¿Cómo es el síndrome de la liebre parda? – Características, síntomas y tratamiento
El síndrome de la liebre parda es una de las enfermedades que ataca especialmente a la liebre europea y a la de montaña. Algunos creen que puede haber casos en otras razas de conejos a las que puede afectar esta enfermedad, pero no es un hecho comprobado. Es un virus muy potente y contagioso que puede estar activo durante 4 meses.
Sin embargo, es extraño y desconocido para la mayoría de las personas. Es por esta razón que en este artículo te hablaremos con detalles de esta enfermedad. De esa manera, tendrás los conocimientos básicos y sobre sus características, síntomas y tratamiento.
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¿Cuáles son los síntomas que presentan las libres infectadas?
Este síndrome suele confundirse con los síntomas de la EHC. Sin embargo, aunque no lo parezca este síndrome causa menos muertes que Enfermedad Hemorrágica del Conejo. Uno de los primeros síntomas es el cambio de comportamiento del animal, no huyen ante la presencia de las personas.
Más bien, se mueven en círculos y no tienen coordinación al moverse, algunos llegan a convulsionar. Otro rasgo notable es que presenta ictericia en las mucosas y en los tejidos subcutáneos. En otras palabras, la piel toma una coloración amarillenta. Internamente se producen edemas, congestión en las mucosas respiratorias, inflamación del hígado y el bazo y hemorragias.
Los síntomas pueden ser leves o crónicos, de esto dependerá que el animal viva o muera. Afecta con mayores daños a las liebres de 40 a 50 días de vida, las menores a esa edad pueden contagiarse, pero son asintomáticas y no les causa la muerte.
¿De qué manera se trasmite el virus que lo produce?
La forma de transmisión de este virus es oral-fecal o respiratoria. Es muy contagiosa por lo que puede transmitirse rápidamente a toda la población de liebres. Los vectores comunes son otros ejemplares contagiados, las aves, los insectos y los humanos. Sin embargo, a estos 3 últimos no los afecta la enfermedad.
El virus es muy resistente, por lo que soporta pH ácidos y puede durar en las liebres de 3 a 4 meses activo. Luego que aparece el primer brote, esta se convierte en una endemia, por lo que las liebres desarrollan anticuerpos que las hacen inmunes y cesa la mortalidad.
¿Hay más especies que se pueden contagiar?
Al principio, por no conocer bien la enfermedad, se confundía con EHC. Se creía que afectaba a todas las especies de lagomorfos, ya que los síntomas eran muy similares. Hasta el momento, no se conoce que este síndrome afecte a otras especies, además de la liebre europea y de montaña. Por ello, es considerada una endemia, ya que sólo afecta a esta especie.
¿En qué países se han encontrado casos de infección?
Esta enfermedad es propia de Europa, por lo que pueden encontrarse en el continente. Además, las especies que la padecen son comunes allí. Sin embargo, los casos del síndrome de liebre parda se han producido en España, específicamente en Aragón y Cataluña.
¿Cómo se tratan los síntomas causados por este padecimiento?
No existe ninguna vacuna creada en un laboratorio que sea aplicada a las liebres para evitar síntomas fuertes y gran mortalidad. Pero en las granjas donde se cría este tipo de liebres, cuando se produce un brote fuerte de este síndrome, suelen aplicar autovacunas. Este suero suele sacarse de ejemplares contaminados y colocados en los sanos para que creen anticuerpos.
Así estos combaten la enfermedad y no permiten que las consecuencias sean nefastas. Con esto, se consigue que los síntomas sean leves y fáciles de controlar. Así que es una buena opción aplicar este tipo de sueros a los animales para evitar altas mortalidades y pérdidas económicas.
¿Existen métodos para evitar su propagación?
En la naturaleza evitar la propagación es completamente imposible, así como erradicarla para que ninguno de estos animales sufra esta enfermedad. Pero en los lugares en donde se crían los conejos, como por ejemplo, las granjas de liebres pardas o de montaña, hay modos de prevenir el contagio en masa.
Para ello, se recomienda mantener limpias las instalaciones en donde se encuentren los ejemplares. También se evita completamente el contacto con liebres salvajes y depredadores que pueden ser vectores de la enfermedad. Además, se le realiza una prueba serológica para descartar la presencia del virus en los animales que llegan nuevos a las instalaciones.
Si alguno de estos tiene el virus, es puesto en cuarentena. Si se toma cada uno de estos métodos en cuenta, la propagación y contagio serán menores y hasta nulos. Así se evita la pérdida de animales debido al síndrome de la liebre parda.
