¿Qué es la peritonitis infecciosa felina y cómo se debe tratar? – Cuidados de salud
Los gatos son parte de nuestra familia, poco a poco se ganan nuestro corazón, por eso cuando los vemos enfermos nos preocupamos, el día de hoy hemos traído para ti la información de la peritonitis infecciosa felina esta enfermedad contagiosa, es muy común en albergues o criaderos.
Sabemos lo mucho que te importa tu gato, cuando le ves algún malestar ya te preocupas, esta enfermedad es parte de las más comunes y puede causar diversos síntomas que afectarán a tu gato de una u otra manera.
¿Cuál es la vía de transmisión del PIF en los gatos?
Este virus es un coronavirus felino, que se ha multiplicado, se estima que es más frecuente en gatos de edad media, las vías de transmisión son por contacto directo con el virus. Su vía de transmisión es a través de las secreciones como moco, saliva, o a través de la placenta de su madre.
Además también puede darse por medio de compartir con otros gatos el mismo tazón de comida, la cama, orines, juguetes, el mismo bebedero e incluso el mismo arenero.
Se estima que este virus se encuentra en el 25% al 40% de los gatos domésticos, y su porcentaje puede ser mayor en los albergues pero, ten en cuenta que en coronavirus de puede manifestar de dos formas, de la forma menos infecciosa que es un virus que solo le proporcionará malestar en el estómago, u como estamos describiendo en el FIP, el cual se trata de una multiplicación del mismo, sin embargo este es menos común.
¿En qué consiste la vía oro-fecal?
Este tipo de transmisión como su propio término lo dice se realiza cuando el animal entre en contacto con el virus a través de su boca, ojos u nariz, esto puede suceder mientras se lamen, o lamen a otros gatos, mientras comen o juegan, de igual manera entonces el virus entrará en el organismo, y este lo expulsará por sus heces.
Luego de suceder eso el virus queda en su heces, la cual puede infectar a otro gato, que llegue a tener contacto con el gato enfermo. Como ya hemos dicho se trata de un virus altamente contagioso. Tu gato pudo haberse infectado de esta forma.
¿Qué síntomas se presentan en los gatos que tienen PIF?
Deberás saber que no hay síntomas clínicos específicos para esta enfermedad, inicialmente los síntomas no serán muy marcados, probablemente pueda presentar letargo, pérdida del apetito, fiebre, y pérdida de peso. Es importante que sepas que los signos se pueden manifestar hasta después de dos semanas.
Debes saber que hay dos formas de que esta enfermedad se puede presentar, primeramente y la más común será la PIF húmeda, que se verá caracterizada por la presencia de una acumulación de un líquido color amarillo, que será rico en fibrina y proteína, este se verá acumulado en la cavidad del abdomen o peritoneal, además en sus vías respiratorias.
Cuando se presenta esta enfermedad húmeda verás que el abdomen se agrandará provocando progresivamente una hinchazón bastante visible, que no solo se puede presentar en esa zona, se puede extender a otros órganos, y provocará signos hepáticos, ictericia, diarrea, constipación, y mucho vómito, además lograrás palpar nódulos linfáticos inflamados. Si la enfermedad se presenta deberás saber que la vivencia del gato será muy poca, de 5 a 7 semanas de supervivencia.
Si se da en forma seca, esto presentará lesiones piogranulomatosas, en los órganos del sistema nervioso y de los ojos, podrás ver que el animal se verá afectado por el cansancio, pérdida de peso, la tristeza, la anemia y fiebre. Podrá manifestarse como una irregularidad en sus vísceras, y en sus pulmones con una tos persistente.
Esto puede ocasionar daños en los ojos, en los riñones, en el hígado, y en el sistema nervioso. Por cierto, ten en cuenta que puede darse una u otra forma, o de forma combinada. Como otro síntoma lograrás apreciar el pelaje estropeado, y podría presentar un color amarillento en sus ojos, encías, y en la nariz.
¿De qué forma se diagnostica el PIF en los gatos?
El diagnóstico de esta enfermedad no es nada fácil pues en muchas ocasiones no es sino hasta la muerte que se podrá comprobar el padecimiento del felino, este virus puede encontrarse en muchos de los animales pero no es hasta que se multiplica que se vuelve una peritonitis infecciosa. Cuando muta puede desencadenar múltiples complicaciones, esto ocurre en el 1% de los gatos contagiados con el coronavirus.
Examen físico
Palpar su abdomen y su cuerpo puede ser de gran ayuda ya que representa un síntoma en lo que del virus se trata, sin embargo, no es hasta que la enfermedad avanza que se podrá detectar tras las palpitaciones. Recomendamos que de igual forma sientes algo extraño en el cuerpo de tu gato, acudas al veterinario de forma inmediata.
Análisis de sangre
No existe un examen de sangre como tal, específico para la peritonitis infecciosa felina pero sí hay pruebas que tras los síntomas te podrían ayudar a confirmar el diagnóstico. Análisis de su sangre, a través de un hemograma o bioquímica, la presencia de sus glóbulos blancos será elevada, además de que presentará anemia en el cuerpo (al menos un 40% de animales lo presentan).
También hay pruebas que pueden hacerse como sería el PCR, el frotis de células del recto, ELISA, IFA aunque esto no comprobará si el gato padece de coronavirus u no. La mayoría de veces estos exámenes se hacen para excluir la presencia de otras enfermedades, y llegar al diagnóstico del PIF.
¿Hay tratamiento para los gatos que tienen PIF?
Desafortunadamente no hay un tratamiento para esta enfermedad, se pueden utilizar medicamentos para aliviar sus síntomas como antiinflamatorios pero los antivirales no han dado buenos resultados, también el veterinario te puede prescribir estimulantes del apetito porque como ya hemos dicho, uno de los síntomas de esta enfermedad es la falta de apetito y la pérdida de peso continúo que puede provocar anemia.
¿Cómo puedo prevenir que mi gato contraiga PIF?
Afortunadamente hay muchísimas formas de prevenir esta enfermedad en gatos, sobre todo si tu gato es un gato doméstico, sabrás que una de las principales razones de contagio son los lugares que muchos gatos, como los albergues y criaderos.
En gatos domésticos
Deberás proporcionarle un ambiente seguro y sin cambios de rutina, que lo haga mantener seguro y confortable, todo esto para evitar las situaciones de estrés ya que afecta al gato con la posibilidad de contraer más enfermedades fácilmente.
Mantiene la desparasitación cada vez que sea necesario, sigue una rutina o calendario, además utiliza pipetas mensuales para parásitos externos, recurre a la esterilización o castración de tu gato, para evitar las salidas de casa innecesarias.
Mantener una correcta higiene en la casa y sobre todo en el lugar donde esté tu gato, haz la limpieza diaria mínimo dos veces al día de la bandeja o caja de arena. Además recomendamos que trates de mantener el sistema inmunológico de tu gato reforzado, es decir que mantengas una alimentación balanceada entre tantas cosas.
En los criaderos de gatos con PIF endémico
Lamentablemente en criaderos se cree que el PIF endémico suele ser de un 80-100% el porcentaje de gatos que padecen de esta enfermedad, pero solo les presentará una diarrea.
Desafortunadamente no hay una razón del porqué ocurre la mutación del virus por lo cual no hay una forma de evitarlo pero se puede empezar por evitar compartir los platos de comida, mantener los areneros alejados de la zona de comida, y mantener aseados los gatos en general, para evitar el contacto por heces. Otra buena opción es la vacunación en gatos.
La vacuna preventiva
Esta de por sí es una vacuna que aún no ha mostrado una acción evidentemente efectiva sin embargo sirve de prevención al virus, por lo que colocársela a tu gato es importante, lo que sí es que es a partir de las 16 semanas de vida cuando esta se puede colocar al gato, y antes de esa edad podría ya estar contagiado el gato.