los juegos que generen violencia en él como por ejemplo dejar que te muerda las manos.